El observador

 "LA HONESTIDAD ES UN REGALO MUY CARO, NO LO ESPERES DE GENTE BARATA"

POR JAIME CEDILLO F.

Cada semana salta un escándalo de corrupción en la desprestigiada administración municipal del alcalde de Cuenca, Cristian Zamora. Así pretenda tapar el sol con un dedo, con el cuento de "cero tolerancia"; los casos que se han denunciado, casi todos, apuntan a su política de hacer lo que le viene en gana con los recursos públicos, tan escasos en tiempos de crisis, y si así el dinero estaría sobrando, no se puede derrochar en caprichitos como la compra de un lujoso blindado por el "modesta" suma de 172.387 dólares (para más señas, con 86 centavos, sin IVA), para que el"señorito" vaya de la oficina a su casa. Como dice el estafado pueblo, ni el "Chapo" Guzmán se dio esos lujos.

Es puro despilfarro, capricho innecesario, porque las personas que nada debemos, pues, nada tememos, caminamos por las calles con la frente en alto y con las manos limpias. Seguramente, Zamora sufre de delirio de persecución, será que la conciencia le atormenta día y noche.

Los cuestionados contratos "direccionados" a favor de sus "suertudos" han recibido el rechazo de las instituciones de control. Unos han sido dados de baja, otros, están suspendidos hasta que concluyan las investigaciones. Por ejemplo, las acusaciones documentadas que ha presentado el Concejal Xavier Bermúdez, tanto en Compras Públicas como en la Contraloría, le han dado la razón. Recién el SERCOP notificó a la Contraloría contratos irregulares detectados, con dedicatorias, con información falsa.

Exigimos a la Contraloría General del Estado, celeridad en su trabajo, y un pronunciamiento claro y contundente, que frene las arbitrariedades y se sancione a los autores y cómplices de las pillerías. Y, que la Fiscalía haga lo que le corresponde, sin dilaciones.

Una investigación está en curso en la Fiscalía, de un supuesto abuso sexual que habrían cometido dos colaboradores cercanos del alcalde Zamora, (de esos que llaman panas, yuntas, brothers, mijines), de los que en la administración de Zamora se sacaron la lotería sin comprar el guacho, es decir, sin tener los méritos suficientes para ocupar altos cargos como "asesores". Nada justifica las actuaciones de los "acusados", simplemente, se aprovecharon de las funciones que ostentaban, para hacer y ofertar, lo que no les está permitido bajo ningún concepto. La justicia tendrá que dar su pronunciamiento, pero mientras tanto, una mancha más al tigre.

De los contratos "direccionados", de los acosos, del desperdicio, llegamos a las extorsiones. La administración de Zamora está envuelta, y cuando no, en otro escandaloso caso de pedir dinero a cambio de favorecer a prestadores del servicio de grúas para la EMOV (Empresa de Movilidad). Las víctimas de los chantajistas, grabaron las llamadas con las exigencias, con los apuros, que ya entregue el dinero, caso contrario, no hay premio, que el proceso se da de baja; que sabemos cómo hacer, que conocemos cómo alterar, que para eso somos expertos. Muy bien hicieron los afectados al denunciar estas practicas corruptas que tienen que ser cortadas de raíz, amputados los tentáculos, desde la cabeza, porque no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista.

Otra de los temas que ha llamado la atención, es la acusación del concejal Gustavo Valencia (miembro de la Comisión "muerta"de Fiscalización del Concejo Cantonal) en contra de la Función Judicial del Azuay. "Todos sabemos que aquí hay jueces a la carta. Todos conocemos que aquí no hay justicia". La Presidenta de la Corte de Justicia del Azuay, doctora Julia Elena Vásquez, respondió que el señor concejal, debe dar las pruebas, con nombres y apellidos, que presente en la Fiscalía, porque es muy fácil y cómodo lanzar lodo con ventilador. Pero esto, es otra historia, en esta crónica de una administración municipal cuestionada, y de un alcalde que maneja el doble discurso con habilidad, astucia y desenfreno.

"LA INTEGRIDAD ES HACER LO CORRECTO, INCLUSO CUANDO NADIE ESTÉ MIRANDO".