lunes, 22 de enero de 2018

Revolución ciudadana con Prozac
Se requiere de políticos valientes que puedan hacer frente a esta nueva era liderada por Moreno (una copia de Correa), señalar los engaños, abrir los ojos a la población, quitándole la venda de los fanáticos y oportunistas. Poner a Moreno frente a la realidad y las amargas perspectivas del futuro. Encender la luz en ese cuarto donde juegan a oscuras.
15 de enero del 2018
POR: Jean Cano
Periodista de investigación, editor general de la revista Criterios de la Cámara de Comercio de Quito. 
Resultó provechoso decir que son revolu-cionarios, socialistas, boliva-rianos, encantar a las masas y hacer lo que les venga en gana ".
Vivimos la nueva era del socialismo. Así venden ahora los operadores (políticos, de propaganda y económicos) al nuevo gobierno de la revolución ciudadana. Este que tiene a Lenín Moreno al frente, donde se cambió la cabeza… pero que solamente fue un reemplazo que afectó la punta del iceberg.
Lo que no se ve sigue intacto, la gran masa de funcionarios de segundo y tercer nivel y los servidores públicos que ingresaron en el correísmo.
Todos ellos viven esa nueva era del socialismo que inició con Rafael Correa. Una ideología que busca un gobierno fuerte, grande, que pueda resolver los problemas de los ciudadanos. Y que para eso necesita alimentarse eternamente de recursos que salen de los bolsillos de quienes son los beneficiarios. Es decir, usted. O de dónde sea…
Pues ese modelo es el mismo que instauró Rafael Correa, ahora con una dosis de Prozac. Un modelo que no ha funcionado porque hay un aislamiento del Ecuador en el ámbito internacional, un estancamiento en la economía y la innovación, una precarización de las condiciones laborales de los ecuatorianos.
Sí. Ahora mismo al menos 1,3 millones de ecuatorianos viven en el subempleo, en su mayoría no son afiliados al IESS, no tienen asegurado un ingreso mensual y ganan menos que el salario básico.
El modelo, ahora repetido, que ha privilegiado la propaganda antes que la libertad de pensamiento, en prensa, educación, arte... Un socialismo mezclado con alfarismo y bolivarianismo del que se aprovecharon los más sinvergüenzas para lucrar ilegalmente y formaron esa mafia revolucionaria, que hoy en día trata de protegerse. Es que resultó provechoso decir que son revolucionarios, socialistas, bolivarianos, encantar a las masas y hacer lo que les venga en gana para mantener los mismos. Ellos mismos defienden la Constitución de Montecristi, cuando es una enorme mentira.
En la nueva era del socialismo, Moreno, así como su antecesor, retira la vista de los opresores de Venezuela, lo mismo de Cuba y Nicaragua. Privilegian la Unasur, el Alba… pero dan la espalda a la OEA y la CIDH.  Así como también se repite el alza de impuestos y el alto endeudamiento.
En esta nueva era, así como la de Correa, también tenemos políticos y empresarios que no tienen visión de futuro y se acomodan a las migajas, contratitos o contratotes, que puedan soltarles desde Carondelet. Donde no hay comprobación alguna que retiraron las manos de la justicia.
Donde el ministro Pablo Campana va a EE.UU. a pedir apertura… pero la ministra María Fernanda Espinosa lo hace regresar con las manos vacías por las acciones que emprende y, de seguro, avaladas por Moreno.
Una nueva era del socialismo, más alegres que antes, repiten un juego oscuro. Donde los mejores vendedores por el sí en la consulta popular son los que se dicen opositores… Que dicen que ahora ya no es tiempo de ideologías y que es el inicio del cambio. Que se guardan los acuerdos verbales bajo llave y que ayudan a la nueva era.
Por eso se requiere de políticos valientes que puedan hacer frente a esta nueva era liderada por Moreno (una copia de Correa), señalar los engaños, abrir los ojos a la población, quitándole la venda de los fanáticos y oportunistas. Poner a Moreno frente a la realidad y las amargas perspectivas del futuro. Encender la luz en ese cuarto donde juegan a oscuras. 

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