El pasado 8 de septiembre, el comunicador Henry Córdova fue detenido en las afueras de su domicilio ubicado en Quinindé, provincia de Esmeraldas, acusado de deshonrar a Roberta Zambrano, prefecta de la provincia. Fue trasladado al centro de detención de contravención en Esmeraldas.
El comunicador deberá cumplir 20 días de prisión y pagar una multa de 5 000 dólares por una contravención de cuarta clase sustentada en el artículo 396 del Código Orgánico Integral Penal. Tan solo en junio de 2019, el presidente Lenin Moreno envió a la Asamblea la reforma a este artículo para eliminar la prisión por delitos contra el honor.
Los hechos iniciaron el año pasado, cuando Córdova se desempeñaba como director de Comunicación del Municipio de Quinindé. El comunicador publicó un comentario en redes sociales, en el que criticaba a la entonces asambleísta Roberta Zambrano, asegurando que, en lugar de cumplir con actividades legislativas, hacía proselitismo a favor de Carlos Barcia, candidato a la alcaldía de Quinindé.
Según el abogado del comunicador, Xavier Toro, existen incongruencias en este caso. "A mi defendido se le da una contravención de cuarta clase y se lo condena a 20 días, pero ni siquiera le notificaron. Fue un tema oscuro por parte de la jueza porque le notificó el mismo día que giró la boleta y no dio cabida a una apelación o una aclaración", cuestiona.
María Vera concuerda con Toro y señala que el caso de su esposo está viciado pues no solo lo procesaron por un comentario específico vertido en redes sociales, sino que se construyó un discurso y se lo presentó a la jueza "con varios retazos de diferentes intervenciones y no precisamente por la que fue denunciado". Además, cuestiona que se utilizó el uso excesivo de la fuerza para su detención con la presencia de más de 15 policías y varios patrulleros como si se tratara de un delincuente.
Nuestra organización se comunicó con la denunciante Roberta Zambrano, quien aseguró que el comunicador no solo emitió comentarios sobre su desempeño político, sino que dañó su honra, calificandola incluso de asesina. "El periodista ha seguido agrediéndome, a pensar de estar sentenciado siguió haciéndolo", afirmó.
Zambrano manifestó que en su momento quizás cabía una disculpa pública y que le apena que tras la detención del periodista exista una familia que también ha sido afectada, pero dijo que ahora ya es muy tarde y que hay que cumplir la Ley.
FUNDAMEDIOS recuerda que los estándares internacionales señalan que los funcionarios públicos deben tener un mayor nivel de tolerancia a las críticas incluso hacia aquellas que consideren injustas o chocantes.
Por eso, rechazamos enérgicamente que se condene y detenga a un periodista por sus opiniones, pues se trata de un acto que coarta la libertad de expresión. Nos unimos a las voces de la Relatoría para la Libertad de Expresión y de otros organismos internacionales que instan a despenalizar la opinión sobre asuntos públicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario