jueves, 30 de enero de 2025

 

Puede ser una imagen de 2 personas, dinero y texto

#IC I Después de más de dos meses se confirma una mentira más de Daniel Noboa, quien insinuó que los 2.1 millones decomisados en plenas manifestaciones eran para financiar las movilizaciones, insinuando directamente como culpable al correísmo, pero nuevamente el tiempo revela “una mentira más” del presidente de Ecuador.
El día del decomiso del dinero, el presidente Daniel Noboa mencionó que presuntamente los USD 2,1 millones iban a ser destinados para financiar las manifestaciones que hubo el 22 de noviembre. Sin embargo, en la instrucción fiscal, las investigaciones apuntan a una red que comercializaba oro que sería de las actividades mineras ilegales y traía grandes cantidades de dinero al Ecuador.
Según el expediente al que el un medio de comunicación nacional tuvo acceso, las hermanas hicieron más de un viaje en noviembre a República Dominicana. Y los agentes aduaneros acusados supuestamente ya habían colaborado antes para el ingreso de dinero presuntamente de actividades ilícitas.
María Verónica M. V., era quien portaba la maleta donde se encontraron los USD 2.1 millones. Ella en su versión, dijo que trabajaba como secretaria de Esteban U. y ganaba el salario básico.
Esteban U., es esposo de la prima de María Verónica y el 15 de noviembre, le habría pedido que viaje a Punta Cana para traer un dinero. En su versión, la implicada aseguró que vio los documentos en orden y le preguntó si podía ir con su hermana Martha Alejandra. La compañía les pagaba el pasaje aéreo y los viáticos.
Según los documentos, las hermanas salieron de Ecuador el 17 de noviembre y estuvieron en República Dominicana hasta el 21 de ese mes. Ese día, regresaron al país y fueron detenidas en el aeropuerto Mariscal Sucre de Quito.
Verónica fue trasladada a oficinas internas en la terminal aérea, donde le pidieron los documentos de respaldo. Ella pidió llamar a su hermana Martha, que había pasado los controles y la esperaba afuera donde también estaba un conductor con un vehículo blindado.
Un policía había retenido a Verónica y según el expediente, en esos momentos, Martha chateaba con Esteban U., el jefe de su hermana, a quien le agradecía por el viaje y el pago. También se comunicaba con el conductor. Posteriormente, los tres fueron capturados.
Sin embargo, no era el primer viaje que realizaban las hermanas. En las investigaciones se detalló que ambas fueron antes a República Dominicana. En los documentos constan que María Verónica M. V. y su hermana viajaron el 6 de noviembre y retornaron ese mismo día.
El 12 de noviembre volvieron a viajar hacia ese destino y retornaron el 13. Y finalmente, tomaron un avión desde Quito hacia Punta Cana el 17 y regresaron el 21 con la maleta que contenía el dinero.
En el registro migratorio, se evidencian también otros viajes de ambas hacia Panamá y Colombia durante 2024. Según el expediente, en el vuelo del 6 de noviembre María Verónica viajó con un hombre. Ambos supuestamente portaban una caja con piezas de oro de 17 000 y 5 000 gramos dentro de una mochila. El 13 de noviembre, ella retornó al Ecuador con USD 2.1 millones.
Posteriormente, María regresó el 17 de noviembre a Punta Cana portando otra mochila con 31 000 gramos de oro. En la Aduana de ese país adjudicó que el material lo compró con el dinero que portaba en el viaje anterior. Finalmente, cuatro días después, ella regresó a Ecuador con otros USD 2.1 millones y fue detenida.
Así mismo, otro de los implicados - Carlos L. V., también realizó un viaje a Punta Cana llevando "material no ferroso", presuntamente oro. Y regresó al Ecuador con USD 1.2 millones. Todas las sumas antes mencionadas, habrían salido del mismo banco en República Dominicana.
Según la Fiscalía, la red pretendía ingresar en total USD 5 millones. Y de acuerdo con la información obtenida de los celulares de los sospechosos, el supuesto material mineral salía del país disfrazado en llaves y otros objetos manuales, para ser ingresados a la zona de comercio.
Los datos en los teléfonos determinó también la comunicación que existía entre los miembros de la Aduana acusados. Ellos, dentro de la organización, recibían fotografías de las pasajeras que iban a ingresar el dinero al Ecuador.
Supuestamente estaban pendientes del arribo, para revisar la documentación de respaldo de la declaración de los montos para dejarlas pasar.
Según los documentos, no era la primera vez que los uniformados hacían este trámite. El fiscal del caso expuso durante una de las audiencias, conversaciones entre los agentes, donde explicaban por dónde sacar a las mujeres con el dinero, cómo ingresar los papeles e incluso, que borren los chats.
También hay un diálogo donde se alerta que la Policía retuvo a María Verónica.
El presunto rol de los empresarios, era dar las directrices. María Verónica les escribía indicando cuando llegaba a República Dominicana, cuando iba a regresar, entre otros movimientos. Si le preguntaban sobre el dinero, ella debía decir que era de una empresa en Santo Domingo (República Dominicana) para la inversión en una plaza comercial ubicada específicamente en Cuenca.
Una empresa en Ecuador está investigada, pues se habría usado el nombre para justificar los movimientos económicos. La entidad registra una actividad económica de venta de electrodomésticos y no tenía la capacidad para recibir esas sumas de dinero.

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