LA VÍA CUENCA-GIRÓN-PASAJE, UNA OBRA MONUMENTAL DE ABANDONO Y QUEMEIMPORTISMO.
Es una pesadilla viajar por esta carretera que comunica las provincias del Azuay con El Oro. Son cientos de miles de vehículos de todo calibre, pequeños, medianos, pesados, públicos, privados, que utilizan diariamente esta carretera llena de peligros, en donde los choferes tienen que hacer una serie de malabares para evadir huecos chicos, grandes y grandotes, que están por todo lado.
Pasando Girón, viviendo desde Cuenca, la aventura vial se transforma en una pesadilla, nadie se escapa a esta trama de terror, los automotores sufren las consecuencias de la indolencia de las autoridades nacionales y locales, que se tiran la pelotita y se acusan mútuamente de negligencia, cuando sabemos que todas esas autoridades son las responsables del desastre. Hasta cuándo, no sabemos, pero lo que sí sabemos y a ciencia cierta, es que pasarán meses y años, como siempre ha sucedido, y no veremos que una pequeña luz de esperanza al final del túnel de la indiferencia.
Estudios van y estudios vienen, en cada administración, vivimos de promesas y engaños, de visitas burocráticas que siempre ofrecen
el oro y el moro, y a la vuelta de la esquina, comprendemos, una vez más, que las promesas se llevan el viento. Caras vemos, corazones no sabemos. A pocos metros de la subida a Santa Isabel, está el mismísimo infierno del "Nuevo" Ecuador. Un tramo que serviría para que Hollywood, haga una película de acción, sería un éxito de taquilla.
Las fuerzas vivas de las poblaciones afectadas, deberían unirse para bloquear la vía abandonada, hasta que los señoritos de cuello blanco, atiendan el clamor y las súplicas de los miles de miles de ciudadanos de esta parte de la patria, considerada la última rueda del coche por la burocracia dorada, de esa fiera burocracia que hace y deshace de los presupuestos locales y nacionales, a su vil antojo y conveniencia.
"Ojalá nos lleguen buenos vientos y buenos tiempos, aires saludables".
El Observador
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