A veinte días de las elecciones, los electores van tomando decisión sobre por quién votar para alcalde de Cuenca y Prefecto del Azuay. Las propuestas nuevas, innovadoras, sinceras, ganan terreno frente a la demagogia, las promesas incumplidas, el despilfarro de los fondos públicos en beneficio personal, de agnados y cognados. Los cuencanos y azuayos, quieren gente nueva que cumpla con lo que ofrecen, de buenas intenciones, de manos limpias, que trabajen por su bienestar mas no por el provecho de sus familias y amigos.
Los debates han servido, de alguna manera, para aclarar el panorama, para saber quién miente y quién dice la verdad; para conocer de cerca a los que tienen un plan de trabajo serio, democrático, con igualdad de oportunidades para todos; también ha valido la pena, para descubrir a los candidatos con careta de honestos, cuando en la practica, han demostrado de lo que son capaces de hacer con el engaño y la mentira.
EL OBSERVADOR
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