LA PRENSA QUE ASQUEA
La señora Hinostroza desinforma a la población descaradamente. A la dicotomía minería legal vs. ilegal, narrativa del gobierno y la minera; ella suma un engaño más: cuencanos y azuayos vs. el resto del país.
Frente a la minería ilegal y al abandono en inversión social, no debería preguntar dónde están los ecologistas, sino ¿dónde está el Gobierno? Que le cuente la Sra. Hinostroza a sus oyentes si en el resto del territorio amazónico la actividad petrolera, de más de cinco décadas, ha traído la atención del Estado; si en el territorio amazónico no hay salud, ni educación, es porque el Estado no ha hecho lo que debe; el abandono de la Amazonia no es un problema exclusivo del Yasuní, ni de hoy. Que le exija al gobierno hacer lo que es su responsabilidad: invertir en educación y salud, y controlar la minería ilegal.
Desinforma sobre la realidad de las comunidades indígenas en EE. UU., información y estudios hay de sobra; por ejemplo, sobre la violencia generada en las reservas indias con la llegada de los casinos (dádiva que les dieron como migajas); evidencia científica hay de sobra respecto a la afección de la actividad extractiva en los Navajos de Estados Unidos, en las comunidades indígenas en Canadá y en otras partes del mundo.
Miente cuando propone que en Kimsakocha entrará la minería ilegal; ya se ha demostrado hasta la saciedad que allí no es posible, técnicamente, esa forma de minería; lo que debería decir a sus oyentes es que cuando la minera "legal" abra la bocamina y empiece a explotar, allí sí les dará haciendo el trabajo para que lleguen los GDO. Son décadas del conocimiento sobre el oro en Kimsakocha y no ha llegado la minería ilegal, porque no es factible.
La señora Hinostroza confronta al Azuay con el resto del país; habría que recordarle que el agua que estamos defendiendo de la contaminación, no riega solo al Azuay, sino que riega también, por un lado, en su cauce hacia el Pacífico, las bananeras de la provincia de El Oro (elemento importante del PIB del país) y, por su otro cauce hacia el Atlántico, todas las comunidades por donde pasa el río Cuenca y luego el Paute, hasta llegar a la Amazonía.
La señora Hinostroza se rasga la vestidura hablando de legalidad y de democracia cuando le conviene; sería importante que lea un manual mínimo de democracia: en democracia se respeta la voluntad del pueblo en las urnas y acá ya decidimos.
Este es el tipo de prensa que asquea; muy distante a buena parte de la prensa radial local, que ha sabido informar a la ciudadanía sobre las implicaciones de la explotación en Kimsakocha.
Falsedad es lo que la Sra. Hinostroza expone de principio a fin. ¿A qué intereses responde? ¿De la minera? A este tipo de prensa le sobra micrófono y le falta seriedad, ética e información.
Acá no hay irracionalidad, como dice la señora Hinostroza, hay dignidad y una ciudadanía bastante informada. En Cuenca, que le cuenten a la señora Hinostroza, no estamos confrontando al resto del país, estamos defendiendo el agua que es la verdadera riqueza, no el oro.
La señora Hinostroza dice hacernos un "llamado de atención a los azuayos"; con nosotros y nosotras se equivoca, acá estamos más informados que ella. Acá en Cuenca estamos dando un ejemplo de unidad por el agua y la vida; un ejemplo de defensa de la salud, de la naturaleza, de la soberanía alimentaria, del futuro de nuestros hijos e hijas; de defensa de la dignidad y de la cultura democrática.
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