POR: MARCO ROBLES LÓPEZ
¿LA DERECHA MARCHA DESUNIDA?
Así parece, a primera vista. En efecto, en la reunión de
Guaranda de una veintena de alcaldes y de unos pocos prefectos, los
protagonistas de aquel encuentro fueron tres personajes, los dos más conocidos
y con mayor proyección en el escenario nacional, Jaime Nebot Saadi, tradicional
exponente del socialcristianismo y de Madera de Guerrero, varias veces elegido
alcalde de Guayaquil, y Mauricio Rodas, actual burgomaestre de la ciudad
capital, de los registros de SUMA, pero igualmente de raíces socialcristianas;
el tercero, en su condición de oportuno “evadido” de Pachakutik, también se
convirtió en “inquilino” de Suma y así logró la alcaldía de su tierra. Nos
referimos al “egipciano” Don Ramsés. En las fotografías de los diarios, se pudo
ver al telegénico
trío, muy contento y vinculado por un idioma común. El cuarto, fue un personaje
de la Morlaquía que, sin duda algo habrá desentonado en aquella reunión: Paúl
Carrasco, en sus comienzos políticos fue de orientación socialdemócrata, e
incluso mantuvo ciertas afinidades políticas con el movimiento Alianza País,
del actual mandatario, pero en estos tiempos parece que ha sido fuertemente
atraído por el imán político Nebot-Rodas.
Tan evidente se apreciaba que esa reunión tuvo fines
políticos (lo que no debe admirarnos, porque la cosa pública siempre será
política), cuanto que, como invitado a dicha reunión también estuvo el Dr. Luis
Fernando Torres, actual asambleísta de la derecha, asimismo acunado desde
huambra en el regazo socialcristiano, fervoroso partidario de Jaime Nebot y
crítico implacable del actual gobierno. Para un proyecto futuro, no lejano,
como el del año 17, ¿podrán ampliar su base popular? Resulta difícil prever,
primordialmente por cuanto los personajes del otro escenario de la derecha,
parece que marchan con diferentes compañías: me refiero al banquero –o ex
banquero- Don Guillermo Lasso, por cuanto éste, ante lo que parece una unión
improbable con el grupo que lidera Nebot, se ha resignado a conformar otro tipo
de alianzas. Por ejemplo con César Montúfar, quien tampoco puede asegurar
caudalosos votos en una futura contienda electoral presidencial.
Desde luego, Guillermo Laso se ha revelado muy activo:
buscó el respaldo de José María Aznar, el feligrés incondicional de G. W. Bush,
igual que el británico Tony Blair, en la guerra contra Irak. Sin embargo, Aznar
actualmente representa en España la soledad y el fiasco de la derecha radical
-aunque su compañero Rajoy se encuentre en el poder-, por esas políticas
neoliberales al servicio de la bancocracia.
Por otra parte, ¿hasta qué punto podría empañar su imagen política y sus
aspiraciones presidenciales su pasado de ministro de Jamil Mahuad, ese
demócrata-cristiano del desastroso feriado bancario? ¿Y Jaime Nebot, pensaría
en un binomio con Mauricio Rodas, o simplemente apoyaría al joven político,
considerando que su propia estrella política solamente se mantiene rutilante en
la Perla del Pacífico y en una parte del Guayas? (¿No ha podido superar el
trauma político que sufrió luego de perder las elecciones presidenciales frente
al “loco que ama”?) ¿Uno y otro grupo, podrían sumar adhesiones de un sector de
Pachakutik, que tiene sus diferencias y desencuentros con el gobierno actual?
No creo que será fácil.
¿ES MONOLÍTICA LA UNIÓN EN LAS FILAS
GOBIERNISTAS?
¿Las fuerzas gobiernistas, se encuentran férreamente
cohesionadas? Parece que no tanto, y de alguna manera pesarán en el proceso
electoral futuro los alejamientos de importantes cuadros políticos, como
Alberto Acosta, Gustavo Larrea, Mónica Chuji, María Paula Romo, las ásperas
disputas con algunos grupos universitarios, con fracciones de Pachakutik y
CONAIE, así como los frentes opositores que se ha abierto el gobierno, hecho
reconocido en estos días incluso por un columnista del diario El Telégrafo.
No puede soslayarse el hecho de que incluso entre los
movimientos y partidos que apoyan al gobierno, las divisiones son inocultables:
un grupo de socialistas apoya entusiastamente a Correa, otro grupo no lo apoya
y es bastante crítico; los más altos dirigentes de AVANZA, afín al proyecto
político en el poder, han revelado sus diferencias con el Arq. Fernando Cordero
Cueva, un personaje que goza del apoyo y la confianza del mandatario y quien
frecuentemente ha migrado por las altas instancias del poder; el MPD, notablemente
disminuido, tampoco votaría por Correa; no pocos miembros de la otrora poderosa
UNE, que son críticos radicales, igual. ¿Y en las organizaciones indígenas? No
existe unanimidad, aunque una corriente mayoritaria podría sumarse, en última
instancia, a quien resulte designado como candidato de Alianza País. Esto es
así, por cuanto algunos dirigentes indígenas y campesinos que también
reivindican una posición progresista, como Lourdes Tibán, probablemente no se
sumarán a una nueva candidatura de Correa o de cualquier otro personaje de la
unión de los partidos y movimientos de izquierda y progresistas; representantes
indígenas como Auqui Tituaña, que ya fue candidato frustrado a la
vicepresidencia, con Guillermo Laso, sin duda apoyarán a un candidato de la
derecha. Así está nuestra política.
UNAS REFLEXIONES FINALES.
Resulta evidente que amplios sectores del pueblo
ecuatoriano, no obstante ciertas frustrantes inconsistencias de orden teórico e
incoherencias de la praxis política de quienes se encuentran en el poder, en
estos últimos tiempos han considerado una vía de desarrollo sustentable para su
existencia, han empezado por escudriñar y ampliar su horizonte de experiencias
y conocimientos, lo que consideramos altamente positivo. Esos sectores de la
población ecuatoriana, sobre todo aquellos que tradicionalmente se han
encontrado al margen de las grandes decisiones políticas, han “despertado” del
letargo, han decidido participar en el quehacer político y están conscientes
que el pantano de las políticas económicas decepcionantes, como la acumulación
de capital sin otro objetivo que el poder, el lujo y el despilfarro no son
viables; también se encuentran conscientes de que esas tenebrosas políticas
fondomonetaristas, por las que todavía apuestan grupos elitistas aferrados a un
pasado injusto, no son la solución a nuestros problemas. Finalmente, aquellos
conglomerados perspicaces de ecuatorianas y ecuatorianos, ya no se pronuncian
por el puro lucro individual, egoísta por naturaleza y cuyos representantes se
han “uncido” a esa globalización neoliberal que ha revelado su autoritarismo y
exclusión, sino que consideran prioritario el bien común. Se trata de un camino
extremadamente difícil, pero que sin duda nos conducirá a una meta realmente
humana. ¿Una economía humana va siendo el camino? Podría ser.
La corrupción institucionalizada, cáncer de vieja data es
cada vez más rechazada por amplios sectores del pueblo ecuatoriano. Cuando se
agrava la pobreza –por lo que conocemos, esto todavía no ha sucedido en nuestro
país en los últimos tiempos, si no estamos muy equivocados-, y crece la
corrupción, el resultado es la erosión y disminución de las capas medias, con
la consiguiente agudización de la polarización y los enfrentamientos
destructivos del cuerpo social.
La corrupción es uno de los problemas más graves que
afronta el mundo contemporáneo, no solamente nuestra patria y el combate a
semejante fenómeno que corroe la vida social y produce las más diversas
calamidades de pueblos, estructuras sociales y Estados, debe ser inexorable.
También tengamos presente que la llamada globalización, con
la feroz arremetida neoliberal, ha capturado casi a todo el planeta y
prácticamente ha dejado colgado al Estado nacional. Incluso al keynesianismo,
otrora ponderado, le dieron “santa sepultura”. Por supuesto que el “desdeñado”
Marx ya reveló, proféticamente, en el Manifiesto Comunista hace 166 años
(1848), el tipo global de relaciones capitalistas. ¿Cómo podemos reaccionar en
este escenario? Considerando en primer lugar que la historia ni se repite, ni
admite el subjuntivo –si este dictador no se hubiera “eternizado” en el poder…;
si no hubiera muerto prematuramente el líder…; si no hubieran hecho fraude a
favor del desaforado “republicano”…. Asimismo no procede repetir determinadas
tesis convertidas en dogmas, como suelen hacer los heraldos de los
fundamentalismos religiosos, sino razonar correctamente y sobre todo actuar con
consecuencia por el cambio, trabajar y organizarse, salvando determinadas
desavenencias, para contribuir a la superación de un orden injusto,
primordialmente esa globalización neoliberal y ese mundo unipolar, manejados y
utilizados por los implacables poderes del gran capital, que se han apoderado
de los Estados para manejarlos a su servicio. Consideramos que esto es muy
importante y acertado que traten de llevarlo a la práctica algunos países de Latinoamérica y del Caribe,
incluyendo el nuestro, luchando consecuentemente contra enormes escollos e
incomprensiones, sin arredrarse.
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