Mario Jaramillo Paredes
Por AGN -14 junio, 201812
Alienados, reaccionarios, pequeño burgueses que gustan de un extraño deporte en que veinte y dos personas se pelean por una pelota, eran parte de las críticas hechas en los años sesenta por grupos de intelectuales que no podían entender cómo alguien puede disfrutar de algo que no contribuye al cambio de las estructuras sociales ni a agudizar las contradicciones que conducen a la gloriosa revolución que creará el paraíso en la tierra. El fútbol era para muchos –parafraseando a Marx- el opio del pueblo, hasta que llegó Eduardo Galeano y los desarmó -con su prestigio de intelectual de izquierda -cuando se preguntaba en qué se parece el fútbol a Dios y contestaba que “en la devoción que le tienen muchos creyentes y en la desconfianza que le tienen muchos intelectuales”. O, cuando sentenciaba que “que todos los uruguayos nacemos gritando gol y por eso hay tanto ruido en las maternidades”.
Alienados, reaccionarios, pequeño burgueses que gustan de un extraño deporte en que veinte y dos personas se pelean por una pelota, eran parte de las críticas hechas en los años sesenta por grupos de intelectuales que no podían entender cómo alguien puede disfrutar de algo que no contribuye al cambio de las estructuras sociales ni a agudizar las contradicciones que conducen a la gloriosa revolución que creará el paraíso en la tierra. El fútbol era para muchos –parafraseando a Marx- el opio del pueblo, hasta que llegó Eduardo Galeano y los desarmó -con su prestigio de intelectual de izquierda -cuando se preguntaba en qué se parece el fútbol a Dios y contestaba que “en la devoción que le tienen muchos creyentes y en la desconfianza que le tienen muchos intelectuales”. O, cuando sentenciaba que “que todos los uruguayos nacemos gritando gol y por eso hay tanto ruido en las maternidades”.
Existen extensos y sesudos estudios sobre este deporte, pero la mayoría de ellos quedan en nada frente a una jugada genial o a un gol agónico con el que nuestro equipo gana. No conozco estadísticas sobre el tema, pero aun cuando sea un lugar común decirlo, el fútbol es el deporte más popular del mundo y el Mundial de este deporte que se inicia hoy, me imagino que es el espectáculo con mayor número de espectadores en el globo.
Cuando en los primeros años de la universidad el profesor se solazaba explicando la cultura griega, la visión del fútbol empezó a cambiar para muchos. Dentro del mundo griego – al cual debemos buena parte de la tradición cultural de occidente-el deporte era un elemento fundamental, tan importante como la filosofía o la literatura. De hecho, dentro de la visión de ese pueblo la categoría de héroes fue dada solamente a los filósofos y a los triunfadores en los juegos deportivos. Debieron pasar los años para que a esa categoría pudieran también ingresar los guerreros destacados, especialmente aquellos que habían muerto en el campo de batalla defendiendo a la patria.
Cuando en los primeros años de la universidad el profesor se solazaba explicando la cultura griega, la visión del fútbol empezó a cambiar para muchos. Dentro del mundo griego – al cual debemos buena parte de la tradición cultural de occidente-el deporte era un elemento fundamental, tan importante como la filosofía o la literatura. De hecho, dentro de la visión de ese pueblo la categoría de héroes fue dada solamente a los filósofos y a los triunfadores en los juegos deportivos. Debieron pasar los años para que a esa categoría pudieran también ingresar los guerreros destacados, especialmente aquellos que habían muerto en el campo de batalla defendiendo a la patria.
Héroes en Grecia- los únicos junto a los filósofos y a los soldados- los deportistas tenían el privilegio de merecer una estatua cuando triunfaban en alguno de los juegos panhelénicos especialmente en los más famosos de todos: las Olimpiadas. Y, si triunfaba por dos veces consecutivas tenía además derecho a que la estatua fuera un retrato del deportista y no solamente una idealización de él, como eran los kouros, que se hacían para quienes habían triunfado una sola vez.
En un pueblo fragmentado en varios estados, como fue el caso de Grecia hasta que Filipo de Macedonia y su hijo Alejandro Magno unificaron a todos, las rivalidades y guerras estaban a la orden del día. Los juegos deportivos particularmente las Olimpiadas y los juegos Corintios eran los únicos hechos que congregaban en paz a todos los griegos. Por eso nació esa añeja afirmación de que el deporte une, que frecuentemente parece una insensatez cuando a veces las barras de dos equipos protagonizan fenomenales peleas campales con muertos y heridos. Hoy en muchos lugares del mundo millones de personas veremos el arranque del Mundial, en el que lamentablemente después de muchos años, el Ecuador estará ausente. (O)
En un pueblo fragmentado en varios estados, como fue el caso de Grecia hasta que Filipo de Macedonia y su hijo Alejandro Magno unificaron a todos, las rivalidades y guerras estaban a la orden del día. Los juegos deportivos particularmente las Olimpiadas y los juegos Corintios eran los únicos hechos que congregaban en paz a todos los griegos. Por eso nació esa añeja afirmación de que el deporte une, que frecuentemente parece una insensatez cuando a veces las barras de dos equipos protagonizan fenomenales peleas campales con muertos y heridos. Hoy en muchos lugares del mundo millones de personas veremos el arranque del Mundial, en el que lamentablemente después de muchos años, el Ecuador estará ausente. (O)
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