El observador

 POLVO Y CENIZA

Se acabó la "luna de miel" entre el alcalde de Cuenca, Cristian Zamora y la ciudadanía. Se cumplieron los cien primeros días de "gestión" desde que asumió el despacho, y la principal promesa de campaña de dar de baja el corrupto y lesivo contrato de los fotorradares, como él mismo proclamó a los cuatro vientos, ha quedado en palabras que se llevó el viento, en polvo y ceniza, o sea muerto.

Primero juró y rejuró que el primer día que asuma la alcaldía dará de baja; luego el discurso cambió ya en funciones, y que ahora serán en seis semanas, en ocho, en doce, y nada; mientras tanto los fotorradares de los hermanos "Topic" Palacios, siguen haciendo de las suyas, esquilmando los bolsillos de los conductores, dejando apetitosas utilidades para unos pocos, en perjuicio de la mayoría de ciudadanos engañados y estafados.

Desde esta trinchera de El Observador, seguiremos denunciando los actos de corrupción, las promesas incumplidas y las falsedades de las administraciones de turno, con fuerza, valor y temple, toque a quién toque y duela a quién duela.

"Cuando observes que la corrupción es recompensada y la honestidad se vuelve un sacrificio, sabrás que nuestra sociedad está condenada".