El observador

 IGNORANCIA SUPINA DEL ALCALDE ZAMORA

POR JAIME CEDILLO FEIJÓO

Una perla más del alcalde de la Cuenca Patrimonial: Amenaza con publicar los rostros de los jueces, fiscales y policías, que dejen libres a los delincuentes. No es la primera vez que Zamora se manda un show mediático, pretendiendo llamar la atención de la opinión pública. Los servidores judiciales, los abogados en libre ejercicio, el culto público, no acaba de entender qué es lo que busca el burgomaestre con esas declaraciones torpes. Pero quién es el alcalde Zamora, para arrogarse funciones que no le competen.

Quién le ha dado semejante atribución. Una cosa es objetar malos procedimientos de ciertos jueces, que empañan, golpean, desdibujan y desacreditan el trabajo de la Función Judicial, lo que todos cuestionamos y rechazamos; otra muy diferente, es advertir e intimidar con difundir fotos de los que no hacen su trabajo con honestidad y verticalidad, de los que incumplen la ley.

Hay disposiciones legales concretas como el principio de inocencia:

COIP Art. 529.1.- Identificación en caso de delito flagrante.- La persona aprehendida por delitos contra la inviolabilidad de la vida, delitos contra la integridad sexual y reproductiva, delitos de violencia contra la mujer o miembros del núcleo familiar y los delitos de robo con muerte, sicariato, trata de personas y tráfico de migrantes, podrá ser identificada físicamente ante la comunidad y ante los medios de comunicación, única y exclusivamente en su calidad de aprehendido y siempre y cuando se haya calificado la legalidad de la aprehensión por delito flagrante. En estos casos se respetará el derecho constitucional de la persona a que se presuma su inocencia y a ser tratada como tal, mientras no se declare su responsabilidad mediante sentencia ejecutoriada.

El artículo 66 de la Constitución de la República, garantiza el honor y el buen nombre de las personas, sopena de un proceso por daño moral.

Una cosa es lo que se comenta y otra la que consta en el proceso, dice un juez consultado por El Observador sobre la propuesta del alcalde supino. "Los jueces resolvemos en mérito de lo que consta en el proceso, no por presiones internas ni externas, pues de no ser así obviamente se afectaría la imparcialidad de nuestras actuaciones, que es un derecho no del juez, sino de la sociedad".

"Si bien las decisiones y actuaciones de jueces, fiscales y policía, están sujetas a críticas de la ciudadanía, están deben ir encaminadas siempre en respeto de derechos constitucionales como el honor y buen nombre; críticas que nos van a llevar a realizar una autocrítica con el único objetivo de identificar nuestras debilidades y robustecer nuestras fortalezas, a fin de cumplir con los principios de la administración de justicia como la imparcialidad, objetividad, entre otros.

Saludable sería mantener un trabajo en conjunto para recuperar la confianza en la administración de justicia, como proponer reformas, implementación de recursos y medios para lograr mejores resultados en los procesos investigativos, a fin de evitar impunidad, capacitación, puntualizar casos de corrupción para con los procedimientos legales separarlos de la institución, sin que esto signifique desconocer la crisis que en estos momentos vive la administración de justicia a nivel del país".

Pero quién le asesora al alcalde Zamora. Por qué no le instruyen antes de que salga a decir payasadas. Antes de abrir la boca, consulte a tantos burócratas abogados que lucran de la administración municipal, sin beneficio alguno para el pueblo que les paga.

Antes, la alcaldesa de Guayaquil, Cintya Viteri, ya salió con la misma cantaleta, y claro, todo quedó en palabras que se llevó el viento, nada más. La promesa de publicar los rostros de aquellas autoridades, nunca se cumplió, fue nada más que pan y circo.

Tal parece que el alcalde de la ciudad andina, desconoce cuáles son las atribuciones que tiene que cumplir la primera autoridad de la urbe patrimonial. Lea la Ley de Régimen Municipal, donde están clara y bien definidas las competencias de la autoridad local:

"Ejercer el control sobre el uso y ocupación del suelo del cantón. Planificar, construir y mantener la vialidad urbana. Prestar los servicios públicos de agua potable, alcantarillado, depuración de aguas residuales, manejo de desechos sólidos, actividades de saneamiento ambiental y aquellas que establezca la ley".

Dice Zamora que traerá de los pelos a los delincuentes, y los que no tienen pelos, cómo hará. Déjese de vulgaridades y dedíquese a trabajar para solucionar los graves problemas sociales que tiene Cuenca.

Mejor publique los rostros de aquellos "suertudos" que en su administración obtienen contratos a semana seguida por cientos de miles de dólares, procesos que han sido direccionados y bien maquillados, para beneficiar a los panas.

Si quiere hacer patria, difunda en cuerpo entero las fotos de aquellos malos servidores municipales, que viven para hacerle la vida imposible al ciudadano que acude a las ventanillas y oficinas de la institución para cumplir con sus obligaciones como es el pago de tributos, gestionar un permiso, ponerse al día con sus obligaciones pendientes, recibiendo un trato descortés y hasta inhumano, en muchos casos (mis respetos para aquellos empleados que son ejemplo de trabajo y mística), pero de todo hay en la viña del señor.

Señor Zamora, predique con el ejemplo: muestre los rostros de sus amigotes designados a dedo en importantes puestos de su cuestionada administración, sin tener conocimientos ni formación académica para los cargos que usted les ha encomendado, provocando una grave daño a la ciudad. Usted dijo en campaña que los mejores profesionales ocuparán las gerencias y direcciones, pero dicho al hecho hay mucho trecho. En esos cargos están sus coidearios, los que son y los que no son.

"Toda persona tiene derecho a ser estúpida, pero algunas abusan del privilegio".

EL OBSERVADOR