martes, 21 de abril de 2015


 
Publicado en la Revista El Observador, edición 29, Agosto del 2005




Los alumnos consideran que la actitud del profesor va en detrimento de su aprendizaje y formación como futuros profesionales del Derecho pues “....no han avanzado en lo más mínimo en conocer y comprender el Derecho Penal, sus principios, sus instituciones, etc”.

Al estar adscritos a un sistema presencial de clases y existiendo de parte de los docentes la obligación de cumplir con un horario previamente establecido la violación de esta debida norma dicen los alumnos “...vulnera nuestro derecho como estudiantes a una educación científica y de calidad debidamente garantizado en el Reglamento del Sistema de Educación Superior, en el artículo 37, numeral 1 y en el Estatuto de la Universidad de Cuenca, artículo 53, numeral k”.
Cansados del constante atropello y debido a que en varias ocasiones ya han denunciado las irregularidades de Ochoa en forma verbal, los estudiantes de la Escuela de Derecho esperan ahora que el H. Consejo Directivo de la Facultad de Jurisprudencia sancione a Caupolicán Ochoa y evite cualquier conflicto entre ellos y aquel pues están decididos a luchar para que se respeten sus derechos. En tal virtud, han solicitado se les asigne un nuevo profesor para la cátedra de Derecho Penal para el tiempo que falta del presente ciclo lectivo y para el subsiguiente año 2005 – 2006.

AMENAZAS

Se denuncia que en respuesta a este justo levantamiento estudiantil, Caupolicán Ochoa Neira apareció desafiante ante los altivos alumnos para amenazarlos, filmarlos, fotografiarlos y denigrarlos como quien se protege con el amedrentamiento y confirmando que está acostumbrado a actuar con amenazas para después, manifestar al H. Consejo Directivo de la Facultad de Jurisprudencia ha decidido no dictar más clases en este año para retomar su actividad en Octubre como si con ello se solucionaran los graves problemas que ha causado a la Facultad de Jurisprudencia con su irresponsabilidad.

FACULTAD toma medidas

Ante la grave denuncia de los estudiantes, el Consejo Directivo de la Facultad de Jurisprudencia, luego de escuchar a Ochoa y a los estudiantes levantados, decidió nombrar una Comisión Mediadora con los Doctores Blasco Alvarado y Teodoro Ordóñez para buscar una salida a la crisis mientras se suspendieron las clases de Derecho Penal en el Cuarto Curso “A” hasta que el H. Consejo Directivo de la Facultad tome una decisión final sobre el asunto pero la Comisión fracasó en su intento porque Ochoa se retiró temporalmente de la cátedra.

NECESIDAD de sanciones

Todos quienes han pasado por las aulas universitarias de la Facultad de Jurisprudencia conocen con certeza el modo de actuar de Caupolicán Ochoa Neira y la ciudadanía se sorprende que hasta ahora no se le haya impuesto las respectivas sanciones disciplinarias que contemplan los reglamentos de la Universidad de Cuenca para los catedráticos que no cumplen con sus obligaciones docentes.
Por ello, ha llegado la hora de que el Consejo Directivo de la Facultad de Jurisprudencia y el Consejo Universitario de la Universidad de Cuenca, prodiguen adecuado trámite a la denuncia de los estudiantes que se han levantado en contra de Ochoa. Que no haya temor alguno a la hora de tomar decisiones para que se lo sancione ejemplarmente a fin de crear un adecuado precedente en la Universidad pues no puede aceptarse que la irresponsabilidad, la holgazanería, la prepotencia y la falta de buenos modales sean más importantes que la fuerza de la razón, la cual obliga en el mejor de los casos, a expulsar de la Universidad de Cuenca a un docente como Ochoa para recuperar el prestigio del alma mater cuencana.

PROFESIONAL cuestionado

Pero los cuestionamientos a Caupolicán Ochoa no se dan sólo en sus actividades académicas sino además, su vida profesional deja mucho que desear. La falta de palabra y la violación a los compromisos asumidos en su ejercicio del Derecho provocan constantemente conflictos con las personas. Muchos procesos judiciales que tienen su patrocinio son llevados de manera irresponsable o están sujetos al vaivén de sus conveniencias personales, sus felonías y componendas mas nunca se sujetan a los intereses de sus defendidos.

Cuando éstos rechazan firmemente este modo de obrar, en ocasiones, Ochoa tiene la costumbre de utilizar un arma como medio de amenaza o de temor para quien se le enfrenta. Así aconteció, por ejemplo, con los ex – trabajadores de Artepráctico cuando, en calidad de Procurador Judicial, cobró por ellos una indemnización de 80 millones de sucres, dinero que nunca les entregó aduciendo que ese era el valor de sus honorarios.


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