domingo, 21 de mayo de 2017

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¿Necesitan los exmandatarios seguridad?

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Domingo, 21 de Mayo de 2017
CASO. El expresidente Borja pasa gran parte del tiempo en su casa, pero cuando sale, lo hace solo.
CASO. El expresidente Borja pasa gran parte del tiempo en su casa, pero cuando sale, lo hace solo.


Luego de la firma del decreto 1369, suscrito por el presidente, Rafael Correa, el Estado proporcionará protección y seguridad a expresidentes, exvicepresidentes y sus familias, por un periodo de un año y 6 meses, respectivamente, aunque los plazos se podrán acortar o alargar.

Este decreto ha puesto en escena el debate sobre la necesidad o no de que los exmandatarios y sus familias gocen de este servicio de protección. El expresidente Rodrigo Borja piensa que no. “En Ecuador desde Alfaro nunca han dado muerte a un expresidente”, reflexiona.

De hecho, Borja recuerda que en sus días como primer mandatario tenía la costumbre de salir, una o dos veces por semana, a caminar por el centro de Quito a las 23:00. “Solamente me asusté un día. Estaba por la iglesia de La Compañía y vi a tres tipos con fusiles. Les di el encuentro y resulta que no eran fusiles sino trípodes de cámaras, eran del Canal 1 de Bogotá”, recuerda Borja, y que estos periodistas querían comprobar si era cierto que él salía a caminar a medianoche. “En Colombia esto es impensable, incluso los expresidentes andan en carros blindados”, dijo.

En la actualidad, varios exmandatarios caminan por las calles sin ningún problema, como sucede con Osvaldo Hurtado, Blasco Peñaherrera Padilla, Rosalía Arteaga o Lucio Gutiérrez. El exvicepresidente León Roldós piensa que “salvo que haya un riesgo inminente contra cualquier ciudadano al que se le deba dar protección, esta disposición me parece absurda”. Roldós dice que sigue el ejemplo de Clemente Yerovi, que el día que terminó su periodo tomó su auto y regresó a Guayaquil, así como José María Velasco Ibarra usaba el transporte público en Buenos Aires.


Seguridad

Hay un antecedente importante. El presidente Correa, por medio de su decreto 418, creó en 2010 el Servicio de Protección Presidencial para reemplazar a la Casa Militar de la Presidencia y al Escuadrón de Transporte Aéreo Presidencial en todo lo que tiene que ver con la seguridad del primer mandatario, su familia y las más altas autoridades. Este Servicio está conformado por efectivos de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.

Al analista de temas de seguridad Alberto Molina le preocupa esta disposición en el sentido de que Correa ha mencionado su deseo de vivir en Bélgica, y sus hijas estudian en Francia. “Imagínese lo que significa en recursos económicos desplazar equipos de seguridad a Francia y Bélgica, con relevos, sueldos, viáticos, pasajes”, cuestiona Molina.

Piensa que los expresidentes que han respetado a los ciudadanos y que han ejercido el poder sin burlarse ni denigrar, caminan tranquilos. Incluso recuerda haber saludado, en calles de Quito, al exdictador Guillermo Rodríguez Lara, que vive sin equipo de seguridad, así como en Guayaquil ha visto a Gustavo Noboa en actividades académicas y religiosas, sin guardaespaldas. “Correa ha creado tanta resistencia que se da cuenta de que va a requerir de seguridad para que, cuando alguien le haga una mala seña, tenga la capacidad como tiene ahora de mandarles presos”, dice el coronel retirado. (MMD)

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