sábado, 23 de febrero de 2019

POR: Galo Muñoz Arce

Publicado en la Revista El Observador
Febrero de 2019, edición 109 

Los ecuatorianos exigen transparencia
El Frente de Defensa Nacional, entidad que dirige Pablo Jerves Cueva y lo coordina el Arq. Adrián Abril, ciudadanos de intachables antecedentes, han difundido y puesto en evidencia en forma documentada “las escandalosas incongruencias y riesgos de manipulación de resultados de las elecciones del  19 de febrero del 2017,  que se eligieron al  presidente de la República y  asambleístas”.

De manera específica, advierten a la ciudadanía “en base a las cifras y documentos oficiales del Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos, INEC, así como del Servicio Nacional de Información (SNI) y Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo, que las cifras presentadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) no fueron compatibles con las antes referidas de documentos oficiales.”

“En primer lugar –indica en forma textual su denuncia, con el respaldo documental- el número total de votantes acreditados, en cifra publicada por el CNE en los medios de comunicación –con fecha 4 de octubre del 2016-, llega a 12,816,698 ecuatorianos.

Pero resulta que de conformidad a los datos del INEC, el número total de ecuatorianos mayores de 16 años en edad de votar alcanza un 11,200,539 personas, situación que permite una diferencia numérica de votantes  fantasmas en exceso de 1,616,159.

No es solamente adulterar los votos para ajustar las cifras a las encuestas pagadas. El fraude a la verdad, el ofertismo crudo, la campaña sucia, el uso descarado de autos con burócratas incluidos en manifestaciones electorales, así como recursos públicos y tiempo remunerado; las sabatinas y las inauguraciones proselitistas: ese es el fraude. Ganar a toda costa, a cualquier precio, fue la orden. 

Y en consecuencia se  desplegó una furibunda arremetida de miedos y promesas. “Viejito” lagrimea Moreno desde su invalidez motriz, “te vamos a dar pensión sin costo”. Y habrá muchos viejitos de los perjudicados por pensiones pagadas en papeles devaluados, o de los jubilados que ven agotar su tiempo en espera que les paguen porque la plata se les acabó, que creerán nuevamente en la perversa mentira. 

“Todo sistema electrónico electoral requiere continuas auditorias para evitar o al menos minimizar el fraude que está latente. Así como hay inseguridad en la calle hay inseguridad en las elecciones. Los ladrones de votos físicos o los “falsificadores” creadores de votos virtuales continuamente desarrollan nuevas formas de hacer trampa. Sin que el público que se de cuenta, tras bastidores se plantea una guerra de inteligencias, una al servicio de la pureza del voto y otra a la orden de un maniático que quiere ganar a cualquier costo.”, afirma el analista político Dr. Diego Delgado Jara.

 Mucha gente ingenua considera que el uso de computadoras en los comicios es un adelanto y que sus resultados son inobjetables. Esa es la idea que trata de vender el gobierno pero la agenda oculta tras esa fachada de modernización y de supuesta pureza del voto es escalofriante, CON SOFTWARE OCULTO SE PUEDEN ALTERAR LOS RESULTADOS CREANDO VOTOS VIRTUALES O MODIFICANDO DIRECTAMENTE LOS PORCENTAJES AL NO EXISTIR LA POSIBILIDAD DE UN RECUENTO FÍSICO DEL ESCRUTINIO.”, sostiene el analista político.

El fraude está en sus silencios o en sus monólogos impunes. Moreno huye de la prensa independiente, huye del debate que no sea en las condiciones que le permitan encubrir. Por el contrario, pensamos que es necesario debatir no solo porque lo que exige una democracia y la transparencia, no solo porque hay un mandato constitucional que lo obliga, sino por una condición ética básica de quien aspira a enfrentar un escenario económico similar al de 1999. Debatir con su oponente es un imperativo. 

Frente a esta arremetida desesperada que construye realidades paralelas, que desconstruye la historia, que desmonta honras labradas en años de trabajo honesto, que exacerba el morbo de la fanaticada, hay que sostener la verdad, responder con la ética y la  moral. No se trata de cambios de domicilios, preparativos burocráticos sino de  depurar  los padrones inflados y el Software trucado, para que los electores se sientan seguros de que el fantasma del fraude no se convierta en una nueva frustración,   en  marzo del 2019.

Para concluir, esta situación es una señal inequívoca de que estamos en una decadencia política, ética e institucional. Ecuador  va de mal en peor pues todos los días los asuntos sociales y políticos se deterioran.

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