martes, 1 de noviembre de 2022

 

POR: Roberto Rodriguez Saltos

Publicado en la Revista El Observador. Junio de 2022, edición 129 

 


Otras páginas de Bolivar
Estamos rememorando un acontecimiento de superlativa importancia en los anales del convivir nacional, el Bicentenario de la Batalla de Pichincha; con una serie importante de actividades, para reactivar el espíritu de patriotismo, amor y el compromiso de luchar por una Patria Libre; recordando el ejemplo de un grupo de patriotas de diferentes países, dirigidos por uno de los hombres más importantes de la humanidad, Simón Bolívar; recordemos algunas páginas de este extraordinario personaje.

 Simón Bolívar al quedar en la orfandad, pasa del cuidado de su abuelo; a la custodia de su tío materno Carlos Palacios, viajero permanente, pensaba que, poniéndole a Simoncito en la escuela, el niño estaría tranquilo; imposible, el infante seguía haciendo múltiples travesuras. En 1.795 se escapa y busca a su hermana María Antonia, quién con su esposo Pablo Clemente le recibieron con mucha alegría; registraron su cambio de residencia ante los tribunales; expresando que la familia Palacios, que vivía de la herencia de Simón Bolívar, contribuya con un aporte económico para mantener al niño.

 Carlos Palacios se enfrascó en algunas demandas contra Pablo Clemente y su esposa, sobre la tutoría de Simoncito ante los tribunales de la Audiencia, quienes fallaron a favor de Palacios. El niño se negó a ir, diciendo “!Los esclavos tienen más derecho!”, fue llevado a la fuerza por un esclavo negro, quién recibió una serie de patadas del infante.

Se confió su educación al maestro Rodríguez, de cuyo cuidado también escapó. Simón de apenas trece años había ido donde el Arzobispo a contarle sus pesares; el religioso envió una carta, señalando que tengan compasión con el niño.
 
Pinceladas de Simón Bolívar
En su juventud se vincula con la aristocracia europea y hace amistad  con Manuel Mallo, joven audaz, simpático, buen parecido; nacido en Popayán, llega a Madrid e ingresa a los Guadias de Corps; conoce a la Reina española María Luisa, envejecida por su vida precoz, se enamora perdidamente de Mallo; le colma de prebendas y lo instala en una mansión cerca del Palacio, cuando no estaban juntos , la reina le enviaba cartas de amor; que le servirían para que después Mallo amenazara a su amante, con la publicación de estas cartas.

Bolívar por su amistad con Mallo en Madrid, es recibido en su casa; al transcurrir el tiempo, cierta mañana, en el arco de las Puertas de Toledo, el Jefe de Guardias de Reserva, encuentra a Bolivar y le ordena detenerse, ordenando a la Guardia !Regístrenle!; Bolívar tiró las riendas del caballo y sacando su espada, avanzó amenazante sobre los guardianes; dando tajos y mandobles; obligándoles a huir apresuradamente. Así era Bolívar, nada ni nadie le amedrentaba.

Terremoto de Caracas
Recordamos el 26 de Marzo de 1.812, movimientos perpendiculares y ondulatorios sacuden Caracas; sonar de campanas, gritos y súplicas, se escuchan por todos lados; la ciudad se encuentra en escombros, Bolívar ayudaba por donde salían voces y quejidos de auxilio. Un cura dominico subido en los escombros decía ”Jueves Santo, es señal de la ira divina, por estar en contra de la corona española”, Bolívar se sube a esos promontorios y pronuncia con voz de trueno una proclama iracunda, en defensa de la libertad.

Luego, bajando de allí, se topa con José Domingo Díaz seguidor de los españoles; quién lo ve con sorna y le manifiesta
• Que tal Bolívar?, parece que la naturaleza, se pone de lado de los españoles....
• Si se opone la naturaleza, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca, contestó iracundo.
 
Presagio
 Entre las anécdotas de Bolívar, recordaremos cuando hizo un viaje al Palacio; para jugar bátminton con el Príncipe Fernando el futuro rey, al calor de una de sus descargas, el volante de Simón aterrizó en la cabeza del príncipe y el joven monarca enfurecido y humillado se negó a continuar.

La Reina, que había estado observando todo el tiempo, insistió que Fernando continuara y se comportara como buen anfitrión; luego a los 27 años Bolívar recordaba ”que nunca Fernando VII se imaginó que el accidente era un presagio” de que algún día, le arrancaría la joya más preciosa de su corona.
 
Mi delirio sobre el Chimborazo
Este colosal nevado es famoso en todo el mundo y especial en Europa, por todas las personalidades que ascendieron en distintas épocas, entre los cuales están los académicos franceses: La Condamine y Bouger en 1.746; el varón Alexander Von Humboldt; el ecuatoriano Carlos Montúfar y Amadeo Bompland en 1.803. El sabio alemán despreció sus condecoraciones y cuando tenía noventa años de vida, decía que de todas las hazañas que había realizado, la más grande era haber trepado al Chimborazo. Posteriormente el Libertador Simón Bolívar acompañado de un guía ascendió al majestuoso nevado. Obnubilado ante el rey de los Andes, escribe el 13 de Octubre de 1.822 “Mi Delirio sobre el Chimborazo“

Rumbo a la eternidad

Bolívar veía con profundo dolor, cómo se desmembraba su sueño de la Gran Colombia; hasta en las calles le ofendían; insultos, epítetos humillantes, era cosa de todos los días; como cuando abandonó Bogotá, camino a Cartagena, le gritaban “longanizo, longanizo”, insultos con los que calificaban a un loco, que vagaba por las calles disfrazado de militar; igualmente a su hermana María Antonia le llenaban de ofensas y escritos con carbón, anticipándole la muerte del Libertador; uno de estos escritos, en la puerta de su casa decía “María Antonia, no seas tonta y si lo eres no seas tanto: si quieres ver a Bolívar, anda vete al camposanto.

El 9 de Diciembre de 1.830 en San Pedro Alejandrino, hizo llamar a su secretario y le dictó su última proclama, una parte manifestaba ”Colombianos habéis presenciado mis esfuerzos, para plantear la libertad, donde reinaba la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aún mi tranquilidad”, agonizando el libertador deliraba y decía” vámonos, vámonos-esta gente no nos quiere en esta tierra “. Este extraordinario hombre muere a los 47 años el 17 de Diciembre de 1.830 a las doce de la mañana.

El boticario local Reverend manifestó, por la decoloración del cadáver, los pulmones obstruidos, la atrofia avanzada, se llegó a la conclusión “Bolívar había muerto de insuficiencia pulmonar aguda”, probablemente tuberculosis. Luego de trabajar toda la noche en él embalsamamiento, el médico se topó con una responsabilidad adicional; no había quién vistiera el cadáver, ni prenda alguna disponible, excepto la túnica raída con que había muerto, hubo que pedir una camisa limpia a un vecino amable, tras lo cual se arregló, un remedo de funeral, por el que pagó un voluntario. El 20 de Diciembre de 1.830 el cadáver del Libertador fue llevado de la cámara ardiente, de la casa de la Aduana hasta la catedral a pocas cuadras de distancia; una modesta procesión se habría paso, a través de las tranquilas calles de Santa Martha.

Bolívar murió incomprendido, agraviado, difamado en todas las repúblicas que liberó, a pesar de haber nacido en la riqueza murió pobre, dejó esta vida indefenso, desposeído; expulsado de Bogotá, odiado por el Perú, en su natal Caracas le prohibieron entrar, solo le lloraron pocos hermanos.

!Adiós espíritu del mal,- dijo el gobernador de Maracaibo, autor de toda desgracia, tirano de la Patria!; tuvieron que pasar doce años, antes que entrara en marcha triunfal los restos de Bolívar a su tierra amada

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