Mucho ruido y pocas nueces: así se puede calificar la gestión del Alcalde de Quito, Jorge Yunda, y el Presidente del Consejo de Participación Ciudadana, José Tuárez. Ambos llegaron como pesos pesados de la política pero se han limitado a anunciar con aspaviento su show mediático. Los dos sumos, cada uno en su esquina, miden sus habilidades de entretenimiento:
El Encantador de perrosEn la esquina izquierda con el peso de la Alcaldía de Quito se presenta Jorge Yunda, alias el Encantador de Perros. Ha dado de qué hablar con medidas calculadas para que se hable de él mientras él habla de cualquier cosa: la hora borojó que permitiría a los locales nocturnos permanecer abiertos 24 horas (no ha vuelto a hablar de ella), el cambio en los uniformes de los colegios municipales para permitir a las mujeres elegir entre pantalón y falda, la eliminación de la Reina de Quito, el cierre de la Plaza Belmonte, los perritos que regala… el Alcalde se ha convertido en el blanco de todos los memes. Mientras tanto, nada se oye de sus promesas de campaña: regularización de los trabajadores informales, incremento de la seguridad usando la tecnología de punta, pavimentación de la ciudad…
El Buen PastorEn la esquina derecha con el peso del quinto poder del Estado se presenta el cura José Tuárez, alias el Buen Pastor. Tuárez entretiene como profesional de circo: anunció una revisión de la gestión del Cpccs Transitorio, desconociendo el fallo de la Corte Constitucional, se dedica al proselitismo político, brama contra la prensa, comunica que Dios mismo (en realidad el señor de la Revolución Ciudadana) lo ha iluminado para convocar una Asamblea Constituyente…
No es accidente que con toda esta parafernalia se haya ganado un juicio político: es lo que necesita para consagrar su posición de mártir y seguir su carrera de outsider…
No es accidente que con toda esta parafernalia se haya ganado un juicio político: es lo que necesita para consagrar su posición de mártir y seguir su carrera de outsider…
Chamorro, fanático de la lucha libre, retrata a los dos pesos pesados entretenidos en sus juegos mediáticos.
Caricatura Marcelo Chamorro.
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