viernes, 18 de enero de 2019

POR: Edith Patiño S.

Publicado en la Revista El Observador. Diciembre 2018, edición 108 

En el centenario de su nacimiento
Le llamaban el Fakir, por la profundidad de su mirada que hasta podía hipnotizar, por sus  búsquedas metafísicas y sus prácticas de Zen;  grande entre los grandes, nos dejó un legado maravilloso que hay que leerlo para valorarlo y admirarlo. ¡Ese sería el mejor homenaje!

En su obra según Jorge Dávila, puede reconocerse tres etapas: Una inicial - Cromática Sensorial, de su juventud y reflejada en sus innumerables epítetos de color, tenemos: Canción a Teresita, Espacio me has vencido, Oda al Arquitecto, Carta a la Madre, el Combatiente sedentario, Vinatería del Pacífico, entre otras. Una segunda - Experimental Telúrica, neo vanguardista que tiene que ver con la tierra, la situación social, expresada en: Catedral Salvaje, la mirada de Dios, Ataúd de cartón y sobre todo en el majetuoso poema épico lírico Boletín y Elegía de las Mitas. Finalmente la Etapa Hermética, corresponde a sus últimos diez años de vida, donde predominó sus búsquedas existenciales, tenemos: En un lugar no identificado, El viento, La Cierra circular, Cabeza de gallo, entre otras.

Qué bueno y qué importante ha sido rememorar en estos meses la grandiosidad de la obra daviliana, recordando su vida fugaz en Cuenca, su tierra natal; luego en Guayaquil y sobre todo, en Quito y Venezuela, donde le valoraron en su real dimensión. Se han dado múltiples homenajes, a nivel de academia, gobiernos, educación, colectivos culturales, etc. Sin duda este tiempo despertó en muchos el interés por conocer más e imbuirse de su poesía, narrativa, ensayo, etc. y saldar de alguna manera esa deuda histórica que le debemos. Por ello fueron claves los eventos: 

Albaquia
Juan Pablo Ordóñez Vicuña, artista plástico cuencano y  Mario Rodríguez Dávila, cineasta guayaquileño, sobrino nieto de César Dávila, integrantes de los colectivos: Otra Orilla, Ñucanchik People y Alacañona Cine, han rescatado con mística y dedicación, siguiendo las huellas en Venezuela y Ecuador, gran cantidad de documentos: videos, cartas, publicaciones, fotos, escritos inéditos, entrevistas, óperas, un árbol cronológico… y mucho más para presentar en Guayaquil, en la Casa de la Cultura; en Quito, en la Real Academia de la Lengua; y en Cuenca, en la Biblioteca de la Universidad; dando a conocer e invitando a disfrutar de todo este material único e invaluable.

Casa tomada

Grupo Cultural que también rindió un Homenaje con ponencias de reconocidos intelectuales como: Carlos Pérez, Eliécer Cárdenas, Catalina Sojos y Oswaldo Encalada; declamaciones e intervenciones, en el Auditorio del Centro Cultural Abraham Lincoln.

Casa de la cultura y universidad
Desarrollaron una amplia agenda: Teatro “Agua y fuego” con Pilar Tordera y Pancho Aguirre; Ciclo de Cine y documentales de obras davilianas; conversatorios, foros, recitales, exposiciones, performances; presentación y reedición de obras… para culminar con la Cantata Popular Ecuatoriana  Boletín y Elegía de las Mitas de Edgar Palacios,  en el Teatro Carlos Cueva, con la participación brillante de la Orquesta Sinfónica de Cuenca, del Ballet Nacional, los  coros del Conservatorio y de la Universidad del Azuay y bajo la dirección del Maestro Michael Meissner y María Eugenia Arias. En la Facultad de Filosofía, se restituyó simbólicamente la pluma que desapareció del busto que estaba antes ubicado en la Plaza, junto al puente Centenario.

Unidad Educativa Cesar Davila Andrade
¡Chamiza, Una luz por el Centenario de César Dávila Andrade!
La única Institución que lleva su nombre, no podía quedar fuera de esta centenaria conmemoración; por ello realizaron una flama y actividad performática muy significativas del Boletín y Elegía de las Mitas y de Catedral Salvaje, en los patios del plantel y con la presencia de autoridades, familiares, estudiantes, docentes y comunidad en general.
El Municipio de Cuenca,  también rindió homenaje, a través de un recital poético estudiantil, además el Sr. Alcalde entregó un Reconocimiento al Colegio.

Presea Nacional
Por unanimidad aprobaron los 137 asambleístas otorgar la presea “Adalberto Ortiz”, al mérito cultural; asistió a recibir  su sobrino Jorge Dávila Vásquez, quién conmovió al auditorio legislativo con la lectura de uno de sus más significativos poemas. Luego en nuestra ciudad se replicó la entrega en la Unidad Educativa, con la presencia de sus hermanos José Rafael y Charito Dávila Andrade y más familiares; autoridades locales, estudiantes, padres de familia, docentes; interviniendo el Dr. Miguel López, como rector; la Dra. María Augusta Vintimilla, quien hizo una semblanza de su vida y obra; Anita Dávila, intervino a nombre de la familia; y Doris Solíz y Juan Cristóbal Lloret que fueron los portavoces de la Asamblea para entregar la presea; la misma que fue a su vez donada al plantel, para que se convierta en su custodio; un gesto muy honroso.

Finalmente, cabe anotar que se formó un Comité de gestión, para cristalizar las máximas aspiraciones de reconocimiento al poeta, a través de una cátedra daviliana, un monumento o una avenida que lleve su nombre. Como cesarinos de corazón propusimos con Juan Pablo Ordóñez gestionar la casa donde creció el poeta, para convertirlo en Museo César Dávila Andrade, para que entonces Cuenca salde esa deuda histórica de la que hablamos anteriormente.

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