lunes, 23 de enero de 2017

La empresa australiana que se estrelló contra la corrupción en Ecuador


enero 20, 2017


El análisis de un código secreto permitió a los directivos de la multinacional Cardno descubrir un entramado de corrupción llevado a cabo por su firma filial en Ecuador, Caminosca, que pagaba cuantiosos sobornos a funcionarios del gobierno de Rafael Correa a cambio de contratos con el Estado. El grupo basado en Australia, acudió a una corte estadounidense tras recabar evidencias de las irregularidades: quiere limpiar su nombre
Por Maibort Petit | @maibortpetit
La inversión con la que multinacional australiana Cardno intentó expandir su mercado a Latinoamérica se convirtió en un gran dolor de cabeza. Aterrizaron en este lado del mundo con la compra de Caminosca, una firma con sede en Quito, pero las cosas no salieron como esperaban y entablaron una acción judicial en Florida, Estados Unidos, que aspiran desemboque en un laudo arbitral contra los antiguos dueños de Caminosca. En pocas palabras: se sienten estafados por los ecuatorianos.
Los directivos de Cardno –especializada en servicios profesionales de infraestructura y medio ambiente y con sede en Brisbane- descubrieron que al momento de hacer la negociación que los llevó a desembolsar 15 millones de dólares por la compañía ecuatoriana, les ocultaron un detalle importante: el esquema de sobornos que le permitía a Caminosca hacerse de jugosos contratos con el gobierno que preside Rafael Correa.
Al momento de hacer la negociación que los llevó a desembolsar 15 millones de dólares por la compañía ecuatoriana, les ocultaron un detalle importante: el esquema de sobornos que le permitía a Caminosca hacerse de jugosos contratos con el gobierno que preside Rafael Correa
Las sospechas de Cardno condujeron a una investigación que reveló que los antiguos propietarios de Caminosca violaron las cláusulas del acuerdo de adquisición de la empresa al ocultar los turbios manejos mediante los cuales obtuvieron los contratos del Estado, conocimiento que los hubiera hecho desistir de la compra. La acción judicial tiene lugar en Florida, en virtud de que los demandados desarrollan operaciones y tienen propiedades en Estados Unidos que pudieran servir de garantía para recobrar su inversión en caso de que el fallo de la querella los favorezca.
La compra de Caminosca por parte de Cardno formó parte de una política de expansión que la multinacional inició en 2004 y que la ha llevado a experimentar un vertiginoso crecimiento en diversos puntos del mundo en los que desarrolla trabajos de mejoramiento de los servicios físicos e infraestructura social para las comunidades. Se trata de una estrategia ideada para diversificar los riesgos de la empresa que tiene una plantilla de empleados que supera los 8.200 trabajadores y que aspiraba convertir a la firma ecuatoriana en parte integral de su negocio multinacional en Latinoamérica.
Nido de corrupción
Para el momento en que se llevó a cabo la inversión -y no hay nada que indique que el panorama haya cambiado- Ecuador era un lugar poco recomendable para hacer negocios.
Y es que su récord en el ranking de la corrupción no era halagador se ubicó en el puesto 107 de un total de 168 países analizados por Transparencia Internacional en su informe del año 2015. Es decir, un sitial que en América apenas es superado por Venezuela (158) y Honduras (112).
Pero la expansión experimentada por la nación petrolera tuvo más peso al momento de la evaluación hecha por los australianos: 5,6% de crecimiento de su producto interno lucía atractivo. Y esto, unido a la ambición de Cardno de expandir sus negocios globales, llevó a tomar la decisión de comprar Caminosca, de acuerdo a una nota de prensa de la misma empresa difundida en 2015.
Desde que fue adquirida por los australianos pasó a denominarse Cardno Caminosca, dedicada al “diseño de ingeniería, la supervisión de construcciones, servicios de administración y asistencia técnica para energía hidráulica, la industria de petróleo y gas, minería, transporte, desarrollo urbanístico, suministro de agua, irrigación y proyectos de usos múltiples”, según informa su página web.
Fundada en 1976 por Eduardo Jácome Merino y su hermano, Carlos Diego Jácome Merino, la empresa Caminos y Canales C. Ltda., Caminosca, llegó a ser considerada la consultora más importante de Ecuador, integrada al consorcio australiano desde 2012 y con un equipo de 450 empleados, de los cuales 290 son ingenieros y profesionales en diversas áreas.
La experiencia de ambas empresas permitió lo que en aquel momento se vislumbró como un negocio sumamente atractivo, pues facilitaría la actividad a gran escala, no solamente en Ecuador, sino en toda Latinoamérica. La adquisición había resultado para Cardno, sin duda, un gran negocio.
Al menos eso era lo que la multinacional australiana creía, sobre todo al considerar la amplia cartera de proyectos manejados por Caminosca y que bajo el nuevo esquema de integración se tradujo en negocios con la Corporación Eléctrica de Ecuador, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, las empresas Petroecuador y Petroamazonas, al igual que con empresas privadas del sector petrolero, de minería e infraestructura y también de servicios públicos y energía.
En la Fiscalía, la Contraloría y Transparencia de la Secretaría de la Administración Pública de Ecuador se limitan a decir que tan pronto reciban información se abocarán a investigar
En el haber de Caminosca se cuenta su participación en proyectos en distintos niveles de consultoría, entre ellos las centrales hidroeléctricas Sopladora, Marcel Laniado y Cardenillo; el estudio de factibilidad del proyecto Coca-Codo Sinclair (que tuvo lugar en los años 90-92) y el plan hidroeléctrico Ocaña.
Del mismo modo en el área de petróleo y gas, Caminosca trabajó en los proyectos Edén Yuturi, la terminal de almacenamiento y distribución de combustible de La Libertad y el Oleoducto de Crudos Pesados OCP. Entre los últimos desarrollados está el contrato firmado con la Refinería del Pacífico para la fiscalización de la vía de acceso operacional (Tramo II), desde el redondel El Colorado, cuyo costo fue de 1 millón de dólares.
Ya en los últimos años se ha encargado de la fiscalización de por lo menos tres proyectos relevantes, a saber, la hidroeléctrica Toachi Pilatón, la primera fase de la línea del Metro de Quito, en las estaciones La Magdalena y El Labrador; y la optimización de Generación Eléctrica del Distrito Amazónico.
Como puede verse, una nada despreciable lista que para Cardno se dibujaba como una extraordinaria posibilidad de coronar grandes negocios y expandirse. Era, pues una adquisición que ofrecía un sólido potencial para llevar a cabo ventas cruzadas sustentadas en las capacidades de Caminosca para los clientes de Cardno en Suramérica, al tiempo que podía dispensarse la amplia gama de servicios de la segunda a los clientes de la primera.
Pero el curso de los acontecimientos deparó una sorpresa para quienes fueron testigos de la fusión empresarial y el 2 de marzo de 2015, Cardno formuló un singular anuncio bursátil: la revisión de “ciertos pagos relacionados con el gobierno de Caminosca y los contratos con entidades estatales”. Para tal efecto nombró a un equipo de consultores independientes que se encargaría de indagar las supuestas irregularidades en las contrataciones y así lo hicieron del conocimiento de los entes reguladores.
Unos meses después la sorpresa fue mayor: Cardno presentó su informe anual en el que reveló las acciones legales en Florida contra los antiguos propietarios de Caminosca por sus supuestas falsas declaraciones en el proceso de venta.
Hasta la fecha no hay indicios de que el personal de Cardno en Australia o en Estados Unidos estuviera incurso en los pagos irregulares, dejó saber la Policía Federal australiana.
En lo que respecta a Estados Unidos, el caso puede adquirir relevancia puesto que el Departamento de Justicia podría adoptar acciones si se comprueban violaciones a la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero, las cuales se traducirían en severas multas a los implicados.
Nadie sabe, nadie vio
Entretanto, la administración de Rafael Correa no se da por enterada de irregularidad alguna y diversas vocerías refieren no haber recibido denuncias sobre el caso.
Por ejemplo, desde la Corporación Eléctrica del Ecuador -contratante de la fiscalización de la hidroeléctrica Toachi Pilatón- su gerente general para la fecha, Eduardo Barredo, manifestó no tener conocimiento de los supuestos pagos de Caminosca para obtener el contrato. Tampoco ha habido pronunciamiento por parte de Petroamazonas, ni de ninguno de los otros organismos que mantienen relaciones comerciales con la empresa.
El litigio ha dejado ver que los sobornos por millones de dólares por parte de los contratistas de Caminosca a funcionarios del gobierno de Rafael Correa, son de vieja data
En la Fiscalía, la Contraloría y Transparencia de la Secretaría de la Administración Pública de Ecuador se limitan a decir que tan pronto reciban información se abocarán a investigar, reveló el diario ecuatoriano El Comercio.
Pero más insólita resulta la posición que tiene el propio presidente Rafael Correa, quien si bien no se refirió al caso de Caminosca Cardno, sí lo hizo respecto a los sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, llegando a afirmar que es muy difícil detectar la corrupción cuando los procesos se ganan por concurso público. “¿Han escuchado reclamos de los que perdieron? Nunca, porque eran concursos abiertos, transparentes, pero la mala costumbre de coimar, es una práctica”, justificó el mandatario.
Algo olía mal
Entre los directivos de Cardno hubo recelos al comienzo y se resistían a concretar la asociación estratégica con Caminosca. Desconfiaban y por eso decidieron adelantar una investigación que no reveló irregularidades en los contratos ganados por Caminosca. Todo parecía, según esa averiguación inicial, obtenido en buena lid, de manera justa y de acuerdo a la ley. Por eso el emporio australiano procedió, en diciembre de 2012, a comprar la compañía y desembolsó por ella 15 millones de dólares.
No habría de pasar mucho tiempo para que tal decisión se convirtiera en una auténtica pesadilla para el grupo australiano.
En 2015 Cardno comenzó a tener indicios de la existencia de una sofisticada red de sobornos mediante un ingenioso sistema contable que permitía enmascarar las irregularidades. El personal ecuatoriano llevaba a cabo una operación logística para disfrazar los pagos, un modelo copiado a otras constructoras latinoamericanas.
La suspicacia llevó a los australianos a instrumentar una nueva investigación que delegó en manos externas a la organización.
La verdad estaba ahí
El periódico australiano The Courier-Mail contó que cuando los auditores estaban haciendo la revisión en Ecuador, encontraron un cuaderno con extrañas anotaciones que daban cuenta de una especie de código secreto.
La tarea se centró en desentrañar lo que a primera vista lucía indescifrable. Y ante los investigadores quedó al descubierto el sistema de sobornos que los ejecutivos de Caminosca habían puesto en práctica para conseguir los jugosos contratos obtenidos durante la administración del presidente Rafael Correa.
El cuaderno hacía referencia a las personas y los proyectos identificados con un nombre clave, acompañados de una nota sobre los pagos. Las fechas de calendario coincidían con las de los proyectos. Igualmente surgieron nombres de funcionarios que no se han dado a conocer, según revelaron las fuentes citadas por The Courier-Mail.
Y esas coimas que alcanzan una descomunal e incalculable cifra hasta el momento, ahora están bajo la lupa del gobierno federal de Estados Unidos.
Suenan alarmas
Fue en enero de 2015 cuando percibieron las primeras señales de irregularidades cometidas por Caminosca en el pago de impuestos. Un asociado de Cardno dio el aviso desde Estados Unidos. A una duda le siguieron otras sobre el método para la adjudicación de contratos que en apariencia lucían perfectamente legales.
Descubierto el mecanismo, Cardno comenzó un plan para desenmascarar a los protagonistas. Las autoridades de la empresa en Australia procedieron a interrogar primero a los accionistas y ejecutivos de Caminosca sobre quienes recaían las sospechas iniciales de haber pagado los sobornos, pero estos negaron tajantemente estar incursos en tales hechos.
The Courier-Mail dio cuenta de un documento que señala que “para justificar los pagos, los subcontratistas hicieron unos informes que fueron sometidos a revisión por expertos en tecnología e informática de Cardno. Los técnicos encontraron razones para pensar que los informes habían sido falsificados”.
Cardno informó que la pesquisa relativa a los pagos irregulares efectuados por ejecutivos de Caminosca a funcionarios del gobierno de Rafael Correa se lleva a cabo de manera separada al litigio en Florida, aunque estén vinculados.
Cardno procedió a despedir a todos los ejecutivos involucrados. Para desarrollar la investigación del personal procedió a hacer una clasificación del mismo identificándolos con colores. Con el rojo quedaron marcados quienes carecían absolutamente de toda confianza. Con amarillo fueron señalados quienes estaban bajo observación. El color verde identificaba a los trabajadores dignos confianza y que, por tanto, podían permanecer en las filas de la compañía.
Así como pasó con el personal, también ocurrió con los proyectos en ejecución por Caminosca, los cuales se etiquetaron con la evidencia de las ofertas de aceptación de cada obra. Inmediatamente se puso en operación un plan que permitiera asegurar la inversión en la firma ecuatoriana.
Pero aun faltaba más y en agosto de 2015 la multinacional procedió a demandar legalmente la compra de Caminosca Ecuador, una acción que le generó cuantiosas pérdidas. Cardno exigía a los antiguos propietarios responder por el engaño.
En la presidencia del grupo australiano, encabezado por Richard Wankmuller para ese entonces, concluyeron que el esquema de sobornos en Caminosca era absolutamente real. Un informe fechado en 2016 mostraba pérdidas para Cardno por el orden de 195 millones de dólares, de los cuales 148 millones de dólares correspondían a daños sufridos en Estados Unidos y 47,6 millones de dólares por la liquidación del negocio en Ecuador.
Expansión cuestionada
Muchas han sido las críticas surgidas y mientras unos consideran inaceptable que Cardno haya comprado Caminosca, otros advierten que el sistema de sobornos estaba estructurado de una manera que hacía sumamente difícil advertirlo, algo que solamente pudo descubrirse tras la costosa inversión que supuso la contratación de auditores externos.
También el proceso de expansión de Cardno ha sido duramente cuestionado. Se afirma que la compra solo sirvió para debilitar al grupo que, en los dos últimos años ha perdido 421 millones de dólares a causa de la empresa ecuatoriana y el deterioro de los negocios en Estados Unidos.
El grupo de capital privado Crescent Capital Partners adquirió un importante paquete accionario de Cardno equivalente a 47%, con lo que tomó el control de la empresa. Para los nuevos propietarios fue un error el proceso de compra asumido por el grupo australiano, en virtud de que se hizo sin seguir estrategia alguna.
El manejo de Cardno no solo fue desacertado en cuanto a la adquisición de Caminosca, sino por otras de sus inversiones, como las realizadas en minería australiana, en gas natural licuado y, más recientemente, por el impacto de la caída de los precios del petróleo y el gas en los proyectos en EEUU.
Bajo la administración de Crescent se inició un proceso de reestructuración que incluye la venta de varios de sus activos.
Lo cierto es que con respecto a Caminosca, aunque la investigación de los auditores externos e internos concluyó, las averiguaciones de los reguladores continúan. Y este es un proceso que coincide con la disminución de los ingresos petroleros que ha afectado severamente a la economía ecuatoriana y se refleja en los retrasos del gobierno en los pagos a los contratistas públicos.
Cardno informó que la pesquisa relativa a los pagos irregulares efectuados por ejecutivos de Caminosca a funcionarios del gobierno de Rafael Correa se lleva a cabo de manera separada al litigio en Florida, aunque estén vinculados.
Es de hacer notar que para Cardno, aunque los ingresos hayan aumentado a raíz de su política de compras y expansión, los márgenes de utilidades disminuyeron. El grupo empresarial cifra sus esperanzas de recuperación en los pedidos que el grupo ha recibido en áreas distintas a los recursos naturales, así como en los negocios que se surjan en el eje Asia-Pacífico con las Américas.
Corrupción añeja
El litigio ha dejado ver que los sobornos por millones de dólares por parte de los contratistas de Caminosca a funcionarios del gobierno de Rafael Correa, son de vieja data, apuntan fuentes consultadas por Vértice.
Se dice que desde 2009, trece contratos de Caminosca con el gobierno de Ecuador suman por lo menos 110 millones de dólares.
Y aunque algunas voces han advertido que los pagos irregulares pudieron tener lugar luego de la compra de Caminosca por parte de Cardno, la contundencia de los hechos llevó al grupo australiano a denunciar la estafa de la que dice haber sido objeto y por eso alertó a las autoridades de Australia y Estados Unidos donde la multinacional tiene operaciones.
Los especialistas revelaron que los informes entregados por Caminosca habían sido levantados con datos falsos, dice un documento divulgado por The Courier-Mail.
En Ecuador, como ya apuntamos, pareciera que nada hubiera pasado con Caminosca. En la página web del Servicio Nacional de Contratación Pública, Sercop, la empresa no figura reportada como contratista incumplido o adjudicatario fallido con el Estado. Por el contrario, un listado de 32 operaciones ejecutadas por el consorcio se despliega al realizar la búsqueda de su reporte como proveedora.
Días de abundancia
El Sercop reporta que Caminosca tuvo en su momento 12 contratos adjudicados por el Estado. La empresa, habilitada como contratista para el sector público el 18 de julio de 2008, tiene una adjudicación realizada en 2009, una en 2010, cinco en 2011, cuatro en 2012 y una en 2013. Para enero de 2017 Caminosca aparece sin obras adjudicadas.
El primer contrato otorgado a Caminosca se suscribió el 9 de junio de 2009 con el Ministerio de Transporte, con el código CP-MTOP-No002-2009, para la “Fiscalización de la rehabilitación de la carretera Santo Domingo-Esmeraldas, ubicada en las provincias de Santo Domingo de los Tsáchilas y Esmeraldas”. La clasificación del contrato lo catalogaba como una consultoría, con un presupuesto referencial sin IVA de 1.596.364,66 dólares con un plazo de entrega de 480 días.
En 2010 Caminosca contrató con el Municipio de Manta con el código CONPC-IMM-004-2010 por “Servicios de consultoría para realizar la fiscalización del sistema de agua potable Azúa, Plan Maestro Hidrosanitario Primera Etapa Grupo IV”. El presupuesto de la obra sin IVA era de 365.274,26 dólares, con plazo de entrega de 540 días.
Para 2011, Caminosca quintuplicó sus adjudicaciones con el gobierno de Rafael Correa y firmó con el Ministerio de Transporte para realizar “Estudios de factibilidad de impactos ambientales e ingeniería definitivos de rectificación y mejoramiento de la carretera T de Evenetzer-Mácuma y actualización de los estudios definitivos de ingeniería del tramo Mácuma-Cangaime-Taisha”, con un presupuesto referencial sin IVA de 1.109.810 dólares y plazo de entrega de 150 días. También ese año obtuvo un contrato con la Dirección Provincial de Morona Santiago del Ministerio de Obras Públicas para llevar a cabo “Estudios de factibilidad, impacto ambiental e ingeniería definitivos para la rectificación y/o mejoramiento de la carretera Sigsig-Gualaquiza, tramo: Matanga-Gualaquiza, proyecto ubicado en la provincia de Morona Santiago”, con presupuesto referencial sin IVA de 1.163.041,68 dólares y un plazo de entrega de 180 días.
Igualmente en 2011 se adjudicó un contrato con la Corporación Eléctrica del Ecuador, Celec EP, para la “Prestación de servicios de consultoría para el gerenciamiento del proyecto hidroeléctrico Paute-Sopladora”, con presupuesto referencial de 49.435.620,60 dólares y plazo de entrega de 1.826 días. Ese año fue bueno para la firma. Antes de pasar a ser propiedad de Cardno acordó con el Ministerio de Transporte la “Fiscalización de la construcción del anillo vial de Quevedo de 25 kilómetros de longitud”, con presupuesto sin IVA de 2.040.245,00 dólares, con un plazo de 600 días. Y otro más con el mismo despacho para una consultoría cuyo presupuesto referencial fue de 1.933.623,95 dólares, con un plazo de 990 días .
Queda ahora esperar los resultados del arbitraje en Florida donde se determinará si todos los elementos señalados hasta aquí permiten a la demandante Cardno ser resarcida, tanto económica como moralmente. Mientras tanto, su nombre y prestigio están en entredicho.
Publicado originalmente en verticenews

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