Ahí tienen al Correísmo en su máximo esplendor, según el propio líder de Los Lobos, la mitad de las vacunas, extorsión, terror, sangre… va directo para su campaña.
Ahora chillan como percantas en celo, persecución política, cuando les exponen la podredumbre. Pobres víctimas, les tiemblan las piernas porque su modelo de financiamiento se cuenta en ataúdes y chantaje.
El correísmo no es un partido, es una estructura mafiosa con maquillaje electoral, es un corral lleno de ladrones, criminales, prostitutas y mashicones. Y el que defienda eso, que se mire al espejo y se pregunte cuántas vacunas, está dispuesto a cobrar para seguir vendiendo su conciencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario