El observador

 LA DOBLE MORAL DEL ALCALDE ZAMORA MATUTE

Por Jaime Cedillo F.

"De la punta de un cerro bajó un burro parlante, el pueblo ignorante, lo eligió su gobernante. Pobre pueblo ignorante, no sabía que ese burro era un maleante".

Ayer estalló un nuevo escándalo de corrupción en la administración del "alcalde" de Cuenca, Cristian Zamora Matute. La asambleísta electa por ADN, Camila León, convocó a la prensa para denunciar que el expolicía Pablo Bolívar Cueva Vallejo, director del Consejo de Seguridad Ciudadana, fue dado de baja de la institución policial por mala conducta profesional, por atentar en contra de los valores y buena imagen de la Policía Nacional; además, enfrenta un proceso penal por robo (17283202001469).

A Cueva Vallejo, mano derecha de Zamora Matute, en temas de "seguridad", la justicia le dictó medidas cautelares, prohibición de salir del país y presentaciones periódicas ante la autoridad.

Los mejores, los más preparados, con hojas de vida limpia, esos son los que formarán parte de mi administración, gritaba Zamora a los cuatro vientos, cuando se alzó con la alcaldía con un porcentaje de apenas el 18 por ciento de votos.

Pero, a la vuelta de la esquina, no han sido los mejores, los más preparados, peor con hojas de vida limpia; han sido, todo lo contrario, unas fichas (con contadas excepciones) Por eso, la joven asambleísta, le desenmascaró al burgomaestre que administra la ciudad patrimonial a su antojo y capricho, que es un personaje de DOBLE MORAL, porque una cosa es lo que pregonaba en campaña, y, otra, totalmente diferente, lo que hace en perjuicio de los intereses y las buenas costumbre de los cuencanos.

Esto de la doble moral (es cuando una persona o institución actúa de manera distinta con diferentes grupos de personas o en situaciones similares. Es decir, cuando se afirma ser moral pero no se actúa de acuerdo con los valores que se proclaman.

La doble moral, la mentira, la complicidad, el despilfarro de recursos, las agresiones verbales a las personas que se han atrevido a cuestionar su mala conducta pública, las amenazas, el nepotismo, mal uso del poder político, tráfico de influencias, son los antivalores que adornan la administración de este "personaje", que premia a sus cercanos colaboradores que cometen atrocidades como el caso de violación que es investigado por la Fiscalía; las denuncias de corrupción que están siendo procesadas por la Contraloría General del Estado, por malos manejos de los recursos, por hacer caso omiso de las leyes y reglamentos.

Esta paupérrima administración que camina de tumbo en tumbo, de denuncia en denuncia, de sapada en sapada, de tarima en tarima, no se detiene, avanza incontenible por la senda del libertinaje, que ha perdido la sensatez, cuenta con la triste complicidad de una mayoría de concejales, que le hacen el coro, que le aplauden, le complacen, le encubren, a cambio de una plato de lentejas. Los que fueron electos para trabajar por nuestra amada ciudad, son los sepultureros de la honestidad, de los principios éticos y los valores morales.

Los funcionarios municipales de carrera, íntegros, que trabajan diariamente con manos limpias, los ciudadanos todos, cansados de tanta podredumbre, tenemos que ponernos de pie y hacer justicia por mano propia, porque de las instituciones llamadas a velar por el respeto de las leyes y las ordenanzas, ya hemos perdido la esperanza de justicia, de días mejores.

"La política no tiene relación con la moral, la política es el arte de engañar".

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