¿QUÉ TIEMPOS AQUELLOS?
Cuando el Doctor Mario Jaramillo Paredes, era Rector de la Universidad del Azuay, el Doctor Carlos Mario Crespo, Presidente de la Unión Nacional de Periodistas, Núcleo del Azuay, y mi persona, coordinador de actividades, se suscribieron convenios de cooperación académica y cultural, entre las dos instituciones.
La UNP recibió becas de estudio para los hijos de los socios, y se logró imprimir el Boletín Informativo con noticias de los acontecimientos más importantes que desarrollaba el gremio periodístico. La Institución Educativa donó para la biblioteca de los periodistas, un importante lote de libros sobre una temática variada.
El aporte de la UDA fue de alto valor, a cambio, en reciprocidad, se difundían los boletines de prensa de los eventos de la UDA en los medios de comunicación de la ciudad.
Hoy, tristemente, hay que decir que en el edificio patrimonial de la UNP, que tanto esfuerzo costó, sólo cenizas hallarás. Es una casa sin vida, un monumento a la desidia e incapacidad de los que han fungido como presidentes en los últimos años. Hay que ir al rescate de la noble y gloriosa UNP del Azuay, para que vuelva a ser la Institución respetable y respetada por todos.
El Observador
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