lunes, 25 de junio de 2018

Fiscalía investiga

PARA REFRESCARLES LA MEMORIA
PUBLICADO EN LA REVISTA EL OBSERVADOR
Abril de 2004


«Con fecha 8 de Marzo de 2004, Paul Vásquez Illescas,
Fiscal Cuarto de lo Penal del Azuay, solicitó al Juez auto
de prisión preventiva en contra de Rita Bravo, abogada
de la UMT, por existir indicios de delito de concusión».
La tramitación de permisos de operación de taxis en la Unidad Municipal de Tránsito con la Compañía de taxis " Rosalía Arteaga" lleva implícito el cometimiento de algunos actos de corrupción en los que se encuentra gravemente involucrada Rita Bravo, abogada de dicha dependencia municipal.
El Fiscal IV de lo Penal del Azuay, Paúl Vázquez Illescas, ha solicitado orden de prisión en contra de esta funcionaria por considerarla junto a Luis Figueroa Buñay, ex – gerente de la compañía de taxis, autora de una falsificación de documentos públicos.
María Eugenia Calle Siavichay, ex secretaria de Figueroa declaró, en la investigación previa llevada a cabo por la Fiscalía IV de lo Penal, que por órdenes de su jefe, llevaba y retiraba los documentos que se tramitaban en la Unidad Municipal de Tránsito, que en una ocasión se entregaron documentos a Rita Bravo Quijano, quien dijo que iba a cobrar por cada persona la suma de tres mil dólares para agilitar los trámites. Se denunció que a Rita Bravo le entregaron en su domicilio, en distintas fechas, la suma de 45000 dólares.
Al parecer, a Rita Bravo le gustaba actuar bajo las sombras y por eso, de nochecita, como Nicodemo en el Evangelio, atendía las visitas antedichas para recibir el dinero. Además, según denuncian algunos de los afectados, era vox populi entre los socios de la Compañía de taxis "Rosalía Arteaga" que a Rita Bravo le gustan las joyas de oro y con tal de "agilitar los trámites" era menester realizar también este tipo de obsequios pues "por la plata baila el perro y por el oro perro y perra".
Se sabe además, que la secretaria de la Unidad Municipal de Tránsito, Catalina Delgado, era quien entregaba los documentos con una nota: "doctora autoriza". La Fiscalía presume que se habría estado utilizando en forma dolosa, instrumentos falsos por lo que Delgado es supuesta cómplice de estos actos de corrupción.
Marcelo Zúñiga, Director de la Unidad Municipal de Tránsito, según se colige, parece que nunca se dio cuenta de las acciones de Rita Bravo, quien, experta en las malas artes del engaño, se burlaba de Zúñiga en sus propias narices y lo engatusaba "con sus encantos" para envilecerlo y así pescar a río revuelto y hacer de las suyas.
No obstante, Zúñiga levantó en la Fiscalía XI de lo Penal del Azuay, una persecución en contra de la Revista "El Observador" por haber denunciado hace ya un año que en la Unidad Municipal de Tránsito se cometían muchas irregularidades en la tramitación de cupos de operación para la Compañía de taxis "Rosalía Arteaga". Qué duda cabe: el tiempo nos ha dado la razón. ¿Por qué se levantó un avispero en aquel entonces?. ¿Y ahora, qué dirá Zúñiga?. ¿Seguirá rasgándose las vestiduras para decir que su honor ha caído al abismo por decirle las verdades y denunciar la corrupción de la transparente administración municipal de Cuenca?.
En aquel tiempo nos preguntábamos si acaso Zúñiga era un verdadero papanatas y hoy queda mas bien confirmado que su "candidez" no tiene límites. ¿Cómo así no se dio cuenta de las actuaciones de Rita Bravo?. ¿Pusilanimidad?. ¿Compromisos con alguien?. ¿Incapacidad, ineptitud?. ¿Falta de autoridad?... ¿Es un tonto útil, un tonto de capirote, o es que acaso, la tontera de Zúñiga no tiene arreglo?.
El Dr. Carlos Castro, Vicepresidente del Concejo Cantonal, en una comunicación del 5 de marzo del año 2003, le advertía a Fernando Cordero, primer personero de la ciudad, sobre la necesidad de realizar una investigación minuciosa en la UMT pero el burgomaestre de Cuenca nunca hizo nada para investigar -intra muros- lo que pasaba en la citada dependencia. Mas bien, zapateó hasta el cielo y -extra muros- nuestra investigación periodística sufrió también los embates de la persecución del ciudadano Fernando Cordero, pues "Corrupción en la Unidad Municipal de Tránsito" es uno de los cuatro artículos con los que la Revista "El Observador" fue demandada por "Daño Moral" con el más inverecundo juicio levantado en la ciudad en contra de la Libertad de Expresión.
Tempus fugit/ El tiempo vuela y más pronto que tarde nos da la razón, corroborando que la «transparencia» de Fernando Cordero y sus colaboradores es una permanente burla para los habitantes de la morlaquía.

La Libertad de Expresión, ni se compra, ni se vende, ni se transa.
EL OBSERVADOR

No hay comentarios:

Publicar un comentario