Cómplices de la corrupción correísta
Hoy la historia se repite. Unos faltan y otros se abstienen. ¿Por qué la cobardía los supera y no votan frontalmente en contra de lo que se les plantea? ¿Por qué faltan a las sesiones más decisivas? ¿Por qué se abstienen?
08 de mayo del 2018
POR: Gabriel Hidalgo Andrade
Politólogo y abogado. Docente universitario.
¿Defienden la corrup-ción del sistema de justicia, la politiza-ción de las cortes y juzgados, la aniquila-ción de la sepa-ración de poderes?".
Desde los tiempos de la denostada partidocracia, los diputados más tramposos en el Congreso Nacional se ausentaban a las sesiones legislativas para evitar la instalación del quorum reglamentario. En lugar de presentarse, argumentar y votar, lo que les quedaba más fácil era faltar.
Hoy la historia se repite. Unos faltan y otros se abstienen. ¿Por qué la cobardía los supera y no votan frontalmente en contra de lo que se les plantea? ¿Por qué faltan a las sesiones más decisivas? ¿Por qué se abstienen?
De cualquier forma, al final del mes, estos faltones cobran íntegro su jugoso sueldo que, en un solo pago, equivale a más de 15 sueldos de un obrero decente. ¿Por qué un asambleísta ocioso gana en un mes lo que un trabajador percibe en más de un año?
Se aprobó el inicio del juicio político en contra del presidente del Consejo de la Judicatura Gustavo Jalkh y de los 7 votos del Consejo de Administración Legislativa, 2 se abstuvieron y 1 faltó a la sesión. Con esos 4 votos de 7, que corresponden a la mayoría, se inicia el trámite. Pero ¿qué defienden los faltones y los abstemios? ¿Por qué no votan por un juicio que transparente la administración de justicia?
En una reciente encuesta se pudo confirmar que más de 7 de cada 10 ecuatorianos desconfían de la justicia de su país. Después de la consulta popular del 7 de mayo de 2011 el presidente Rafael Correa amenazó con “meter las manos en la justicia”, y de esta forma, anuló la separación de poderes, sometió a las cortes y juzgados a su poder político, inició los procesos fraudulentos de construcción de infraestructura y compra de equipos con millonarios sobreprecios, convocó a concursos mañosos para posesionar jueces afines a la revolución, y engañó a los ganadores en esos mismos concursos quienes tenían el legítimo derecho de ocupar esos cargos. Todo sirvió para presionar a los operadores de justicia, antiguos y nuevos, y lograr sentencias favorables a su mafia delictiva.
El presidente del Consejo de la Judicatura que será investigado no es más que un títere de ese poder. Fue secretario de Justicia y secretario del Interior en el gobierno de Rafael Correa, y secretario personal del mismo Rafael Correa durante su presidencia, antes de convertirse en titular del único y más alto consejo de jueces del Ecuador. ¿A alguien puede quedarle dudas de los compromisos políticos de Gustavo Jalkh?
Pero Jalk, elegido como presidente de la judicatura durante el cuestionado gobierno del presidente Rafael Correa, no pudo frente a sus propias ambiciones y alternó entre el Ejecutivo y el Judicial sin ningún sonrojo. Esto permitió eliminar la independencia judicial, exacerbar la corrupción y politizar más la justicia.
¿Esto es lo que defienden los faltones y abstemios? ¿Defienden la corrupción del sistema de justicia, la politización de las cortes y juzgados, la aniquilación de la separación de poderes?
Son los mismos abstemios y faltones que le pusieron un candado al juicio político en contra de Augusto Espinoza, ex ministro de educación, cuestionado por la avalancha de 880 casos de violación sexual a niños y niñas en establecimientos públicos; los mismos que pusieron un candado al juicio al ex vicepresidente Jorge Glas por sus compromisos con las redes de corrupción en los casos de Odebrecht, Petrochina y Refinería del Pacífico; los mismos que evitaron que Jalkh fuera juzgado antes y los que quieren evitar que ahora lo sea…
Los faltones y abstemios son cómplices de la corrupción y así es como debe recordarlos la historia.
@ghidalgoandrade
Hoy la historia se repite. Unos faltan y otros se abstienen. ¿Por qué la cobardía los supera y no votan frontalmente en contra de lo que se les plantea? ¿Por qué faltan a las sesiones más decisivas? ¿Por qué se abstienen?
De cualquier forma, al final del mes, estos faltones cobran íntegro su jugoso sueldo que, en un solo pago, equivale a más de 15 sueldos de un obrero decente. ¿Por qué un asambleísta ocioso gana en un mes lo que un trabajador percibe en más de un año?
Se aprobó el inicio del juicio político en contra del presidente del Consejo de la Judicatura Gustavo Jalkh y de los 7 votos del Consejo de Administración Legislativa, 2 se abstuvieron y 1 faltó a la sesión. Con esos 4 votos de 7, que corresponden a la mayoría, se inicia el trámite. Pero ¿qué defienden los faltones y los abstemios? ¿Por qué no votan por un juicio que transparente la administración de justicia?
En una reciente encuesta se pudo confirmar que más de 7 de cada 10 ecuatorianos desconfían de la justicia de su país. Después de la consulta popular del 7 de mayo de 2011 el presidente Rafael Correa amenazó con “meter las manos en la justicia”, y de esta forma, anuló la separación de poderes, sometió a las cortes y juzgados a su poder político, inició los procesos fraudulentos de construcción de infraestructura y compra de equipos con millonarios sobreprecios, convocó a concursos mañosos para posesionar jueces afines a la revolución, y engañó a los ganadores en esos mismos concursos quienes tenían el legítimo derecho de ocupar esos cargos. Todo sirvió para presionar a los operadores de justicia, antiguos y nuevos, y lograr sentencias favorables a su mafia delictiva.
El presidente del Consejo de la Judicatura que será investigado no es más que un títere de ese poder. Fue secretario de Justicia y secretario del Interior en el gobierno de Rafael Correa, y secretario personal del mismo Rafael Correa durante su presidencia, antes de convertirse en titular del único y más alto consejo de jueces del Ecuador. ¿A alguien puede quedarle dudas de los compromisos políticos de Gustavo Jalkh?
Pero Jalk, elegido como presidente de la judicatura durante el cuestionado gobierno del presidente Rafael Correa, no pudo frente a sus propias ambiciones y alternó entre el Ejecutivo y el Judicial sin ningún sonrojo. Esto permitió eliminar la independencia judicial, exacerbar la corrupción y politizar más la justicia.
¿Esto es lo que defienden los faltones y abstemios? ¿Defienden la corrupción del sistema de justicia, la politización de las cortes y juzgados, la aniquilación de la separación de poderes?
Son los mismos abstemios y faltones que le pusieron un candado al juicio político en contra de Augusto Espinoza, ex ministro de educación, cuestionado por la avalancha de 880 casos de violación sexual a niños y niñas en establecimientos públicos; los mismos que pusieron un candado al juicio al ex vicepresidente Jorge Glas por sus compromisos con las redes de corrupción en los casos de Odebrecht, Petrochina y Refinería del Pacífico; los mismos que evitaron que Jalkh fuera juzgado antes y los que quieren evitar que ahora lo sea…
Los faltones y abstemios son cómplices de la corrupción y así es como debe recordarlos la historia.
@ghidalgoandrade
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