jueves, 17 de marzo de 2016

!CON QUÉ NOS SALDRÁ ESTA VEZ! Por Estuardo Melo

EStuardo meloDentro de 2 meses, el 24 de Mayo 2016, el Economista Rafael Correa, va a tener que explicar a los Ecuatorianos, por qué llevó al país a la debacle económica, desvaneció Doscientos sesenta mil millones de dólares en gasto corriente, endeudó al país en sesenta mil millones, puso en peligro la dolarización, generó desequilibrio en el balance comercial, en su macroeconomía y una crisis aguda de liquidez en el manejo fiscal. Si su informe que seguramente será aprobado sin análisis previo por sus 100 asambleístas y por aclamación, será el insumo básico para su juzgamiento y de los cómplices de la crisis en el futuro inmediato.
Algo que resulta paradójico es cómo es que se va a ingeniar el Presidente para rendirle cuentas al país, luego de su ejercicio administrativo de casi una década, durante la cual hizo lo que quiso, sin dar cuenta ni razón a nadie. Porque ninguno de los informes a la Asamblea Nacional, fue debidamente analizado ni observado.
Nunca solicitó auditoría al gasto o inversión en sus obras y gestiones y el resultado de lo auditado es exiguo;
Es obvio que la obra no fue producto de una planificación, programación ni esquematización previa, por tanto no responde a necesidades taxativas y verificables, ni cubre razonablemente necesidades insatisfechas.
Las partidas presupuestarias no fueron auditadas. No hubo disciplina fiscal, austeridad ni afán por conseguir el mejor interés del Estado.
Es notorio que la generalidad de la obra pública, las adquisiciones, las consultorías, fue sobre valorada. Eso desencadenó sobreprecios y corrupción en distintos niveles.
Los créditos que financiaron la obra no tuvieron explicación de plazos ni costo financiero. Fueron altos intereses contratados con plazos cortos y garantías colaterales.
Muchos créditos fueron pagados con preventa de petróleo, comisiones y castigo al valor, que encarecían más aún la transacción.
Una vez ejecutados los proyectos, no cubrieron las demandas supuestas. V. Gr. Inversión en hospitales.
Administrativamente, los servicios carecen de sustentabilidad económica. (Salud, educación, seguridad interna y externa, administración central). La suma de salarios anuales consumen en gasto corriente los ingresos.
La fijación de salarios y la homologación salarial no fueron razonablemente calculados y causaron desequilibrio y  falta de sustentabilidad a largo plazo de los presupuestos anuales y la estabilidad fiscal y en la producción nacional, problemas de competitividad.
No se respetó el valor referencial del barril del petróleo en el Presupuesto del Estado y el excedente producido fue malversado.
Los cambios en las modalidades de extracción del petróleo fueron mal concebidos y generan problemas de liquidez al presupuesto y al sector.
El IESS fue obligado a financiar al régimen y al momento, por obra de la iliquidez, por mucho tiempo solamente contará con papeles y bonos del gobierno, que ponen en riesgo su solvencia patrimonial.
Los cambio legales que garantizan la seguridad social, ponen en peligro su estabilidad, ya que esas garantías son ofrecidas por un Estado insolvente.
Los estamentos de control y el poder judicial, tienen condicionadas sus gestiones propias, por el  Poder Ejecutivo, volviéndose difícil controlar el gasto del gobierno, o demandar por Peculado.
Serán 10 años de uso y aprovechamiento de los fondos del Estado, como plata de bolsillo, como si el dinero y el país, hubieran sido patrimonio del Presidente.
Cuando su mandato termine, por obra de la opacidad que caracterizó a la gestión del gobierno, su administración, inversiones y gastos, habrá que realizar un listado de todos los ítems, contratos y proyectos en los que utilizó los dineros del Estado, para verificar uno por uno si sus valores, volúmenes, costos y plazos se compadecen con los estándares que prevalecen para este tipo de proyectos y para que los que no se encuadran en los mismos, sean analizados rubro por rubro.
Igualmente con respecto a los salarios devengados por la burocracia, habrá que revisar los productos entregados para ver si existe una relación aceptable en su rendimiento.
Va a ser una labor titánica, en la que la Contraloría General jugará un papel decisivo, primero, en la rendición de cuentas de sus primer personero, por las responsabilidades que acarreó su gestión permisiva y  en toda la obra pública  cuya auditoria y control  pasó por alto.
Del control y auditoria que se realice, depende la subsistencia financiera futura del país, porque si se supone que al menos cien mil millones de dólares fueron a parar en contratos sobre valorados, al menos el 30% de esos valores deberán ser devueltos tanto por los ejecutores, cuanto por los gestores y responsables administrativos de cada proyecto.
De lo que se supone se dispuso este gobierno como fondos propios y créditos, el valor por el que debe responder es alto. Son Tres cientos veinte mil millones de dólares gastados, cuyos supuestos de balance no cuadran por ninguna parte.
Eso, si fuera que los fondos propios y los créditos otorgados hubieran sido impecable mente invertidos, pero no fue así.
Recuperar el valor de las glosas, establecer responsabilidades y encauzar las demandas por peculado, es la única posibilidad que puede manejar el país para salir adelante gracias a esa reserva que genera la deshonestidad, gestión de control que arrojará con el tiempo al menos treinta mil millones de  dólares. Lo lamentable es que toda la labor de control represada, demorará al menos cuatro años, eso gracias al nuevo COIP en vigencia, que parece haber sido redactado suponiendo lo que iría a acontecer.
Entonces, como pensará justificar el virtual desvanecimiento de los DOSCIENTOS TREINTA MIL MILLONES DE   DÓLARES en gasto corriente.
Por qué razón no utilizó uno solo de esos dólares en mejorar la producción exportable y la competitividad del país.
Qué justificativos va a exhibir, al haber inflado los presupuestos referenciales de los contratos de obra pública y de las hidroeléctricas y no haber solicitado la auditoría de ningún proyecto;
Qué cálculo sustentó el monto de salarios homologados, al punto de dejar sin sustentabilidad económica a los servicios públicos.
Cómo se puede entender que un economista no haya fundamentado su obra de gobierno en una planificación seria que le permita contar con parámetros de demanda de los servicios.
Por qué se construyeron autopistas donde la demanda de movilidad no lo requería.
Por que se construyeron simultáneamente 8 centrales hidroeléctricas que dejan al ecuador con producción en exceso, que por pura suerte será vendida temporalmente a Colombia, gracias a la sequía de ese país.
Como puede justificar, después de haber contado con ese enorme fondo de divisas, pasar a endeudarse de manera desaforada, porque se terminó la liquidez requerida para manejar los programas fiscales.
Cómo pensaba pagar al IESS, si el fisco está virtualmente quebrado.
Etc., etc., etc., etc.
Estuardo Melo

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