¿Redistribuir riqueza o Robar Riqueza?
¿Redistribuir riqueza o Robar Riqueza?
Redistribuir según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua es:
“ 1. tr. Distribuir algo de nuevo.
2. tr. Distribuir algo de forma diferente a como estaba.”
“ 1. tr. Distribuir algo de nuevo.
2. tr. Distribuir algo de forma diferente a como estaba.”
Una vez hecha la transcripción surge una pregunta:
¿Es moral que el gobierno redistribuya la riqueza personal sin el consentimiento de quienes la crearon?
¿Es moral que el gobierno redistribuya la riqueza personal sin el consentimiento de quienes la crearon?
El producto del esfuerzo personal es privado. Cada persona tiene el dominio sobre los frutos de su trabajo. El dominio es el derecho de: usar, gozar y disponer en vida de los bienes con total libertad.
Cuando las personas fallecen se suscita según el derecho Civil la delación: esto es el actual llamamiento que hace la ley a los herederos del muerto para que acepten o repudien la herencia. Las personas llamadas a suceder en los bienes del difunto son sus legitimarios es decir los: hijos, progenitores y hermanos. (La herencia desciende, si no hay descendientes. Asciende a falta de ascendientes. Se extiende) En ningún caso el Estado hereda. Salvo cuando el causante no haya dejado herederos directos y sucede como si fuere sobrino.
El derecho Civil regla las relaciones privadas y es la columna vertebral de la civilización occidental. Empero la Ley que promueve la dictadura de los impuestos a las herencias y donaciones so pretexto de redistribuir la riqueza. Pretende desconocer la propiedad privada por medio de impuestos ruinosos y, confiscatorios que toman para el Estado, la masa hereditaria, como si el gobierno fuere otro heredero directo.
“Los miembros de una nación libre trabajan para los suyos” Dijo nuestro Juan Montalvo. Yo digo: los miembros de las sociedades serviles trabajan para las dictaduras.
La propiedad privada es la piedra fundamental para el desarrollo de las sociedades, toda relativización a la propiedad privada implica servidumbre y pobreza. La creación de los impuestos debe atenerse según el derecho tributario a los principios de: racionalidad, razonabilidad, aceptabilidad. Cuando la carga tributaria desconoce tales fundamentos no se puede hablar de tributo sino de confiscación.
Las tablas porcentuales del impuesto a las herencias y donaciones que propone la dictadura son un galimatías peligroso. En el que trasunta el despreció al éxito de los particulares. Las tesis socializantes son tan perniciosas para el espíritu de los pueblos que logran crear un sentimiento de culpa en no pocas personas por el “crimen” de haber generado riqueza. Cuando debiera ser todo lo contrario. Generar ahorros como consecuencia de actividades licitas debiera ser motivo de orgullo y estimulo por parte del Estado a favor de quienes los producen.
A mi juicio es inmoral que la dictadura redistribuya lo que no le pertenece. Si el régimen quiere revertir las causas de la pobreza. No lo hará desheredando a la gente con tributos ruinosos. Pues esta ( la gente) con legítimo derecho irá con sus capitales a otros países donde se respete su riqueza. La falta de inversión de aquellos sectores provocará más desempleo y subempleo y disminución de la recaudación tributaria ¡lógica de Perogrullo!
Ecuador enfrenta un momento de quiebre o el gobierno quiebra el espinazo de la gente o la gente quiebra las uñas de la tiranía: He ahí la cuestión.
Dr. Pablo Guerrero Martínez.
Desde el exilio
10 de junio del 2015
Desde el exilio
10 de junio del 2015
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