viernes, 29 de noviembre de 2024

 CLARABOYA

Exquisito mal gusto… en Cuenca

En el fabuloso mundo de la naturaleza los entes feos cumplen, a su modo, una tarea bella, y la araña, la lombriz, el moscardón, los grillos, el ratón, la lagartija… son otras tantas cifras de la clave del universo.

Jorge Carrera Andrade confiesa haber descubierto cualidades especiales en estos seres que no son incompatibles con los bonitos, porque todo en la naturaleza tiene su razón de ser y un valor trascendental. Con el estilo del micrograma, del texto breve, condensado y profundo, el poeta transmite la imagen con gran significado de estos seres feos de la naturaleza.

La araña: “Araña del suelo / charretera / caída del hombro del tiempo.

La lombriz: Sin cesar traza en la tierra / el rasgo largo, inconcluso / de una enigmática letra.

El moscardón: uva con alas / con tu mosto de silencio / el corazón se emborracha.

Los grillos: clavan su bandera azul los grillos / en el tope de la tarde / con martillitos de vidrio.

El ratón: oficial de taller / se pasa fabricando / virutas de papel / Pst… la S señorial / y la i de los libros /le gusta deletrear.

La lagartija: amuleto de plata / o diablillo con bocio / criatura del alba / memoria de las ruinas / fugaz mina animada / calofrío del campo / lagartija misántropa”.   

En contraste, las obras feas realizadas por los hombres en la ciudad, lo no hecho por la naturaleza, tienen un carácter de mal gusto, kitsch, con falta de sensibilidad o baja calidad. Pretenden ser obras artísticas, replicando estilos refinados, pero solo consiguen falsas imitaciones para el consumo masivo.  

Paúl Valéry, filósofo y poeta en la obra “Eupalinos o el Arquitecto” (1921), aborda los temas relacionados con la calidad de las obras bellas, intrascendentes y feas de la ciudad, a través de un diálogo de forma platónica entre Fedro y Sócrates después de muertos. El primero, poeta y amante de la arquitectura; el segundo, filósofo y amante de las ideas eternas, concuerdan que al igual que las condiciones de trabajo del texto literario se deben cumplir, lo mismo debe ocurrir con las obras arquitectónicas. “La mayor libertad nace del mayor rigor”, y necesitan ser honestas, justas y bellas.

Bajo estas consideraciones, el poeta y el filósofo clasifican por su mensaje a las obras humanas de las ciudades de este modo: las que cantan, las que hablan y las feas de mal gusto. Las primeras, son bellas; las segundas, pasan desapercibidas; y las últimas, son impertinentes, chillan o cantan descompasadas.

El fantasma de “Eupalinos o el Arquitecto” se ha presentado en el exquisito mal gusto de nuestra ciudad. Intentemos interpretar a manera de microgramas tres ejemplos:           

Cuenca: “destino turístico navideño”: ciudad de la parafernalia y del sinsentido / maquillaje de la realidad / cortocircuito en tiempos de sequía y apagones / el número de luces, la cantidad de adornos y armatostes de aluminio, protagonizan el campeonato mundial para adorar al Niño Dios Recién Nacido / ¿No sería más sencillo y estético retomar la tradicional conexión de la Navidad con la naturaleza, el ser humano y el cielo? 

La escalinata del Parque de la Madre: pecado capital a las normas elementales de la restauración / propuesta descabellada que ha instalado un aparatoso conjunto mecánico simulando a los posmodernos centros comerciales / “una bofetada al flujo del Río Tomebamba y la memoria de Huayna Cápac”. (*)

Turi parque temático: parque temático exceso de luz / colores de chiringuito costero / pero en el fondo mucha ignorancia / mucha ambición y poca sensibilidad para entender los valores de Turi, no como mirador, sino mirándose a sí mismo…”. (**)

Si en el fabuloso mundo de la naturaleza los entes feos tienen la posibilidad de la convivencia con los seres bellos, por ejemplo, la araña peluda viuda negra con el colibrí prisma de colores volador con GPS; en cambio, en la ciudad las obras de exquisito mal gusto, junto a las bellas, son banales, de consumo masivo, vulgares, ordinarias, presuntuosas, impertinentes, chillan o cantan desafinadas.  

Referencias:

  • Elisa Sánchez Almansa; “Esto no es lo que era: lo feo en la arquitectura”, Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, Universidad Politécnica de Madrid, s/f.
  • Gabriela Eljuri; Del muro, 21-11-2024.
  • Álvaro Malo; post, 25-02-2024. (*)
  • Fausto Cardoso; post, 27-01-2024. (**)
  • Jorge Carrera Andrade; “Obra poética”, 2000.
  • Paúl Valéry; “Eupalinos o el arquitecto; el alma y la danza”, traductor, José Luis Arántegui, 2000.
  • José Hernán Córdova; “Itinerario poético de Jorge Carrera Andrade”, 1986.
  • La revisión de estilo y algunas precisiones conceptuales son de Olga Jaramillo Medina.

 

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