LA EMBOSCADA SINIESTRA
POR JAIME CEDILLO F.
"Para corromper a un individuo basta con enseñarle a llamar "derechos" a sus anhelos personales, y "abusos" a los derechos de los demás".
El lunes 13 de mayo de 2024, será recordado por la historia ecuatoriana como un día negro para la manoseada democracia, desde la recinto del primer poder del Estado: La Asamblea Nacional.
Todo fue planificado por los mayores delincuentes de cuello blanco que ha parido este país, los correístas, autocalificados como "revolucionarios", los mismos que durante más de una década, con el prófugo y traidor a la Patria, Rafael Correa Delgado, a la cabeza, acapararon todos los poderes para llenarse los bolsillos con dinero del pueblo, hasta más no poder.
Ese día, se puso en marcha la emboscada más vil y rastrera que se tenga memoria: Se le convocó a la Fiscal de la Nación, Diana Salazar, para que informe en el seno de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional, presidida por una desquiciada correísta, Pamela Aguirre, de las investigaciones que lleva adelante la Institución sobre varios casos de corrupción, como enriquecimiento ilícito, desvío de fondos públicos, lavado de dinero, peculado, donde están involucrados hasta el cuello, Correa, Glas, y sus más cercanos colaboradores, unos en prisión, otros prófugos y buscados intensamente por la INTERPOL.
La emboscada se puso en marcha, la ocasión era única, si el plan funcionaba con un reloj suizo, era jaque mate. Llegó puntual la Fiscal, los "dignísimos" integrantes de la Comisión de Fiscalización, empezaron a escuchar el avance de las investigaciones de cada uno de los operativos, especialmente, el tristemente célebre caso conocido como Metástasis; cuando Ay Pame, anuncia con bombos y platillos que le tiene una gran sorpresa para la Fiscal.
Que se prendan las pantallas, que se haga la conexión vía internet, redoble de tambores, que ya mismo asoma el más querido de la Pame, su mijin, su ídolo, el más bacán, quítate J.J. Y, zaz, a colores en vivo y en directo desde el escondite, "El Ruso", sí, el mismo, el de la piscina en Miami, con la gallada de tetones mafiosos, como denunció en su momento Fernando Villavicencio.
Aquí está, es él quién le hará preguntas a la Fiscal, la trampa estaba cerca, la celada perfecta. La Pame estaba a punto de concretar la jugada maestra, digna de una estatuilla de oro, un tal Lenin Barreto, y la Sofi, de la misma calaña, le hacían el pare, le acolitaban, se frotaban las manos. La mayoría de comisionados se petrificaron ante semejante audacia, treta, jugada, de los resabiados correístas, es que nunca fueron notificados, peor aprobado el libreto.
Y, se les vino a la noche, la Fiscal no cayó en la trampa, abandonó la sesión, igual lo hicieron los otros miembros de la Comisión de Fiscalización, de otras tiendas políticas, que dijeron que no se iban a prestar para la jugarreta.
La Pame, la Sofía, el tal Barreto, se quedaron mudos y remudos, tartamudeaban frente las cámaras tratando de explicar lo inexplicable, y el día se les volvió noche. La impunidad se les escapaba como el agua entre los dedos. Ahora, tendrán que rendir cuentas por haber pretendido burlarse de la ley, por fraude procesal y obstrucción a la justicia; por querer librarse de la Fiscal, amén de las sanciones políticas.
Ha quedado demostrado, una vez más, que ser tontos útiles de los jefes de la mafias políticas, se paga caro. Hasta la victoria siempre. Este cuento se terminó.
EL OBSERVADOR.
Ay Pame, al banquillo de los acusados
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