domingo, 24 de junio de 2018

¿El tío Galo seguirá pasando de agache?

  en La Info  por 
“Suspender una investigación no equivale a archivarla”: la frase la soltó el ex fiscal Galo Chiriboga el jueves 21 de junio en la Fiscalía, cuando le preguntaron por su conducta frente a la denuncia de secuestro a Fernando Balda, según contaron los abogados que asistieron a su comparecencia. Chiriboga, con esa respuesta, suma una perla más a su ya célebre repertorio de frases que tuvo su punto más alto y cómico en esta: “que aparezca en el registro mi pasaje y el de mi esposa no quiere decir que voy a viajar”, dicha en el aeropuerto cuando fue retenido por la Policía porque se presumía que iba a salir del país.
Sobre la comparecencia de Chiriboga el jueves se supo muy poco. Ni él ni su abogado quisieron hablar a la entrada o a la salida. La gran reserva y el hermetismo con el que Chiriboga fue a dar su declaración en la Fiscalía empata perfectamente con el perfil extremadamente bajo que ha tenido el ex fiscal del correísmo durante el desarrollo de las investigaciones del caso Balda y del caso Gabela. Chiriboga era la persona de quien dependía que esos casos se investiguen o no y ha pasado de agache en estos días. En los dos casos que se investigan, que se han reactivado luego de que finalizó el gobierno de Correa, Chiriboga tiene muchas cosas que decir por el simple hecho de que desde su cargo de fiscal se esmeró para que las denuncias no se tramiten y no se hagan las investigaciones del caso.
En el caso del asesinato del general Jorge Gabela, Chiriboga siempre se negó a investigar las denuncias que presentaba la familia de la víctima y cuando la prensa le preguntaba siempre decía que había evidencias suficientes para pensar que se trató de un crimen cometido por delincuencia común. Cuando la ministra de Justicia, Ledy Zúñiga, envió a su despacho una copia del informe final del Comité Interinstitucional, en el que se hacía la observación a unos sospechosos depósitos en la cuenta de un fiscal que había liberado a uno de los autores materiales del crimen, Chiriboga no hizo la investigación. Ese informe enviado por Zúñiga también tenía una observación sobre un trabajo de balística mal hecho que tampoco fue investigado. Zúñiga envió en dos ocasiones el pedido de investigación, pero Chiriboga no hizo nada.
El ex Fiscal fue uno de los pilares de la tesis que mantuvo el gobierno de Correa de que el crimen no estuvo relacionado con las denuncias que el general hizo por la compra de los helicópteros Dhruv. En una investigación sobre el tema, hecho en el 2015 por la periodista Mariana Neira, se dice que luego del crimen del general Gabela, Chiriboga hizo esta aseveración: como el arma con la que se cometió este crimen se encontró en poder de una banda de criminales “nosotros presumimos que fue un caso de delincuencia común”.
En el caso Balda la conducta de Chiriboga no fue muy diferente. Balda presentó en abril del 2013 su demanda por el secuestro que sufrió en Bogotá en el que acusaba a José Serrano, Rafael Correa y a los agentes de inteligencia que materializaron el secuestro. Chiriboga, según la defensa de Balda, tapó todo. “Es más, hizo que una fiscal le quite el expediente a otra que había querido abrir la investigación”, dijo Balda a 4P. mientras que en una entrevista al canal de televisión City TV de Bogotá dijo que Chiriboga “enterró en el lodo de la impumidad” su denuncia por secuestro.
¿Cómo es posible que un tema que en tan solo seis meses ha ido esclareciéndose no haya podido ser investigado por Chiriboga durante años? La pregunta se la ha planteado el abogado de Balda, Felipe Rodríguez, que piensa procesar a Chiriboga por fraude procesal y encubrimiento. Según el testimonio de Juan Pablo Albán, actual miembro del Consejo de la Judicatura y uno de los primeros abogados de Balda, bajo la gestión de Chiriboga hubo una inactividad total, incluso luego de la insistencia de la Fiscalía de Colombia que pedía colaboración porque en ese país ya había un proceso en curso por el tema del secuestro. Fue tal la negativa de Chiriboga a investigar el caso Balda, recuerda Albán, que la Fiscalía colombiana decidió tomar la versión de Balda por su cuenta. Es más, cuando la Fiscalía colombiana pidió la autorización de la ecuatoriana para venir a tomar la declaración de Balda, Chiriboga se negó a hacerlo. “No se trata de no permitir, sino que el instrumento internacional de asistencia penal no establece esas situaciones”, dijo Chiriboga cuando la prensa le preguntó sobre el pedido de la justicia colombiana.
Hasta ahora, el ex fiscal de Rafael Correa ha pasado de agache en estos dos procesos. Pero las víctimas en ambos casos no parecen dispuestos a olvidar sus omisiones, dilaciones y negativas a hacer las investigaciones que pedían en aquel entonces. La gestión de Chiriboga, en ambos casos y otros tantos, ilustra a la perfección cómo funcionaba el correato: la impunidad de quienes estaban en el poder estaba garantizada por una Fiscalía completamente dependiente del Ejecutivo. Las cosas han cambiado, sin embargo, y de la misma manera puede cambiar la suerte de Galo Chiriboga.

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