jueves, 26 de noviembre de 2015

Macri no preocupa; preocupa Correa

Por José Hernández

Es muy preocupante que Rafael Correa considere “muy preocupante” la posición de Mauricio Macri sobre Venezuela. ¿Qué ha dicho el nuevo presidente argentino? Que pedirá aplicar la cláusula democrática de Mercosur a Venezuela por perseguir a opositores como Leopoldo López.
El presidente ecuatoriano dijo que esto es “claramente una interferencia en los asuntos internos de Venezuela”. Y claro que lo es. Para eso son la declaración de derechos Humanos y las cartas democráticas. Para eso surgieron. Para evitar que gobiernos como el de Nicolás Maduro –pretextando la soberanía nacional– reprima al pueblo, encarcele y asesine, como lo está haciendo, a sus opositores. Hace décadas que los dictadores no pueden exhibir esas supuestas singularidades culturales, étnicas y políticas para convertir sus países en cárceles o campos de concentración. Para eso existe la Corte Penal Internacional.
Correa volvió a ser el único presidente que defiende al déspota Maduro. No le preocupa que él amenace en Venezuela a sus conciudadanos de “masacre y muerte si fracasa la revolución bolivariana” este 6 de diciembre. No le preocupa que tenga encarcelado a Leopoldo López bajo acusaciones que son tan grotescas como los tribunales que lo juzgan. No le preocupa que su juicio haya sido montado como lo denunció el propio fiscal del caso. No le preocupa que miembros de su gobierno estén conectados con el narcotráfico. Tampoco que tenga bandas asesinas que en moto aterrorizan a los venezolanos. No le preocupa que bajo el chavismo, Venezuela se haya convertido en el segundo país más violento del mundo. No le preocupa que Chávez y Maduro hayan arruinado al país con mayores reservas petroleras del planeta.
Correa está preocupado porque Mauricio Macri, que pidió respeto para los opositores venezolanos cuando era alcalde de Buenos Aires, proponga que Venezuela sea expulsada de Mercosur por los abusos y la persecución a personas como Leopoldo López. Lo grave para Correa debe ser que ahora Macri lo pide como presidente electo de los argentinos.
El compromiso cristiano (porque de eso habla) y humanista (porque no teme reivindicarlo) del Presidente no es con las libertades y los Derechos Humanos. Es con “el proceso venezolano”. Según él, Macri pide aplicar la cláusula democrática porque no está de acuerdo con el proceso chavista. Es decir, estar de acuerdo, como lo está Correa, es mirar para otro lado cuando Maduro y su combo reprimen, persiguen, encarcelan, asesinan y piden a los venezolanos que se preparen para masacres y muerte si su dictadura no logra imponerse el 6 de diciembre en las elecciones parlamentarias. Ese proceso, propio de un régimen desquiciado y asesino, es más importante para el presidente Correa que el respeto de los derechos humanos. Penosa y lacerante confesión.
Por supuesto, el Presidente no cree que hay prisioneros políticos en Venezuela y pidió que se lo demuestren. Tal capacidad de ceguera supera el ensayo que escribió José Saramago. Correa pide lo imposible. ¿Cómo puede haber prisioneros políticos bajo el régimen que tanto lo inspira? ¿Cómo puede haber prisioneros políticos bajo el mando de un demócrata consumado como Nicolás Maduro? ¿Cómo puede haber prisioneros políticos en un país donde jueces y fiscales son probos e independientes del Ejecutivo? ¿Acaso no es un mentiroso Franklin Nieves, el fiscal del caso de Leopoldo López, quien huyó de Venezuela afirmando que ese juicio fue montado y que fue una verdadera farsa? No, nadie puede ser más cínico que Maduro y sus defensores. Nadie puede demostrar nada a Rafael Correa. Él defiende “el proceso venezolano”. Macri y los demócratas defienden los derechos humanos que incluyen el de cuestionar al poder y pretender erigirse legítimamente en alternativa democrática frente a dictadores cínicos.
Es curioso que ante gobiernos como el de Maduro, políticos como Andrés Pastrana, Sebastián Piñera o Mauricio Macri sean más progresistas y defensores de la vida y las libertades que personajes que pretenden encarnar el progreso y la democracia. Correa defiende a Maduro y eso da vergüenza ajena. No es Mauricio Macri quien preocupa: es Rafael Correa.

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