jueves, 25 de diciembre de 2025

 Política


Narcotraficantes y funcionarios corruptos estuvieron en la cartera de clientes de Mario Godoy y su círculo íntimo

La reciente denuncia sobre presuntas presiones judiciales que apuntan a Mario Godoy, presidente del Consejo de la Judicatura, y a su círculo familiar y laboral ha cobrado una nueva dimensión. Ahora, los reflectores se posan directamente sobre el historial profesional de Godoy y su 'mesa chica'.

Lo que inició como una alerta sobre las presiones ejercidas por Henry Gaibor, exdirector de la Judicatura en Pichincha, hacia el juez Carlos Serrano —quien sentenció al narcotraficante serbio Jezdimir Srdan—, ha desencadenado una serie de reacciones que podrían derivar, incluso, en un juicio político.


En el centro de la controversia no solo figura la gestión actual de Godoy en el organismo, sino su  trayectoria y de su esposa, Dolores Vintimilla. Junto a sus socios legales, ambos consolidaron parte de su carrera en los tribunales asumiendo la defensa de perfiles vinculados al narcotráfico y a operadores de justicia procesados por corrupción.


Esta dualidad entre la defensa en casos de alto perfil delictivo y la actual dirección del sistema judicial fue criticada, entre otros, por el abogado Felipe Rodríguez, quien destapó inicialmente las irregularidades del caso Serrano en una columna publicada en PRIMICIAS.


 




 


 


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