viernes, 27 de septiembre de 2024

 LOS APAGONES EXACERBAN LA SINVERGÜENCERÍA

Propongo un texto para alumbrar frente a tanta oscuridad

Alberto Acosta [1]


“No nos hacemos sabios por el recuerdo de nuestro pasado, sino por la responsabilidad de nuestro futuro.”

George Bernard Shaw

Célebre filósfo inglés


Los racionamientos despiertan una entendible y por lo demás justificada indignación en la sociedad. Pero, a la vez, permiten que aflore con fuerza el cinismo y la sinvergüencería, aupados por la gran prensa comercial. Así, vemos cómo algunos personajes despotrican en contra de un supuesto monopolio del Estado, se rasgan sus vestiduras porque no se permitiría la inversión privada en el sector eléctrico e inclusive, sin empacho alguno, arremeten en contra de la Constitución de Montecristi.


LA CR…

[3:17 p.m., 27/9/2024] Alberto Acosta: Para mentir y para comer pescado,

hay que tener cuidado

EN ECUADOR SI PUEDE HABER (y si hay)

INVERSIÓN PRIVADA EN EL SECTOR ELÉCTRICO


PRIMERO

Es cierto que el Estado, según la Constitución, aprobada mayoritariamente por el pueblo ecuatoriano el domingo 28 de septiembre del 2008, en su artículo 313, se reserva el derecho de administrar, regular, controlar y gestionar los sectores estratégicos, de conformidad con los principios de sostenibilidad ambiental, precaución, prevención y eficiencia. Pero eso no excluye la participación del sector privado y de la economía popular y solidaria. En la misma Constitución, en el artículo 316, el Estado puede delegar la participación en los sectores estratégicos y servicios públicos a empresas mixtas en las cuales tenga mayoría accionaria. La delegación se sujetará al interés nacional y respetará los plazos y límites fijados en la ley para cada sector estratégico. Es más, el Estado podrá, de forma excepcional, delegar a la iniciativa privada y a la economía popular y solidaria, el ejercicio de estas actividades, en los casos que establezca la ley.

Vale recordar que el sector privado copa otros sectores estratégicos como son las telecomunicaciones, los puertos, parte de la red vial...


SEGUNDO

De hecho, la excepcionalidad se convierte más y más en una normalidad. Existen varias plantas de generación eléctricas privadas y otras que están autorizadas, pero que no se ejecutan… Desde el gobierno de Lenín Moreno @Lenin y luego con Guillermo Lasso @LassoGuillermo  se apostó por un modelo de inversión privada para el desarrollo de centrales de generación eléctrica, pero no ha dado resultados. Por ejemplo, hay proyectos en manos privadas que no se ejecutan desde el 2020: la central eólica Villonaco III y el proyecto fotovoltaico El Aromo, con 310 megavatios en total, que no han comenzado su construcción; hay, también, retraso en el desarrollo de otros proyectos de 500 megavatios en energías renovables no convencionales. Es más, ahora exigen más cambios en la privatizadora ley NO MÁS APAGONES de Noboa, para ahora si dar la bienvenida a la inversión privada los voceros de la liberalización a ultranza. ¿Será que los EMPRESAURIOS están esperando aún más garantías estatales -léase subsidios- que les aseguren sus utilidades como sucedió con EMELEC? En esta dirección apuntan los tan ansiados arbitrajes internacionales…


TERCERO

Solo para refrescar la memoria. En 1925, en Guayaquil se instaló una empresa eléctrica con capitales norteamericanos: EMELEC, que suministró electricidad al puerto principal, primero con apoyo municipal y luego del gobierno nacional: desde los años sesenta del siglo XX esta empresa gozó de una garantía estatal anual de utilidades mínimas del 9% sobre sus activos fijos, pagaderas en dólares; al finalizar sus actividades, esta empresa apadrinada por la Embajada de los EEUU en Ecuador, pagó sus deudas en sucres y cobró sus acreencias en dólares.


CUARTO

Es falso que el Estado no tiene recursos para enfrentar el problema derivado por el estiaje. De hecho, en el gobierno de Daniel Noboa @DanielNoboaOk , a fines del año pasado, en pleno agobio por los apagones, se retiró el dinero de la CELEC y de la CENACE, en el sector eléctrico, y a Petroecuador, que provee combustible a las termoeléctricas. Es más, en lo que va del año la ejecución de las inversiones presupuestadas en el Ministerio de Energía y Minas fue miserable, de 59 millones de dólares presupuestados solo se ejecutaron 122 mil dólares. Como para complicar más la situación no invirtieron unos 60 millones de dólares en la reparación y mantenimiento de las plantas térmicas, pero si destinaron unos 300 millones en compra de energía con barcazas de dudosa eficacia. Esta falta de recursos es, además, el resultado de las restricciones provocadas por el elevado servicio de la deuda externa y también por políticas fondomonetaristas de austeridad fiscal -verdadero austericidio, inclusive en el ámbito energético- que dificultan la oportuna inversión para enfrentar el estiaje anticipado oportunamente.


QUINTO

Aquello de que el Estado por definición es ineficiente es una burda falacia . Hay empresas eléctricas estatales, como la CENTRO SUR en Cuenca o la misma Empresa Eléctrica Quito, que han tenido resultados dignos de resaltar. No solo eso, la gestión del Estado no está distante de las decisiones de los gobiernos, que son responsables del funcionamiento de las empresas del sector público; gobiernos que, en realidad, como ha sucedido en el último tiempo, lo que buscan es forzar su privatización. Por eso las descapitalizan y por eso mismo no garantizan la estabilidad en la cúpula de las empresas eléctricas, lo mismo sucede con Petroecuador (pero eso si están prestos para perseguir a sus trabajadores que las defienden @antep_ec  ). Si realmente les interesara que estas empresas funcionen adecuadamente –es decir, si realmente les interesara el país- buscarían gente capaz y honesta para poner al frente de su gestión, garantizando su estabilidad, por un lado, y permitiendo que estas empresas funcionen como tales, dotándoles de los recursos suficiente y de las garantías necesarias para que incluso puedan fondearse en el exterior, por otro lado.


NO HAY DUDA, 

SE MIENTE POR IGNORANCIA Y/O POR MALA FÉ

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