martes, 15 de noviembre de 2022

 

Las estúpidas con diploma del correísmo

   en Conexiones4P/Elenfoque/Info  por 

Una pregunta respetuosa: ¿Por qué algunas asambleístas del correísmo se prestan para jugar el papel de estúpidas con diploma? Inverosímil que hagan lo que les piden sin evaluar el costo personal que eso conlleva. Nadie sale indemne si contraría el sentido común, la lógica y la sindéresis.

Poco amor propio se tienen esas asambleístas que hicieron un papelón en la comparecencia de Carlos Pareja Yannuzzelli, el miércoles 9, en la Comisión de Fiscalización: Pamela Aguirre, Gabriela Molina, Viviana Veloz y Mónica Palacios. Llegar libreteadas ante un delincuente arrepentido, que perteneció a su organización, puede parecer estratégico. Pero no con el guion que les armaron.

Las cuatro lucieron desmemoriadas, pretendieron ignorar lo que sucedía, creyeron que iban a contrarrestar las pruebas de Pareja llamándolo corrupto, cuando está preso por eso. Eso es muy torpe. Y muy costoso para ellas como políticas, que más parecen viudas: defienden a un prófugo con una adictiva pasión irracional.

Su estrategia, lejos de afectar a Pareja, lo oxigenó. Todas repitieron los mismos argumentos, los mismos errores. Todas dijeron que Pareja se manejó con discursos y falacias, cuando todo el mundo lo vio leer cartas, denuncias, memorandos sellados que entregó al secretario de la Comisión o a Ricardo Vanegas, que los recibía a su lado. No extrañó que Pareja las pordebajeara, las mandara a leer los documentos que entregó y les aconsejara -no sin picardía reiterada- que pidieran a aquellos que les mandan a decir, que lo hagan bien.

El papelón de esas cuatro correístas causó vergüenza ajena. Bruno Segovia, asambleísta independiente, pidió un punto de orden cuando intervenía Pamela Aguirre para recordarle que Pareja no estaba siendo sometido a un proceso; estaba colaborando con información. Ana Belén Cordero, presidenta encargada de la sesión suspiró, en forma ostensible, apenas terminó Viviana Veloz una andanada de insultos.

Pamela Aguirre inauguró esta ópera mortífera para ellas. Lo hizo con un disparo en la nuca: Pareja Yannuzzelli carece de credibilidad por estar sentenciado. Correa lo está; Glas también. Y como arrancó mal, perseveró. Le preguntó por qué se había fugado; Pareja nunca lo hizo. Lo acusó de leer discursos, cuando Pareja no había parado de entregar documentos. Le endosó depositar plata a su hijo y usar a su madre, octogenaria, para lavar dinero. Falso, le replicó Pareja. Eso fue una de las peores bajezas de Correa: su suegra tuvo año y medio de arresto domiciliario y su cuñado estuvo 40 días preso por orden de Correa.

Aguirre no oyó. Le preguntó por qué escribió a Correa para pedir perdón y ayuda para que su familia no fuera a la cárcel. No le pedí perdón -respondió Pareja-. Le pedí clemencia para mis hijos y él se burló en una sabatina. Y agregó un detalle asesino para mostrarlo dueño de la Justicia: Correa cambió al fiscal Tibanlombo que iba a liberar a su hijo y a su suegra. Y puso allí a otro fiscal, Juan Carlos Zúñiga. Cuatro años después todos fueron declarados inocentes.

Con Gabriela Molina, Pareja se dio un paseo: ¿No leyó la carta que mandé a Correa en 2008? ¿No leyó las cartas y memorandos que mandaba a Wilson Pastor, de viceministro a ministro, sobre lo que ocurría en el comercio internacional? ¿No vio el video que presenté donde se hace referencia al memorando donde denuncié lo que estaba ocurriendo? Le pidió no confundir gimnasia con magnesia cuando ella, creyendo ponerlo contra el muro, mezcló el manejo del comercio petrolero con Petrochina con la refinería de Esmeraldas.

Viviana Veloz estuvo peor. Lo acusó de haber esperado desde 2017, cuando hizo el acuerdo de cooperación eficaz, para denunciar irregularidades. Rocambolesco. Todos habían escuchado a Pareja decir (y se lo tuvo que repetir) que había denunciado el caso a los fiscales Carlos Baca Mancheno, Raúl Pérez Reina, Ruth Palacios Brito, Fabián Salazar…

¿Por qué -insistió Veloz- no entregó las pruebas a la Fiscalía? Pareja no lo podía creer. “Yo las aporté”, dijo desesperanzado. La misma actitud observó cuando ella le preguntó si pensaba usar el espacio parlamentario para exigir que se cumpla el acuerdo de cooperación eficaz que firmó para entregarse y Baca Mancheno no cumplió. Cuatro o cinco veces he dicho -respondió Pareja- que no vine para eso. Y le repitió que fue a aportar información “para que se determine la existencia de una estructura organizada criminal liderada por Rafael Correa”, que ha costado al país más de 5 mil millones. ¿Y dónde están las pruebas?, repitió Veloz. Pareja recorrió el recinto con su mirada. Lucía perplejo. Era evidente que Veloz no entendía nada. O hacía como. No importa: se hizo la estúpida y ese papel sólo da réditos en el teatro.

Mónica Palacios no mejoró el sainete. Si es pensadora -eso dice en su Twitter- lo oculta con creces. Lo que sí sabe es insultar. Ella pensó poner a Pareja contra el muro preguntándole qué le ofrecieron para estar ahí. Se lo demandó cuatro veces con aire de ‘te pillé’. La respuesta fue del mismo calibre: dos galletas y dos tés. Eso es lo que me han ofrecido, dijo Pareja. Y se quejó: “debieron haberme ofrecido un almuerzo”.

Foto: Asamblea Nacional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario