La falta de garantías para jueces honestos como la renuncia y el exilio forzado de algunos, mientras el máximo jefe de la judicatura mantiene vínculos preocupantes con la defensa de criminales, grita por justicia y transparencia en el Estado de Derecho ecuatoriano.
Mi solidaridad con Nubia Vera, quien enfrentó valientemente el caso del pendrive relacionado con la vicepresidenta, y con Carlos Serrano este año, demuestra nuestra unión frente a la adversidad. Esperando alguna manifestación por parte de la AEMAJ - Asociación Ecuatoriana de Magistrados y Jueces)
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