LOS SUEÑOS DE PERRO CON HAMBRE DE MI POBRE ANGELITO
Por: Jaime Cedillo F.
"Mi pobre angelito", sí, el mismo, el que era halagado y alabado en sabatistas por el prófugo de la justicia, el Contralor cien sobre cien, Carlos Pólit, que pretendió que la justicia gringa le baje la condena que está cumpliendo en una de las cárceles de ese país, por lavado de activos. Le dijeron nones, tienes que estar encerrado diez años completitos, más tres de libertad supervisada.
Con el cinismo que le caracteriza, Correa (el loco del ático), se atrevió a decir que su socio Pólit estaba tan, pero tan pobre, o sea chiro, que los amigos tenían que hacer "vaca" para reunir unos fonditos para que pueda contratar un abogado, de medio pelo, para que lo defienda; la Corte del Distrito Sur de Florida, le decomisó 16.5 millones de dólares, que corresponden al monto del dinero lavado en los EEUU. Su hijo Jhon, va por el mismo camino chueco del padre, porque ya saben que quién con lobo se junta aullar aprende. También está siendo procesado penalmente, y recibirá una pena, seguramente algo reducida porque está colaborando con la justicia norteamericana.
Es que " Mi pobre angelito" acumuló millones de dólares por sobornos recibidos de empresas nacionales, y de la constructora brasileña Odebretch. Se conoció en el juicio que fueron 35 millones de dólares los repartidos por Odebretch a los correístas para conseguir contratos. Marcelo Odebrecht: «Yo no he corrompido a nadie, ellos ya eran corruptos cuando los conocí».
Los correístas convirtieron a la Contraloría en un cuchitril de mala muerte, en la casa de los bandidos, donde se negociaban las glosas, las auditorías, donde se disputaban el pastel de la corrupción con uñas y dientes, porque sabían lo que tenían entre manos, los enormes beneficios económicos que percibían bajo la mesa.
El prófugo Correa, sentenciado a 8 años de prisión por corrupción, en el caso Sobornos (2012-2016), con otros procesos penales en marcha; su vicepresidente, Jorge Glas, cumple dos condenas por delincuencia organizada, aunque una justicia chueca y corrupta le liberó, hoy esos jueces que pisotearon la ley, fueron destituidos y están presos, sus nombres no vale la pena mencionarlos porque provocan náuseas. "Mi venganza personal será contundente".
En una acción "cinematográfica" el "Chueco" fue sacado como todo vulgar delincuente de cuello blanco de la Embajada de México en Quito, y recluido donde reside hasta cumplir las condenas. Le han pretendido convertir en víctima, en perseguido político, en la "Madre Teresa", cuando en realidad es uno más de la larga lista de truhanes de manos limpias, mentes lúcidas y corazones ardientes, que se frotan las manos y afilan las uñas, esperando el momento para convertir, nuevamente, a la justicia en una practica diaria: LO HICIMOS.
"La verdad incomoda a quienes viven de la mentira".
El Observador
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