domingo, 16 de enero de 2022

 

POR: Johanna Muños FAlconí

Publicado en la Revista El Observador (edición 126, diciembre de 2021) 

 


Análisis de las Instituciones Culturales en el Azuay
Tres organismos a nivel local presentan a la cultura como su principal competencia, se trata de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Azuay, la Dirección de Cultura del GAD Municipal de Cuenca y la Dirección del Museo Pumapungo (perteneciente al Ministerio de Cultura); y como entidad de soporte en el ámbito de Patrimonio, la Dirección Zonal 6 del INPC. Para comprender el tema de las políticas públicas en torno a la cultura en el Azuay es necesario identificar las competencias de cada una de las entidades a nivel local, las decisiones que se han tomado en cuanto a temas como calidad de inversión del gasto público y direccionamiento de las políticas públicas están relacionadas directamente al soporte ideológico de los gobernantes de turno, ya sea desde la administración de la Casa de la Cultura (ente que conserva autonomía a nivel administrativo y financiero y que consiguió reelección a pesar del ausentismo marcado en las votaciones, ya que aproximadamente asistió solo un tercio del padrón electoral), la Dirección de Cultura por su parte persigue las directrices ya marcadas por la ideología de la administración local, mientras que el Museo Pumapungo se maneja bajo la perspectiva directa del Ministerio de Cultura.

Tanto desde el gobierno nacional como local se han impulsado una serie de iniciativas encaminadas al desarrollo de la Economía Naranja, posicionamiento de las industrias culturales y otros constructos que invocan el desentendimiento paulatino de la inversión del Estado ecuatoriano en cultura, que en los últimos años no ha sobrepasado el 0.4 nual del Presupuesto General del Estado. Si bien las actividades culturales, artísticas y sus hibridaciones con la industria del espectáculo generan interés por parte de las autoridades, ya que les permite  una suerte de posicionamiento de su imagen al auto identificarse como mecenas o benefactores pero con fondos públicos; sus intenciones no pasan de “apoyo”, pugna e intercambio de intereses para la construcción o modificación de cuerpos normativos que finalmente continúan erosionando al sector, se subraya la ausencia de un compromiso real en la formulación de planes, programas y proyectos de mediano y largo alcance que permitan el adecuado crecimiento económico y sostenibilidad del segmento.

En el Art. 4 de la Ley Orgánica de Cultura, acerca de los Principios se mencionan entre otros, Prioridad, acerca del contenido simbólico de la producción cultural que excede al ámbito meramente económico, mientras que, Soberanía Cultural trata acerca del fomento y protección de la producción cultural y creativa nacional, memoria social y el patrimonio cultural frente a la amenaza de contenidos culturales hegemónicos, una adecuada lectura y aplicación de tales principios ciertamente, permitiría el redireccionamiento del gasto público en pos de cubrir necesidades específicas.

Las Fiestas de Cuenca de noviembre han dejado incógnitas respecto a si fue correcto el proceso de absorción del Comité Permanente de Festejos (entidad conformada por autoridades, representantes de la sociedad civil entre otros personajes) por la Dirección de Cultura, tanto a nivel de procesos como de presupuestos. La proyección de inversión para el 2021 es de 4,158,231 USD para la Dirección de Cultura, a nivel general llaman la atención los rubros que serían asignados para Contratación de estudios, investigaciones y servicios técnicos especializados (estudio y diseño de proyectos cultura) por un valor de 1,220,000 USD, Servicios Generales que consta de dos secciones, Edición, impresión, reproducción, publicaciones, suscripciones, fotocopiado, traducción, empastado por un valor de 60.000 USD mientras que se asigna para espectáculos culturales y sociales un rubro de 500.000 USD y, en un apartado diferente constan 650.090 USD por concepto de Servicios de Seguridad y Vigilancia (cabe aclarar que ese rubro aparece de manera exclusiva para la Dirección de Cultura), el Presupuesto se aprobó el año anterior y ciertamente cualquier modificación debía pasar por el Concejo Cantonal.

La inversión estatal en cultura es mínima respecto de otros segmentos, por esa razón se requiere la optimización del gasto público en actividades que generen impacto real en los actores, gestores y sobretodo en la educación de públicos especializados y no especializados con actividades encaminadas al fomento, creación, promoción, difusión, circulación de obras y creaciones de carácter inédito. Se ha vuelto una práctica común desde la propia institucionalidad el fomento a la réplica ad infinitum de elementos procedentes de contenidos posicionados en los mass-media para aplicarlos en varias expresiones a nivel local , así como en los proyectos borrador de emprendimientos culturales que en la actualidad se miden bajo algunos parámetros de la Economía Naranja y del desarrollo de las industrias culturales, es así que asistimos a versiones de baja calidad al estilo Shark-Tank para la caza de nuevos talentos en donde obviamente triunfarán los proyectos generados al amparo de la mentalidad de tiburón de los concursantes, sin un análisis severo de la pertinencia de inversión por parte de la entidad pública auspiciante.

A nivel de gobierno local, el ejemplo más relevante en torno al abandono sistemático hacia el sector desde las estructuras de poder alcanza su punto álgido el día 27 de octubre del año en curso, el Cuerpo de Bomberos Cuenca hace público en redes sociales el lamentable suceso respecto a la inundación las inmediaciones de la Escuela Central, en las gráficas se puede observar en el subsuelo una serie de libros publicados por la Dirección de Cultura, incluso de algunos ejemplares que estaban listos para su lanzamiento por ocasión de las Fiestas de Cuenca; aparentemente se omitieron los protocolos en cuanto a adecuadas prácticas de catalogación, archivo y almacenamiento, mientras que los libros lucían destruidos por el efecto de las aguas negras y pese a los reclamos desde diferentes sectores el asunto quedó en el olvido, una semana más tarde en el Estadio Municipal se realizaron una serie de conciertos con reconocidos personajes del espectáculo y la farándula, con gran cobertura mediática y presencia de las autoridades locales tanto en zonas VIP y el escenario. Permanentemente se valora a la industria del espectáculo sobre la producción cultural independiente y ello constituye un indicador y evidencia para determinar el modelo de gestión predominante a nivel local, además permite determinar el lugar que ocupan en el imaginario de las autoridades de turno los asuntos concernientes a la producción local en el ámbito de las artes y la cultura.

A nivel general, cabe preguntarse si ¿es correcto que el presupuesto manejado a través de los diferentes niveles de gobierno e instituciones y planificado al amparo de sus competencias ya sean exclusivas o concurrentes se invierta en un segmento que genera de por sí alto rendimiento económico como es la industria del espectáculo y del entretenimiento?, ¿por qué se precariza sistemáticamente a los trabajadores del sector artístico y cultural mientras que para los empresarios del entretenimiento, que operan bajo el disfraz de gestores culturales, siguen apareciendo grandes réditos?, ya en el ámbito del GAD y Concejo Cantonal ¿es correcto tratar de acoplar un Proyecto de Ordenanza de Cultura para favorecer a los actores de la industria del entretenimiento dejando de lado a las expresiones que no pueden generar grandes réditos económicos a su alrededor, pero que son absolutamente necesarias para el desarrollo de la sociedad como acciones puntuales para el rescate del patrimonio cultural, la promoción de música académica, vigencia de quintetos polifónicos, promoción de contenidos para museos, salas de exhibición de Artes Plásticas y Visuales, laboratorios creativos, investigación de las artes, entre otros; y cuya cobertura está garantizada por Ley Orgánica de Cultura?

Desde la CCE Azuay, la actividad sobre la que se ha medido la inmensa gama de producción artística y cultural en el Azuay constituye la Danza Folklórica, experticia del actual Director Provincial, Sr. Martín Sánchez; sin embargo, sistemáticamente se han desconocido actividades y actores que operan fuera del espectro de la actividad en mención, también se favorecen ampliamente iniciativas para el fomento de la Economía Naranja y experimentos productivo-empresariales que nacen al amparo de una hibridación que toma como vertientes arte/cultura – industria del espectáculo, tales experimentos decantaron por ejemplo en la premiación de la creación de disfraces de alta gama de superhéroes con marca registrada, detalle que fue omitido tanto por los creadores, así como por las autoridades y el jurado, meses más tarde el GAD Municipal pretendía la inversión de 70.000 USD en un evento bajo el modelo  de contratación a un proveedor invitado, al amparo de un pliego hecho a la medida del oferente para resaltar la cultura del cómic (en su versión sucedánea y más comercial como son las series animadas, e  incluso asignándole la característica de fomento del Patrimonio Cultural del Ecuador lo cual resulta altamente peligroso), también en otro ejemplo bastante particular se ha visto que en actividades para niños se fomenta la pintura de piezas de cerámica elaboradas con molde de yeso a partir de figuras del anime japonés.

El segmento asociado a la circulación y comercialización de elementos procedentes de la industria del espectáculo transnacional se encuentra completamente posicionado y no necesita de forma alguna ayuda e incentivos procedentes de fondos públicos, ya que mantiene su propia lógica, dinámica y por ende salida comercial inmediata, lo que sí necesita adecuada inversión y garantías por parte del Estado es la producción de carácter independiente, que nace de la investigación de la realidad local y nacional, también los elementos propios del patrimonio cultural material e inmaterial como las artesanías en vías de extinción; en el ámbito de fomento a la creatividad  las actividades asociadas a las artes aplicadas, entre otros elementos que están siendo desplazados por una dinámica al estilo de “supermercado cultural” que impone condiciones sustancialmente injustas para quienes se encuentran fuera del régimen empresarial o se mantienen en su derecho de operar como gestores independientes.

El derecho a la libertad de expresión y de pensamiento crítico también se debe garantizar a través de las convocatorias públicas y transparentes que tienen que realizar las entidades en cuestión, si es posible bajo calificación por jurados capacitados en cada una de las áreas, la participación tiene que ser plural con una dinámica ajena a patrocinios a cambio de apoyo en procesos eleccionarios, por otro lado, ciertamente cualquier Proyecto de Ordenanza de Cultura que definirá el destino de la Dirección de Cultura no puede constituirse en una fórmula mágica para subsanar problemas mientras los intereses de orden político sigan tomándose las estructuras y fijen un monopolio de intenciones anti técnicas a través de cuerpos normativos no se podrán solucionar asuntos sustanciales, las actividades relacionadas directamente a los festejos y su estructura deberían mantenerse en un apartado muy bien definido para evitar que se sigan cometiendo los errores y omisiones que se han visto hasta el momento.

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