Publicado en la Revista El Observador. Diciembre de 2018, edición 108
Jaime Cedillo Feijóo
Un escándalo más. Una pinta más al tigre. Corrupción de alto vuelo. Las mafias enquistadas en el poder. Las conversaciones diarias giran en torno a la corrupción, en todo lado, en las casas, en las oficinas, en las esquinas, en las reuniones, caminando, sentados, hasta antes de dormir, se habla de lo mismo y lo mismo. Es un tema de nunca acabar. Ni bien terminamos de comentar las travesuras de la Espín (la visitadora) y de Norma (la recaudadora); revienta lo de la señorita vicepresidenta, sí, ella misma, la María Alejandra, la triple campeona del nepotismo en el gobierno del licenciado. Resulta que la pequeña traviesa, también ha sabido extorsionar a sus colaboradores en la Asamblea Nacional, cuando ocupó el “meritísimo” cargo de “madre de la patria”. Cómo, sí, salió a la luz pública, el documento notarizado de don Angel Polibio, su ex colaborador, dando a conocer con santo y seña, todititos los números de las cuentas bancarias, con cifras, fechas, sellos, firmas. Elé, y la María Alejandra, se desinfló, apenas pudo dar una rueda de prensa, que no fue tal, porque no permitió preguntas, y huyó despavorida, como si estuviera debiendo alguna deuda, Pero claro que debe, y mucho, tiene que responder ante el pueblo ecuatoriano, a ese pueblo que no la eligió en las urnas, sino a dedo, el licenciado; cómo es que obligaba a que le depositen mensual y puntualmente, en su cuenta personal, parte del sueldo de su colaborador. Claro, no era para ella, qué les pasa, mal pensados, eran contribuciones voluntarias para su “revolución alfarista-bolivariana”, de propiedad de los Vicuñas y sus agnados y cognados. Fue una practica perversa, sin verguenza, que se legalizó en el gobierno de las manos limpias, mentes lúcidas y corazones ardientes”, para que toda la caterva empuñe lo que más pueda, bajo la batuta del prófugo mayor de la justicia. Acaso, no recuerdan cómo gritaban en coro: Lo hicimos. Lo conseguimos. Vamos por más. Con infinito amor. Cuánto cinismo. Cuánta doble moral. Los delincuentes de cuello blanco, nos terminaron robando hasta la esperanza. Qué pena que la acusada no permitió preguntas, porque yo tenía una y bien directa: señorita vicepresidenta “alfarista-bolivariana”, también su “sagrada familia” le deposita cada mes, los “diezmos” ?. Chuta, y eso si que debe ser bastantito, fuertesito, algunos milesitos de dolaritos, porque son muchitos los que están disfrutando de las delicias del poder, en altos cargos de la burocracia dorada: papito, ñañitos, cuñaditos, primitos, concuñaditos, sobrinitos, toditicos, bien acomodaditos, con la venia del licen, sí, del licen presi, el de la cirugía mayor a la corrupción. Ya se viene la navidad. Qué nos traerá el niñito Dios?. Seguro que ha de ser un nuevo vice, y muchos, pero muchos más casos de corrupción, de esa delincuencia organizada que se autodenominó “revolución ciudadana”. Me muero.Ya quiero que llegue la Noche Buena, para recibir más sorpresas de la banda que hizo de las suyas en la década saqueda. Nos vendrá un diluvio de escándalos.
La Libertad de Expresión,ni se compra, ni se vende, ni se transa.
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