Triste final para cientos de libros ahogados en el "mar" de la irresponsabilidad, de la ignorancia y quemeimportismo de la Dirección de Cultura del Municipio de Cuenca. Sí, la cultura cuencana está de luto. Se invierte cientos de miles de dólares para la publicación de obras literarias, históricas, de personajes, de acontecimientos; luego de interminables procesos burocráticos, son abandonados en infames cuartuchos, sin las mínimas seguridades. La cultura es tratada con desprecio. Antes se denunció que cajones llenos de valiosas piezas arqueológicas permanecen en la incuria en sótanos del Museo Pumapungo; hoy, la deplorable historia se repite: Para la administración municipal, la cultura es basura, tal como se aprecia en la gráfica.
El alcalde como siempre: ciego, sordo y mudo, frente al desastre.
EL OBSERVADOR.
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