La lucha de Cenia Fuenmayor para que el Estado le cumpla su beca de excelencia
Esta es la historia de un litigio entre el Estado ecuatoriano y una integrante del Grupo de Alto Rendimiento del Senescyt, que en el 2013, con un puntaje de 994/1000 se ganó una beca en universidad en Bélgica. Por un error burocrático, el Estado no cumplió con la beca y ahora Cenia Fuenmayor, luego de seis años, vive una frustrante lucha porque el Estado cumpla con lo que prometió.
Cenia Fuenmayor tenía 18 años de edad y cuando fue una de las mejores puntuadas en el 2013, en los exámenes para entrar a la universidad. Con ello entró, orgullosamente, en el Grupo de Alto Rendimiento (GAR), para hacerse acreedora a unas de las 250 becas en una universidad extranjera, para estudiar lo que ella quisiera financiada por el Estado ecuatoriano. Ella escogió Biología en la prestigiosa Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. Cenia tiene ahora 25 años de edad y no ha podido hacer ni lo uno ni lo otro. En su rostro hay, a su corta edad, un dejo de decepción luego de que por seis años, el Estado ecuatoriano le ha negado sistemáticamente lo ofrecido y su derecho a la educación.
Luego de seis años, lo único que tiene es frustración, deudas y una pelea judicial contra el Estado por sus derechos conculcados, derechos que el gobierno actual se niega a reconocer a pesar de una orden judicial. Cenia ahora estudia Sociología en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, pagada por sí misma, y exige que el gobierno y su programa de becas reconozca al menos los gastos en esta universidad ecuatoriana; pero aun así, el Senescyt se niega.
Su abogado, Mario Melo, coordinador general del Centro de Derechos Humanos de la Católica, dice: "Ella es una joven que tiene una condición que ha establecido el Estado, que debiera ser un premio, pero que termina siendo una desgracia. Ella pertenece al GAR, porque cuando hubo el examen SER Bachiller ella obtuvo una altísima calificación y eso le mereció una beca en una de las mejores universidades del mundo. Ella aplicó a la beca para la Universidad de Lovaina, hizo los trámites, recibió un primer desembolso que le permitió comprar su pasaje, establecerse y nunca más tuvo otro desembolso. Ella estuvo dos años en Bélgica, cuando hacían los trámites pidiendo el siguiente desembolso, los funcionarios del Instituto de Fomento al Talento Humano le decían que ya estaban por salir y que dijera a sus padres que le apoyen hasta que lleguen los fondos. Sus padres se endeudaron y la apoyaron hasta cuando pudieron, pero al final por la falta de recursos tuvo que regresar.
Volvió, hizo trámites, discutió, el Estado reconoció su error y le dijo que la próxima vez no iban a fallar, y le pidieron que escogiera otra universidad. Con la asesoría de este mismo Instituto de Fomento escogieron, de la lista de universidades acreditadas, escogió una universidad de Montreal, Canadá. No fue un proceso rápido, pero tras los trámites la universidad aceptó la solicitud. Un año pasó de todo esto, y cuando le contestaron fue el año siguiente, pero entonces el Instituto salió con que esa universidad estaba acreditada en la lista de becas de alto rendimiento, pero que este año ya no y no le podemos dar la beca, le dijeron. Fue un criterio absolutamente burocrático y entonces ella decidió plantear una acción de protección.
Ganó la demanda en segunda instancia, y un tribunal de la Corte Provincial de Pichincha condenó al Estado a entregar la beca a Montreal y a darle una reparación, pero habían pasado varios años, y ya Cenia no tiene 18 años y ha cambiado su perspectiva. Siendo una persona tan brillante han pasado casi cinco años y no tiene aprobado un solo semestre en ninguna parte. Ella decidió plantear al Estado lo siguiente: miren, el Estado está condenado a pagar la beca, pero ahora es mucho más complicado irse al exterior; lo que queremos es que el Estado pague una beca nacional en la Católica. Al principio dijeron que sí, fuimos donde la juez y dijo que aceptaba siempre y cuando se lo haga desde un proceso de mediación en la Procuraduría General del Estado, como una manera de asegurarse que haya un proceso de discusión. Vamos a cumplir un año de este proceso de mediación, se han dado seis audiencias y el Estado incumple porque dice que necesitan una certificación, luego piden otra, y otra y dicen ahora que por el cambio de autoridades no saben qué va a pasar. Con ese compromiso del Estado Cenia se matriculó en la universidad, está en segundo semestre pero sigue sin recursos para seguir sus estudios, igual como le dejaron varada en Bélgica. Esta situación ha terminado siendo un rosario de sufrimientos y frustraciones".
Cenia Fuenmayor dice que el argumento del Estado para suspender la beca de alto rendimiento en Bélgica fue por la no presentación del informe respectivo. Pero ese error fue de un funcionario de la entidad. Hay un analista asignado a los becarios. El analista que le correspondía a Cenia no elaboró los informes pertinentes durante todo el tiempo que ella estuvo en Bélgica y eso consta en el expediente. Cenia cumplió con todos los pasos, pero los funcionarios asumieron el silencio administrativo y el haber negado el derecho a la educación. Y con Montreal dijeron que la universidad no escogida no estaba en la lista en el año que le adjudicaron la beca, pero fueron los propios funcionarios los que asesoraron a Cenia en el camino para la universidad de Canadá. A pesar de ello no le dieron la beca.
Ella estudió en Riobamba, en un colegio católico y rindió el examen en el cual obtuvo 994 sobre 1000 puntos. En ese momento la Senescyt le notificó que a partir de ese momento formaba parte del Grupo de Alto Rendimiento y podía postular a cualquier de las mejores universidades del mundo de acuerdo a un listado de la Senecyt. Sus padres y ella estaban muy contentos. Incluso les dieron reconocimientos y diplomas y ella decidió postular. En el 2104 le adjudicaron la beca con ayuda de un asesor. Siempre quiso estudiar Biología. El proceso tomó casi un año, lo que aprovechó para estudiar francés, gracias a otra promesa de la entidad pública que ofreció financiar los estudios de francés, pero nunca lo hizo. Le tocó asumir los gastos.
Con la carta de admisión le dieron el primer desembolso de USD 20.000 de un total de cerca de USD 90.000 que costaba toda la beca. Se instaló en la residencia universitaria y empezó a estudiar. Pero el analista en mención nunca elaboró sus informes. Lo único que se dio fueron encuentros entre sus padres y ese analista en Riobamba y este les ofrecía que el informe ya mismo estaría listo, y les pidió paciencia y que mientras tanto hicieran préstamos para que su hija pudiera sostener sus estudios en Bélgica "porque así hacen los padres de otros becarios". Nunca hubo nada oficial sobre ella como becaria y "desde el momento que estuve en Bélgica parece que desaparecí como becaria, se olvidaron de que había una becaria allá".
Ella permaneció dos años aproximadamente en Bélgica, pero tuvo que suspender sus estudios en primer año, en abril del 2016. Como la Senescyt ni siquiera respondía tuvo que regresar. Al día siguiente estuvo en la institución y le aseguraron, con las respectivas disculpas, que recién en ese instante se estaban enterando, por ella, de la situación. El analista no estaba y su expediente estaba en Riobamba. El argumento institucional para atender su caso en Riobamba era que en Quito había demasiados becarios, pero el analista era solo de becas nacionales, y fue muy complicado. Cenia cree que el burócrata no conocía de su trabajo.
Luego de la acción de protección, que en primera instancia fue negada y luego aceptada por la Corte Provincial de Justicia, Cenia pensó que el Estado se iba a someter al dictado de la justicia. Se acertó a la institución varias veces, sola y le dijeron que ellos no estaban dispuestos a cubrir esa beca y que iban a presentar una acción extraordinaria en la Corte Constitucional, y con eso le estaban diciendo que se olvidara de su beca.
Y así fue como el Estado pidió protección constitucional en contra de una ciudadana, una de las mejores estudiantes de su generación, para negarle el derecho que se había ganado en un programa financiado y promovido por ese mismo Estado. Fueron más allá incluso: le dijeron que en el caso que le financiaran la beca para Canadá, ellos descontarían el desembolso fallido que hicieron para Bélgica y que ella tendría que cubrir esos gastos, como el pasaje y la instalación.
Pero la sentencia determina y ordena que el Estado debe cubrir la beca internacional completa. El que Estado ponga una acción extraordinaria de protección no suspende la ejecución de la sentencia, dice Mario Melo. El Estado tiene la obligación de cumplir la sentencia. A partir de ello, decidieron que iban a cumplir la sentencia, pero tras proceso de mediación para satisfacer el derecho de Cenia, que es que le cubran una beca nacional. Así lo permite la ley, que dice que la reparación tiene que ser en consenso con la víctima, y que tiene que permitir que se cumplan sus derechos, dice Melo.
Mientras tanto, Cenia nunca perdió la esperanza de regresar a Bélgica y retomar sus estudios. Acudió a varias instituciones, rendir sus exámenes, pasar el año y seguir estudiando. En el Senescyt le dijeron que iban a elevar el caso a un comité, pero pasaron seis meses sin obtener respuesta. Ella no estudió durante ese tiempo por esperar los tiempos de la burocracia. Luego inició la postulación a Canadá, los trámites, visado, traducciones... Y luego le negaron nuevamente.
"El Estado tiene que cumplir con la sentencia", dice Melo, aunque fue compromiso del Estado que iba desistir de esta acción de protección y que iban a cumplir. Pero no hay forma: llevan seis reuniones en la Procuraduría y siempre hay un pretexto, que falta un documento por parte de ellos, que son dos instituciones responsables (Senescyt y el Instituto de Fomento al Talento Humano) y que entre los dos se contradicen. Por último dijeron que como hay nuevo secretario de la Senescyt y está en México, entonces tienen que esperar a que llegue e instale a las nuevas autoridades. "Simplemente están abusando de la buena fe de Cenia, no hay una decisión de cumplir con sus derechos y le están haciendo perder el tiempo. Si no cumplen, seguiremos, podemos iniciar acciones penales por desacato. Este es un caso emblemático porque es la ineptitud del Estado, más allá de quien ejerza la presidencia de la República el Estado se muestra inepto en su primera obligación: cumplir los derechos de los ciudadanos.
Desde el momento en que Cenia fue parte del GAD, supuso que esto sería un estímulo, un privilegio para los estudiantes destacados. Pero se ha convertido en su pesadilla, dice ella, "porque me ha impedido estudiar, me ha entorpecido el plan de vida que tenía, ha transcurrido muchísimo tiempo, hay desgaste, frustración, para la familia no ha sido fácil tampoco. En este momento ya debiera haber culminado mi profesión y estaría en estudios de posgrado. Lamentablemente todo eso ha quedado frustrado".
EXTRACTO DE LA SENTENCIA
"Cenia fue adjudicataria de una beca bajo el programa "Universidades de Excelencia" de la Senecyt, que después de haber rendido el correspondiente examen en el año 2013, se le notifica que forma parte de los 250 aspirantes de mejor rendimiento del país y que podía acceder a una beca del Estado para realizar sus estudios de tercer nivel en una de las mejores universidades del mundo; que después de realizar los trámites de admisión, fue aceptada en la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, y se le adjudica la beca en el mes de julio del año 2014; que viajó al país europeo e inició sus estudios con regularidad en el año 2015, pero, que los esperados desembolsos no se realizaron, y que tanto sus padres como ella fueron engañados por el analista del ex Instituto Ecuatoriano de Crédito Educativo (IECE), que hicieron préstamos esperando los desembolsos, que cuando la situación se le hizo insostenible y se vio obligada a volver al Ecuador, que en abril de 2016, se responde a su reclamo, dándole dos opciones: dar por terminado el contrato de beca o postular nuevamente para las Universidades de Excelencia; decide postular nuevamente a una universidad de excelencia, bajo el asesoramiento de los funcionarios de la IFTH y Senecyt, que posteriormente los funcionarios de la Senecyt gestionan directamente su admisión con la Universidad de Montreal en Canadá, que dicha universidad le notifica que está aceptada para iniciar sus estudios en enero de 2018, y que bajo su solicitud, la IFTH por medio de su coordinación zonal emite cuatro certificados de financiamiento de beca para presentarlos a la Universidad y la Embajada de Canadá, la cual aprueba su visa y permiso de estudios. Que a pocos días de su viaje, el Coordinador Zonal de IFTH le informa que no podrá estudiar en esa universidad por cuanto no se encuentra en el listado de universidades del año en el que se le adjudicó la beca, por lo que no se firmaría el contrato y no se harían los desembolsos; con este antecedente, denuncia que se ha violentado sus derechos a la interpretación más favorable al ejercicio de los derechos y a la garantía de progresividad de los derechos, y su derecho constitucional a la educación. Solicita que se disponga como medida única de reparación integral, la cobertura de su beca en la universidad de Canadá. Calificada la acción (fs. 39), se ha notificado a los accionados y se ha llevado a cabo la audiencia pública (fs.243 a 247), en la cual la jueza a quo ha negado la demanda por considerar que no se ha vulnerado ningún derecho y que la accionante disponía de la posibilidad de accionar por medio de la justicia ordinaria; lo cual ha sido apelado por la accionante, quien en escrito de fs. 258 a 262. Concedido el recurso, se han elevado los autos a esta Corte Provincial de Justicia y por sorteo ha correspondido el conocimiento a este Tribunal".
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