martes, 17 de junio de 2025

 LA JUSTICIA NUEVAMENTE CUESTIONADA

"La justicia significa que toda persona, independientemente de su estatus, está sujeta a las mismas leyes y procedimientos legales que cualquier otra , lo que refuerza el concepto de “justicia para todos”. Encarna la idea de que la justicia no debe ser privilegio de unos pocos, sino derecho de todos".
Por Jaime Cedillo F.
No puede ser que peligrosos delincuentes cuenten con la ayuda de jueces y fiscales, para seguir cometiendo sus fechorías. No puede ser que jueces y fiscales pongan precio a las sentencias a cambio de fuertes sumas de dinero, de muebles y otros agraditos, para hacer de la justicia, tan venida a menos, un lucrativo negocio.
Un juez es destituído porque concedió beneficios (prelibertad) a más de una veintena de presos con sentencias por delitos como violación, asesinatos, tráfico de drogas, robos. Ya nos imaginamos los fajos de billetes que tendrá escondido en el colchonbank. Simplemente, es asqueroso.
La institución policial, los que arriesgan sus vidas, se quejan permanentemente porque mientras ellos hacen el trabajo para detener a los malhechores, los mal llamados jueces (no todos) al día siguiente les ponen nuevamente en las calles para que continúen cometiendo desmanes.
Una "jueza" con una cuestionada hoja de vida, exige a un pobre ciudadano que le compre un juego de muebles finos a cambio de ayudarle para que pueda ver a su hijo. Esto es abominable, se tiene que terminar. Alguien tiene que poner alto, caso contrario, seguiremos en indefensión, a vista y paciencia de todo un país, que ya no aguanta más.
Los allanamientos a las casas y despachos de jueces y fiscales cuestionados, denunciados, a cargo de los agentes especializados de la policía, nos dan esperanza, es una pequeña luz al final del túnel. No todo está perdido.
Nos azota la delincuencia común, las mafias de narcotraficantes, los asesinatos en calles y plazas, los vacunadores, las avezadas pandillas, los de cuello blanco, que son igual o más peligrosos. Políticos cuestionados al frente de importantes funciones públicas como alcaldías y prefecturas, haciendo su agosto con el dinero del pueblo; con un tortuguismo de la Contraloría General del Estado, que nos colma la paciencia.
Ejemplos, algunos: el alcalde de Guayaquil, el correísta Aquiles Álvarez, enjuiciado por tráfico de combustibles. Ha pretendido lavarse las manos, pero las pruebas de la Fiscalía son contundentes. Con qué cara dirige los destinos de la Perla del Pacífico, abandonada a su suerte, llena de basura y con una burocracia descomunal.
El alcalde de la Carita de Dios, la capital, el tal Pabel Muñoz, correísta, enfrenta un proceso de revocatoria de mandato por incumplimiento de funciones, y otras maravillas más. Pobres quiteños, hundidos en la ineficiencia. Del alcalde de Machala ni hablar porque dan ganas de vomitar.
La Prefecta de Pichincha, otra correísta acérrima, Paola Pabón, derrochando el dinero de los pichinchanos en contratos para sus agnados y cognados. Cómo puede ser posible que la Contraloría, permita que se dilapide los recursos pagando a una extranjera para que vocifere en contra de los ecuatorianos.
El que funge de "alcalde" de la tercera ciudad más importante del país, el otro correísta, Cristian Zamora, se traslada de su casa a la oficina en un carro blindado que le costó al pueblo 180 mil dólares, también se cree con derecho de manejar el presupuesto de la ciudad, a su antojo y conveniencia. Como nunca, Cuenca vive uno de sus peores momentos, por culpa de la paupérrima administración municipal, con contratos de millones de dólares, direccionados. Un solo suertudo se lleva tres contratos por 21 millones, y que siga la fiesta en Baños, dicen los cuencanos. Zamora es el amo y señor, que interpreta las leyes a su manera, y el que diga que no, recibe una andanada de improperios de la peor calaña. Nadie se salva de su lengua viperina.
Otro correísta pensó que la Asamblea Nacional es un mercado. Ronal González, tomó un megáfono y se paseó por los pasillos del recinto hablando pestes en contra del gobierno de Noboa. Recibió lo que se merece, fue sancionado con dos meses de suspensión sin sueldo. El mal llamado padre de la patria, hasta ahora no entiende que a la asamblea hay que ir a legislar y fiscalizar y no hacer el papel de mindala.
Una señora de nombre Solanda Goyes, que no sé a quién representa, pero funge de vocal del Consejo de la Judicatura, ha creído que la institución es para la familia, se dedicó a entregar contratos de trabajo a los suyos, un contratito por aquí otro por allá. Le cayó la ley, será enjuiciada políticamente en la asamblea por abusar del cargo público, como tiene que ser, sin contemplaciones.
Finalmente, se me estaba olvidando, el que quiere hacerse el loco, el que sufre de depresión grave, con alto riesgo suicida, el segundo de la banda, Glas, quiere que le saquen de La Roca y le manden a una clínica. No señor, la evaluación profesional concluyó que sus trastornos depresivos no afectan su raciocinio ni inteligencia, que puede enfrentar el cuarto juicio por su participación directa en el caso "Reconstrucción de Manabí", con un perjuicio al Estado de 225 millones de dólares. Que rinda cuentas a la justicia, que siga en La Roca, que devuelva hasta el último centavo robado. He dicho.
El Observador
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