El observador

 Que después de 25 años no exista un plan de conservación patrimonial de Cuenca es una ignominia.

Patricio Matute García

Nunca hubo un plan de conservación del Patrimonio Cultural de Cuenca. Ahí están involucrados varios departamentos de la Municipalidad de Cuenca, desde Áreas Históricas, hasta Gestión Ambiental, Dirección de Cultura, Talento Humano, Administración y Contabilidad, la Fundación de Turismo, la Fundación Bienal de Cuenca. Pero también hay otras entidades como el Instituto Nacional de Patrimonio (INPC), el Museo Pumapungo, la Subsecretaria de Cultura, la Subsecretaria de Turismo, la Casa de la Cultura, núcleo de Azuay, la Subsecretaria de Turismo, Universidad de Cuenca, Universidad del Azuay, Universidad Católica de Cuenca. Todas, para estudiar, analizar o ejecutar obras por el patrimonio inmaterial y patrimonio material de la ciudad, algún momento han recibido rubros económicos. Por otro lado ya hace un tiempo la UNESCO, hizo un llamado a Cuenca por alterar el patrimonio material y permitir la destrucción de casas patrimoniales o de alterar los colores originales de las casas patrimoniales de un barrio. Que después de 25 años no exista un plan de conservación patrimonial de Cuenca es una ignominia, que se destinen cada año cinco millones y que no se sepa donde se invierten esos dineros patrimoniales es una aberración administrativa municipal. Se debe emprender en la fiscalización de las últimas seis alcaldías de Cuenca en esta materia. Recuerden que al emplazar el tranvía se habló de alteraciones en el patrimonio material e inmaterial por las vías por donde circularía? Pero todo quedó en nada, porque cada nuevo alcalde oculta la gestión del anterior, NO HAY FISCALIZACIÓN Y CUENCA EN MATERIA CULTURAL SE CONVIERTE EN UNA FERIA GRANDE CON EL “EVENTISMO Y EL ESCENARIO” PARA LOS TURISTAS COSTEÑOS, CUANDO EL IMAGINARIO CULTURAL DE LOS CUENCANOS ES OTRO.