jueves, 15 de enero de 2015


En: Opinión

Escrito por Carlos Sagnay de la Bastida
La propaganda gubernamental a nivel nacional e internacional se refiere a un milagro ecuatoriano. Sin embargo, ¿existe milagro en un país con más y más impuestos, des-aceleración económica, eliminación de subsidios, resurgimiento de la inflación, déficit fiscal insostenible, deuda en crecimiento y con su principal riqueza dilapidada?
El crecimiento económico en 2011 fue 7.8%; en 2012, 5.1%; en 2013, 4.5%; para 2014 está proyectado en 4% y en los años venideros no podrá ser sostenido con el esquema económico del Gobierno actual, puesto que el motor del crecimiento de años pasados, el gasto público, no será posible mantener, como se le ha advertido a este Gobierno de forma continua y constante, ya que, como es evidente, la bonanza ha terminado, a tal punto que se está adquiriendo deuda para pagar deudas pasadas (capital e intereses).
Además, el ámbito internacional tampoco se presenta favorable para Ecuador. El petróleo, que ha favorecido al Gobierno durante 8 años, debido a un premio en su precio por el riesgo político ocasionado por constantes amenazas de interrupción del flujo normal de petróleo y gas en áreas sensitivas para su precio, como Irán, Siria, Gaza, Ucrania y Rusia, entre otros, ahora presenta un escenario en el cual la oferta supera a la demanda considerablemente, por lo que la mayoría de los pronósticos apuntan a una era de precios más moderados que en los últimos años, ya que el exceso de producción petrolera puede contrarrestar fácilmente el premio en el precio por riesgo político.
A esto hay que añadir que el diferencial entre el crudo West Texas Intermediate (WTI) y los crudos ecuatorianos, Oriente y Napo, que por algunos años se mantuvo favorable para nuestros crudos debido a problemas de producción del WTI que significó un aumento en la demanda por crudos menos livianos o más pesados que el WTI, como los nuestros, ha vuelto a la normalidad y ahora la cotización presenta un descuento para nuestros crudos en alrededor de $10 por barril. Con el WTI a $90.73, nuestro crudo Oriente está alrededor de $80.73 por barril, debajo del precio del petróleo en el presupuesto de $86.40.
Por otro lado, la tasa de interés, muy importante para el Gobierno debido al alto nivel de endeudamiento que tenemos, empezará a subir, tal vez desde principios del próximo año, de acuerdo a señales emitidas por los gobiernos de EE.UU. y Europa. Esto es significativo no solo por el mayor costo del dinero reflejado en la tasa de interés, sino por la señal que se enviará a los mercados internacionales cuando se dé el primer incremento, que el tiempo de dinero barato, cercano a 0%, ha terminado, con el consiguiente cambio de preferencia en el tipo de inversiones que ha primado durante estos años y que ha favorecido a las materias primas o “commodities”, tales como oro y petróleo, hacia industrias con gran potencial de crecimiento. Con este escenario, es mucho más probable que el precio del petróleo baje y difícilmente veremos precios de $110 por barril y sólo con guerra alcanzaría el nivel de $147 de hace algunos años.
El cambio de matriz productiva responde al fracaso de la política petrolera del Gobierno, que se ha dedicado a producir y consumir sin invertir en exploración y por lo tanto sin encontrar nuevas reservas que reemplacen las explotadas. Se ha puesto énfasis en aumentar la producción para tener más recursos y la producción que se había mantenido en alrededor de 500.000 barriles diarios ha sido incrementada a 560.000 y esperan subir a 580.000 barriles diarios a finales de este año, en una muestra más de la desesperación por obtener recursos líquidos.
El cambio de matriz productiva también refleja la necesidad de conseguir liquidez a través de la eliminación de los subsidios, que a su vez expone el error del Gobierno en su política económica de gastar y gastar sin producir. Pero las medidas económicas que no se toman de manera planificada, sino como respuesta a la desesperación, tienen efectos secundarios y la eliminación de los subsidios, que afecta a los más pobres, traerá como consecuencia el incremento de la inflación en nuestro país.
El déficit fiscal crece vertiginosamente, como podemos apreciar con las cifras del Gobierno, que hasta hace unos días señalaba el déficit en $5.000 millones, y que ahora ha sido modificado a $7.272,9 millones a diciembre 2014, aunque contabilizando la necesidad de financiamiento para cubrir amortizaciones de deudas por $2.933.9 millones y el pago de los fondos recibidos por ventas anticipadas de petróleo por $1.090,1 millones, el déficit real es de $11.296.9 millones en el año 2014, cifra similar al déficit para el año 2015.
Está claro que el Gobierno está tratando de financiar las deudas con más deuda y en estas circunstancias la propuesta de una alianza público-privada es como lanzar una boya a alguien que se está ahogando y rechazarla es un acto suicida.
El 6 Junio 2014, diario Expreso publicó “La deuda pública llegó a los $24.406 millones, contabilizando los $400 millones del préstamo de Goldman Sachs, que implicó la entrega de alrededor de la mitad de nuestras reservas de oro. Desde entonces, la deuda ha crecido rápidamente: emisión de bonos en los mercados internacionales por $2.000 millones, préstamo del FLAR por $295 millones, préstamo de India por $142 millones, préstamo del grupo Noble Américas a Petroecuador por $1.000 millones, orden de la Corte Suprema de los Países Bajos de pagar $106 millones a Chevron, que suman $3.543 millones en los últimos 3 meses.
El presidente repite continuamente que la deuda asciende al 28% del producto interno bruto del año 2014 y que es manejable. Sin embargo, la deuda total debe incluir todo lo que se debe y entonces notamos que la deuda no es tan manejable como indica el Gobierno.
Se debe incluir $650 millones por los Bonos Global 2015 que expiran a principios del próximo año, así como las deudas a Perenco de alrededor de $400 millones y a Occidental por alrededor de $2.400 millones, incluyendo costos legales e intereses, determinadas en juicios internacionales perdidos y que están en apelación por más de un año. También la deuda a China, cuyo monto exacto constituye un misterio porque no se informa a la nación de manera transparente y que para este año podría ser alrededor de $6.500 millones. Tomando en cuenta estas cifras, el monto de la deuda 2014 asciende a $37.899 millones, alrededor del 40% del producto interno bruto.
Nuestras reservas petroleras también están comprometidas con China desde el año 2015, probablemente, hasta el 2020 y posiblemente hasta el 2022. Esto es deuda, cuyo pago está garantizado con los fondos resultantes de las ventas de nuestra producción petrolera futura. La mitad de nuestra producción petrolera exportable por año sería dedicada al pago de la deuda a China: El ingreso por exportaciones petroleras en el año 2013 fue más de $13.000 millones. La mitad, correspondiente a $6.500 millones, multiplicados por 6 años equivalen a $39.000 millones. Cuando añadimos esta cifra a la deuda 2014, tenemos un endeudamiento hasta el 2020 de $76.899 millones. Si el endeudamiento con China es hasta el 2022, la deuda se incrementa en $13.000 millones y asciende a $89.899 millones.
Esta cifra podrá incrementarse en los años subsiguientes si los fallos de los litigios internacionales en marcha con Chevron, Murphy, Copper Mesa, Zamora Oro, RSMProduction Corporation, Merck Sharp & Dohme, Arch Trading Corporation, Petrobras Argentina (TLC). son en contra de Ecuador.
El 26 Septiembre 2014, Albornoz reportó en Teleamazonas la deuda interna en $11.153 millones, que incluye la deuda al IESS. A esta cifra se debe añadir $502 millones por re-valorización del oro, que a pesar de ser solo un asiento contable, el Banco Central tomó dinero líquido de las cuentas de ahorros, corrientes y afiliados alIESS y tendrá que ser devuelto, por lo que la deuda interna es $11.655 millones. No está claro a cuánto asciende la deuda interna por concepto del pago con bonos a contratistas y jubilados.
Cuando consideramos las cifras anteriores, sobre las cuales el Gobierno no informa claramente, el total de la deuda externa e interna asciende a $101.554 millones. Es evidente que con nuestra principal riqueza dilapidada, sin encontrar nuevas reservas petroleras debido a la falta de inversión en exploración, sin producción en otras áreas, con déficit presupuestario financiado a través de nuevos préstamos, adquiriendo deudas para pagar deudas, tenemos un endeudamiento creciente y, potencialmente, una bomba de tiempo.
A fines del 2012, el presidente admitió que teníamos reservas petroleras para 10 años más. Al tener nuestras reservas comprometidas, ya no somos un país petrolero. No debemos confundir magia con milagro. La magia ecuatoriana, realizada por el Gobierno actual, ha sido hacer desaparecer nuestras reservas y al no tener otras fuentes de ingreso para servir las deudas, hemos quedamos con un Ecuador quebrado.
ANEXO: MONTO TOTAL DE LA DEUDA
$24.406 MILLONES (VER EXPRESO 6 JUNIO 2014)
$ 2.000 MILLONES (BONOS INTERNACIONALES)
$ 295 MILLONES (FLAR)
$ 142 MILLONES (INDIA)
$ 1.000 MILLONES (NOBLE AMÉRICAS)
$ 106 MILLONES (CHEVRON)
$ 650 MILLONES (BONOS GLOBAL 2015)
$ 400 MILLONES (PERENCO)
$ 2.400 MILLONES (OCCIDENTAL)
$ 6.500 MILLONES (DEUDA A CHINA 2014)
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$37.899 MILLONES (DEUDA EXTERNA 2014)
$39.000 MILLONES (DEUDA CON CHINA 2015-2020)
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$76.899 MILLONES (DEUDA EXTERNA INCL. DEUDA CHINA HASTA 2020)
$13.000 MILLONES (DEUDA A CHINA 2021-2022)
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$89.899 MILLONES (DEUDA EXTERNA INCL. DEUDA CHINA HASTA 2022)
$11.153 MILLONES (DEUDA INTERNA A JULIO 2014 INCLUYE DEUDA IESS)

$ 502 MILLONES (RE-VALORIZACIÓN DEL ORO)
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$101.554 MILLONES (DEUDA EXTERNA INCL. DEUDA CHINA HASTA 2022 + DEUDA INTERNA + RE-VALORIZACIÓN DEL ORO)

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