lunes, 11 de enero de 2021

 

POR: Edith Patiño S.

Publicado en la revista El Observador (diciembre de 2020, edición 120) 

 


Nueva Viceprefecta del Azuay
Inicio este diálogo con la señora viceprefecta, felicitándole por las nuevas funciones que asume, un reto en su carrera; con absoluta predisposición y una sencillez admirable, me cuenta sobre su vida personal y familiar; nacida en Nabón, es la primera de nueve hermanos, seis mujeres y tres varones,  pese a las dificultades y limitaciones económicas, crecieron en un hogar ejemplar, lastimosamente perdió a su padre hace dieciocho años, razón que le obligó a asumir tempranamente la responsabilidad con su madre en la educación de los menores. Luego sus hermanos/as, unos formaron sus hogares, otros emigraron al exterior y los demás siguieron sus estudios, por ello salieron a Cuenca en pro de la educación, eso les significaba gastos: arriendo, alimentación, transporte; sin embargo queda demostrado que quien lucha por sus sueños, por una mejor calidad de vida, sale adelante, vence las adversidades y conquista sus metas. Está casada con Juan Fernando Astudillo y tiene una hija de nueve años, con quienes comparte afablemente la vida  familiar, siendo un apoyo fundamental en su gestión.

Es Comunicadora Social y tiene una maestría en Género y Desarrollo, en la  Universidad de Cuenca, lo que le ha permitido trabajar en Radio Alfa, en el Seguro Campesino, como auxiliar de enfermería y más tarde como  Coordinadora Comunitaria en el entonces INFA.

Nos cuenta con absoluta propiedad, dueña de sí misma, de sus argumentos, sus experiencias y acciones en más de veinte años de camino recorrido, desde las bases, muy jovencita y con un claro liderazgo, con conocimiento de causa, porque hay que sentir en carne propia la necesidad, para valorar y trabajar por quienes realmente lo merecen; nada le ha resultado fácil, ha hecho camino al andar, con mucho esfuerzo aprendiendo, madurando y superándose día a día; sus ojos brillan al relatar todas sus vivencias, como aflorando la parte humana y sensible y con la satisfacción del deber cumplido. Ha dejado huellas fecundas en Nabón, su tierra natal, cantón  pujante, progresista que se ha fraguado  a base del trabajo de sus hijos/as, que como Magali, sueñan y construyen.

La trayectoria político administrativa
Con la mayor votación ganó la concejalía, ejerció tres períodos, acompañándole a la alcaldesa Dña. Amelia Erráez, recibiendo un aprendizaje importante; luego fue vicealcaldesa y finalmente alcaldesa. Su gestión ha sido fructífera. Con cooperación internacional de Suiza, COSUDE, por 16 años trabajaron en capacitación y recuperación agropecuaria, tomando fuerza la participación ciudadana, con el derecho a la toma de decisiones de la población, no priorizando el tema clientelar, ni  los intereses individuales, sino las demandas comunitarias, parroquiales y cantonales. Proyectos fundamentales eran: agua potable, alcantarillado, riego y desarrollo comunitario; con 70 asociaciones formadas en diferentes emprendimientos como: hortalizas, cuyes, lácteos, fresas, etc.

Ha impulsado la economía popular y solidaria que ha sido modelo en la Comunidad Andina de Naciones, con Perú, Bolivia, Colombia; fueron parte también de una Red de Municipios, intercambiando experiencias con países como México, España; a través de la Universidad Andina les han visitado de los cinco continentes como un referente internacional. Y también les han apoyado en la defensa de las cuencas hidrográficas.

¡Obras son amores!
La producción dependía de las mujeres porque muchos hombres emigraron a la costa y al exterior; el tema de riego era importante, tenía un enfoque de género valioso, al tecnificar los reservorios familiares, las mujeres reducían su carga de trabajo, de 8 y 10 horas, a la mitad.  La creación de una Caja de Ahorro y Crédito, liderada el 90or mujeres,  muy bien organizadas les permitía solventar temas de salud, educación, producción… con  la asesoría técnica de Jardín Azuayo.

En lo CULTURAL trabajaron en proyectos a base de concursos “Cuentos y Leyendas” con niños/as, se seleccionaba los mejores y se publicaba, haciendo reconocimientos. Con los adultos mayores,  a través de “Cartas”, escribían sus historias de vida, verdaderos testimonios que conmovían a la ciudadanía y a sus familias; porque allí estaba referida la vida de Nabón. Mujeres que vivieron explotación en las haciendas, obligadas a casarse jovencitas para escapar de esa dura realidad. Fundó un Centro de Arte con adobe, madera y teja, con vistosos balcones, jardines multicolores, creando un ambiente favorable para dar rienda suelta a la lectura, al  talento y creatividad.

En el TURISMO también se impulsó la Ruta de la Artesanía, atractivo de propios y extraños; y el Jardín  Botánico, con más de 600 especies de orquídeas recuperadas en los bosques y fusionando los cuatro elementos de la Pachamama. Haciéndose acreedores incluso a un premio internacional. La  piscina otro atractivo, no sólo de carácter recreativo, sino hasta médico terapéutico con hidromasaje, sauna, gimnasio, para que la niñez y juventud hagan deporte y buen uso del tiempo libre.

La  Viceprectura
Le ha acompañado a la Sra. Prefecta en su gestión, más aún al ser víctima de violencia política, por ello al estar en la terna y siendo además coidearia en el  Movimiento Pachakutik, era un deber el respaldo ideológico político reforzando la equidad de género y con medidas de acción  positiva que procuren un trabajo eficiente para el sector que históricamente ha sido marginado y discriminado. Aplaude la gestión en la prefectura, valorando la institucionalidad,  la participación ciudadana con una posición crítica frente a los hechos con el prefecto anterior; ahora con cambios importantes, concluye: “Hay que mirar la planificación con equidad territorial, buscando recursos para los sectores más olvidados, priorizando sus necesidades en las competencias de riego, vialidad, desarrollo comunitario ambiental con enfoque de género, no siempre será fácil, más aún por la pandemia, para aliviar el encierro, volver los ojos a la y tierra reactivar el campo, la huerta, los productos limpios y la soberanía alimentaria. Hay que estructurar y articular con otras instancias, gobiernos locales y nacionales, en un diálogo permanente de observación y acompañamiento; hacer una agenda para que los proyectos avancen, descentralizar los recursos, valorando a las personas  que aportan con sus perfiles, su talento y trabajo de acuerdo a la normativa nacional y con procesos sostenidos en territorio.”

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