viernes, 25 de agosto de 2023

 La historia inédita de uno de los seis detenidos por el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio se encuentra en una sentencia del 2021, del Tribunal de Bogotá. Los seis colombianos además de enfrentar un proceso por asesinado han sido vinculados a otro por narcotráfico. Esta causa la lleva un juez anticorrupción. La prensa internacional ha dado más pistas sobre los antecedentes de este grupo.


Amediados del año 2000, Jhon Gregore Rodríguez Góngora abandonó Fresno, un municipio del departamento colombiano de Tolima, por temor a perder su vida. Se vio obligado a dejar ese lugar durante tres meses porque días atrás había llegado a su domicilio un integrante del Frente Omar Isaza, uno de los comandos de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio de Colombia (ACMM). Una pelea con un amigo de ese paramilitar le habría valido la amenaza. En ese año, Rodríguez puso la denuncia en Fresno, pero en su segunda versión desistió de la misma. 

Sin embargo, su nombre aparece entre las 4.900 víctimas que se encuentran en la sentencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, del 8 de abril de 2021. Esas historias sirvieron a la Fiscalía colombiana como fundamento para pedir la condena de Ramón Isaza, exjefe paramilitar de las ACMM, a ocho años de cárcel por más de 1.000 homicidios, torturas, tráfico de armas, etc. En el caso de Rodríguez, Isaza fue acusado como coautor mediato de desplazamiento forzado. Rodríguez tenía 33 años cuando su caso fue registrado en Fresno. Se declaró agricultor. 

Ahora, dos décadas después, está en una prisión ecuatoriana como sospechoso del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio. Plan V confirmó que tanto la cédula que está en la sentencia colombiana y la que aparece en su proceso en Ecuador es la misma. Fue detenido el pasado 10 de agosto junto a cinco hombres más que, al igual que él, son de nacionalidad colombiana. Durante el operativo, algunos sospechosos intentaron fugarse, según el informe de los agentes aprehensores. 

Los seis tienen prisión preventiva hasta que su proceso avance hacia una resolución definitiva. La Fiscalía presentó contra ellos veintidós elementos que fueron levantados tanto en la escena del crimen, como en los allanamientos. Entre ellos, constan versiones de testigos, protocolo de autopsia, resultados de pericias balísticas, análisis de los videos de las cámaras de seguridad, además de una huella dactilar encontrada en una moto abandonada por los ahora procesados.

 

 

Otras evidencias son celulares. El pasado 16 de agosto, el juez que lleva la causa autorizó la audiencia privada para la apertura, exhibición, examen y extracción de la información que contienen 18 dispositivos electrónicos hallados en los allanamientos. Entre estos se encuentran tres tablets, que no tienen ni chip ni tarjeta SD. También hay 14 celulares, de los cuales seis no tienen chip o tarjeta de memoria. Otro detalle de esos dispositivos es que solo cuatro de los 14 celulares estaban prendidos cuando fueron decomisados. Los otros fueron registrados como apagados y en algunos casos no tenían batería; uno de ellos tiene la pantalla trizada en su totalidad. En los operativos, los uniformados encontraron un drone que también está con cadena de custodia. 

Rodríguez no registra antecedentes en Ecuador. Pero en Colombia, sí tuvo una condena de 35 meses. El general Alain Luna, director de Investigaciones de la Policía, dijo que en el informe que llegó desde Colombia no se especificó el delito. El alto oficial informó el pasado 13 de agosto el historial delictivo de cada uno de los seis detenidos, así como la identidad del armado que murió tras ser herido en el enfrentamiento con las escoltas de Villavicencio. En su informe, solos dos detenidos no tenían antecedentes ni en Ecuador ni en Colombia. Pero medios internacionales han revelado que uno de ellos es un joven sicario. 

La historia de un joven sicario

La  prensa lo llama por su sobrenombre, ‘Hito’. Pero su nombre real es José Neyder López Hitaz y tendría 19 años. Durante su detención en Quito fue fotografiado junto a los otros cinco sospechosos. Se ubicó tercero. Vestía una chompa roja. Tras el crimen contra el político ecuatoriano, su historia fue develada. El medio El Mundo aseguró que se trata de un ‘niño sicario’ que antes de cumplir la mayoría de edad estuvo en el Centro de Formación Juvenil Buen Pastor, a donde van los menores infractores. El lugar se encuentra en Cali, de donde es oriundo López Hitaz. Estuvo allí por intento de homicidio, según el medio español. Salió y en febrero de este año fue detenido en Manizales por porte ilegal de armas. Aún no existen detalles de la participación de ‘Hito’ en el crimen. 

‘Hito’, tercero desde la izquierda, es uno de los detenidos más jóvenes por el asesinato del candidato presidencial. Foto: Fiscalía General del Estado

Pero quien sí fue identificado por testigos como el sicario que disparó contra la camioneta en la que se subió Villavicencio fue Jhojan David Castillo López. Resultó herido durante su enfrentamiento con policías de la custodia del candidato presidencial. Murió minutos después en la Unidad de Flagrancia a donde fue llevado por la Policía, un hecho que costó duras críticas a la institución por no llevarlo a una casa de salud. El general Fausto Salinas, comandante de la Policía, dijo que la patrulla lo llevó a esa Unidad porque hasta allá iba a llegar una ambulancia. 

Jhojan David Castillo López falleció el 9 de agosto, en la Unidad de Flagrancias. Fue impactado en un enfrentamiento con los escoltas policiales de Villavicencio y murió minutos después.

El protocolo de autopsia confirmó que Villavicencio recibió disparos de larga distancia. En los registros judiciales del caso, constan los resultados de ese examen legal: “causa de muerte traumatismo cráneo encefálico consecutivo a penetración, paso y salida de proyectil de arma de fuego, hemorragia y laceración cerebral, fractura de cráneo”. 

En los allanamientos de una casa en Monjas, la Policía encontró un vehículo reportado como robado y en este una maleta que contenía fusiles, una subametralladora, cuatro pistolas, tres granadas, cuatro cajas de municiones (384 cartuchos) y dos cargadores de fusil. Además de Monjas, el operativo se efectuó en Argelia Baja, San Bartolo, Guamaní y La Ecuatoriana, en el sur de Quito. 

EL PROTOCOLO DE AUTOPSIA CONFIRMÓ QUE VILLAVICENCIO RECIBIÓ DISPAROS DE LARGA DISTANCIA. EN LOS REGISTROS JUDICIALES DEL CASO, CONSTAN LOS RESULTADOS DE ESE EXAMEN LEGAL: “CAUSA DE MUERTE TRAUMATISMO CRÁNEO ENCEFÁLICO”.

Tanto ‘Hito’ como Andrés Manuel Mosquera Ortiz, otro de los detenidos, registran residencia en Potrero Grande -según el mismo medio-, que fue uno de los barrios más violentos de esa ciudad colombiana. Mosquera sí tiene antecedentes en Colombia. Fue detenido dos veces: en 2018 por tráfico de armas y en 2016 por hurto, dijo Luna. 

De los seis detenidos, dos registran antecedentes tanto en Ecuador como en Colombia. Adey Fernando García García y Jules Osmin Castaño Alzate fueron detenidos en Quito el 5 de julio por el delito de receptación, que se refiere a guardar cosas robadas o hurtadas. Ambos recibieron medidas sustitutivas a la prisión preventiva. Quince días después, el 18 de agosto -una semana después del asesinato de Villavicencio- la Fiscalía se abstuvo de acusarlos. 

En Colombia, el historial de García es más amplio: fue detenido en 2015 y 2018 por fabricación, tráfico y porte de armas de fuego y homicidio agravado; en 2009, por hurto. Mosquera y García estuvieron en la cárcel de Cali y ahora se indaga si pasaron por ese centro al mismo tiempo, informó El Tiempo. 

Además del delito de receptación, Luna informó que Castaño Alzate registra una detención el pasado 12 junio por secuestro extorsivo, pero este proceso no está en el sistema judicial ecuatoriano. En Colombia, tiene procesos por tráfico de drogas en 2016 y 2015. El último detenido es Camilo Andrés Romero Reyes, quien no tiene antecedentes. 

Los seis, además, ahora enfrentan un proceso por narcotráfico. En los allanamientos, los agentes informaron que encontraron 26 fundas con una sustancia verdosa y una funda con sustancia blanquecina. El 22 de agosto pasado, un juez de la Unidad Judicial Especializada para el Juzgamiento de Delitos de Corrupción y Crimen Organizado pidió a la Fiscalía que, en máximo tres días, se remita el informe pericial de análisis químico de esas sustancias sujetas a fiscalización. 

Un juicio el mismo día del asesinato 

Jhojan David Castillo López, el sicario que murió el mismo día del crimen, tenía un proceso por tenencia y porte ilegal de armas en Quito. Fue detenido el 18 de junio pasado junto al ecuatoriano Fernando David C.C., pero quedaron en libertad. 

La jueza Gloria Mayorga, de la Unidad de Garantías Penales con Competencia en Delitos Flagrantes, les impuso medidas sustitutivas. Es decir, les prohibió salir del país y les ordenó presentarse cada dos días en la Fiscalía. 

Su juicio se fijó para el 10 de julio pasado y entre las evidencias había tres celulares, además de dos armas. Ese día se decidió reagendar la audiencia, pero Castillo no estuvo presente. La nueva fecha fue el 24 julio y ninguno de los dos procesados se presentaron, por lo que la jueza Mayorga dictó su prisión. 

El 3 de agosto fue detenido Fernando David C.C., por lo que su audiencia se fijó el 9 de agosto, a las 13:30. Mientras que Castillo apareció ese mismo día pero en el asesinato de Villavicencio.

En esa audiencia se conoció que Castillo y  Fernando David C.C. fueron aprehendidos en Guayllabamba. Agentes que estaban por el sector vieron que quisieron evadir un control y los detuvieron en un barrio de esa parroquia. Fernando David C.C. intentó esconder el arma bajo el asiento del conductor, de ese vehículo robado. En el auto estaban otras tres personas, un hombre y dos mujeres. 

Fernando David C.C. fue condenado a 24 meses de cárcel porque se acogió al procedimiento abreviado. Este es su séptimo proceso penal. Este ecuatoriano registra causas por robo, receptación e ingreso de artículos prohibidos a un centro penitenciario. Estuvo en la cárcel de Turi y en 2018 se le encontró 5 gramos de cocaína. 

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