lunes, 18 de junio de 2018

¿Enaltecemos a Cuenca, Patrimonio Mundial?

Por: Manuel Vallejo Chávez




La declaratoria de Cuenca, como Patrimonio Cultural de la Humanidad, sucedida el 4 de diciembre de 1999, se inscribe en la extensa lista de sitios que comparten una importancia cultural y natural excepcional, posicionándola como un destino turístico destacado en el mundo, por mostrar tipologías enmarcadas dentro de los 10 criterios que la UNESCO considera para declarar un sitio, Patrimonio de la Humanidad, como: ofrecer un original tipo de edificio, conjunto arquitectónico, tecnológico o paisaje, que ilustre una etapa significativa de la historia humana; ser un modelo notable de una tradición de asentamiento humano, utilización del mar o de la tierra, que sea representativa de una cultura (o culturas); entre otras.

A finales de este año, Cuenca festejará “a bombo y platillo” como lo ha hecho desde diciembre de 1999, el  aniversario 19 de la honrosa declaratoria como Patrimonio Cultural de la Humanidad; por lo que cabe reflexionar, si las instituciones públicas y privadas,  autoridades y ciudadanía de esta comarca, comprometidas legal y moralmente a cuidar, conservar y restaurar los bienes patrimoniales tangibles e intangibles de nuestra ciudad, ¿estamos enalteciendo este meritorio reconocimiento?, que nos impone una gran responsabilidad para perpetuarlo,  y no arriesgarlo eventualmente, a que estos bienes puedan ser excluidos de la lista de Patrimonio Mundial, o en su defecto, pasen a formar parte de la lista del Patrimonio en peligro, como consecuencia de un informe negativo que pudiera emitir el Comité de Patrimonio Mundial,  en su momento, como resultado del monitoreo reactivo, que consiste en verificar el estado de conservación de sitios Patrimonio Mundial, que estén bajo amenaza.

Afortunadamente, en la actualidad, los sitios declarados Patrimonio Mundial de nuestro país, no están en ninguna de estas listas; por lo que, estamos a tiempo de progresar en la conservación y protección de los significativos recursos patrimoniales con que cuenta nuestra ciudad. Una buena manera de difundir el valor del Patrimonio Cultural es trabajando, sobre todo con los niños, porque ellos son el futuro, tienen menos prejuicios y es más fácil que aprendan a querer su Patrimonio, a través de una política organizada con los gobiernos locales, el Ministerio de Educación, las universidades, entre otras instituciones públicas y privadas, en torno a lo que significa esta declaratoria para el desarrollo de Cuenca, a corto, mediano y largo plazo.

En el año 2010, fue implementado en el área histórica y patrimonial de la ciudad, el nivel de Inventario “Registro”, realizado por el Proyecto VLIR Ciudad Patrimonio Mundial, en trabajo conjunto con la facultad de Arquitectura de la Universidad de Cuenca y la Municipalidad, teniendo como resultado, que en una superficie de 482 hectáreas se registraron 9.338 edificaciones, de las cuales, 3.154 poseen una categoría de valor patrimonial; en ese mismo año, el Instituto de Patrimonio Cultura (INPC), elaboró un listado de bienes de la zona de El Ejido, registrando 171 casas como patrimoniales. Sin duda, estos registros permitirán que diferentes instituciones públicas y privadas; así como, la ciudadanía en general, tomemos decisiones más informadas, aportando a la gestión patrimonial en nuestra ciudad.

En diciembre del año 2014, con ocasión de conmemorarse los 15 años  de la declaratoria de Cuenca como Patrimonio Cultural de la Humanidad, la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Cuenca y el Municipio, con el apoyo de diferentes instituciones públicas y privadas de esta ciudad, realizaron el Seminario de Actores locales: “El Futuro del Pasado”; en el cual, se plantearon varias reflexiones y recomendaciones generales para la gestión del Patrimonio Cultural de Cuenca, como: “El empoderamiento del patrimonio y la búsqueda de su protección, su potenciación y desarrollo, deben ser generados desde la educación…”; “la conservación del patrimonio pasa por la mejora de la calidad de vida de sus habitantes, por tanto, las acciones planificadas para la gestión del patrimonio cultural edificado, deben tener también como objetivo mejorar la calidad de vida de los pobladores…”; “ la actualización  del inventario de bienes  culturales del Centro Histórico, elevándolo a nivel de Catálogo, con la finalidad de constatar y evaluar el estatus patrimonial de las edificaciones patrimoniales…”; “definir políticas  públicas a largo plazo, que ofrezcan la posibilidad a los propietarios de acceder a créditos blandos para realizar  acciones de mantenimiento en sus viviendas…”; entre otras.

Sobre estas recomendaciones, vale preguntarse ¿se están cumpliendo?; cuando penosamente, en la actualidad, se puede verificar un centro histórico desordenado, con inmuebles patrimoniales públicos y privados, que están expuestos a un deterioro paulatino, por la falta de recursos económicos y técnicos, en unos casos; y por la falta de control y sanción ejemplar, en otros, considerando que desde el 26 de febrero del 2010, se encuentra vigente la Ordenanza  para la conservación y mantenimiento del patrimonio  cultural de Cuenca. El control, no solo debe ser riguroso respecto de los bienes patrimoniales; sino también, de los que no los son, pues ellos forman parte integral del entorno, contribuyendo al prestigio o desprestigio de Cuenca, Patrimonio Mundial.

Es oportuno destacar, los trabajos que se vienen ejecutando por parte de la municipalidad, con el afán de rescatar y conservar algunos bienes patrimoniales, que en este momento generan ciertos inconvenientes a la ciudadanía; así como, las iniciativas de otras autoridades, como la de la ex Presidenta de la Corte Provincial de Justicia del Azuay, Dra. Jenny Ochoa Chacón, que sensible con el tema que nos ocupa, comprometió  a la administración municipal, la rehabilitación del pequeño tramo de acceso al teatro Sucre por la calle Luis Cordero, obra que se encuentra en ejecución y que será inaugurada próximamente.

“El futuro del pasado se construye en el presente. El patrimonio, mediante diferentes acciones, se puede estudiar, proteger o condenar…” (Introducción al seminario - futuro del pasado)

Publicado en la Revista El Observador, edición 105, junio del 2018.

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