lunes, 10 de noviembre de 2014

Cronista Vitalicio








Cuando el Alcalde de Cuenca, Marcelo Cabrera Palacios, anunció la designación del nuevo Cronista Vitalicio de la Ciudad, en la persona del novelista Eliécer Cárdenas Espinoza, muchos se preguntaron  ¿qué pasó con el que venía actuando?, o sea, con el Historiador Doctor Juan  Cordero Iñiguez, quien fue nombrado por el propio ingeniero Cabrera, durante su primera administración municipal, y posesionado en Sesión Solemne del Concejo Cantonal, el 12 de abril del 2008, con ocasión de las festividades fundacionales de la Atenas del Ecuador.
unció el Doctor Cordero al cargo vitalicio y honorífico de Cronista?, es la primera pregunta que se plantearon los historiadores. Otras preguntas e interrogantes todavía no han sido respondidas. ¿Cuáles son los requisitos que debe cumplir un ciudadano para asumir la dificilísima tarea de historiar el pasado y el presente de la ciudad calificada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad?. ¿El cargo de Cronista Vitalicio es para un novelista o para un historiador?.
El Observador consultó al propio Cronista Vitalicio (es decir, hasta que muera), Dr. Cordero en su lugar habitual de trabajo, ubicado en el Museo de las Culturas Aborígenes, donde vive, estudia, investiga y escribe valiosas obras que han salido a la luz, y otras que están en proceso, como un gran aporte a la ciudad y al país, nos comenta previo al diálogo, no sin antes echar un vistazo a su gran biblioteca.
¿Doctor Cordero, sabía usted que Cuenca ya tiene un nuevo Cronista Vitalicio?.
Mire, mi nombramiento como Cronista Vitalicio es en firme, fue una decisión por unanimidad del Concejo Cantonal, y no puede deshacerse sino de la misma forma como se hizo; de tal manera, que sin desconocimiento del Cabildo no puede cambiarse. Hace un paréntesis para decir: “pienso que se debe elaborar una Ordenanza que justifique la designación de Cronista Vitalicio”.
En mi caso concreto: fue la primera vez que el Concejo Cantonal nombra a una persona que no está vinculada al Municipio de Cuenca, lo cual es bueno porque nos da autonomía. Los dos cronistas anteriores sí fueron funcionarios municipales, me refiero a Víctor Manuel Albornoz y Antonio Lloret Bastidas. (Albornoz fue Director del Archivo Histórico y Fundador de la Revista 3 de Noviembre y Lloret fue Director de la Biblioteca Municipal y Director de la misma Revista. Ambos lo hicieron magníficamente).
Sobre su pregunta: el Alcalde habló conmigo el día 30 de junio, por la noche, y me aclaró que yo seguía siendo el Cronista Vitalicio de Cuenca, pues estaba vigente la resolución tomada por el  Concejo Cantonal, y entregada solemnemente en la sesión pública del 12 de Abril del 2008.

¿Quién debe ser cronista de una ciudad?.
Cronista de una ciudad debe ser un historiador con profesión. Actualmente tenemos buenos historiadores formados en las universidades. En Cuenca hay notables historiadores. Yo no me aferro al cargo, si el Municipio decide así, aunque me den una muerte moral, pero mi nombramiento es vitalicio. No sé en qué momento el Alcalde Cabrera hará una aclaración pública…

¿Cuéntenos algo de su trayectoria profesional, de sus aportes a la ciudad, al país?.
Tengo un Doctorado en Historia, Doctor en Jurisprudencia, un Phd. obtenido en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla-España. He servido a la ciudad con la creación del Museo de las Culturas Aborígenes, para enseñar nuestra primera historia. El Ecuador no puede olvidar la historia aborigen, la fundacional, que es lo que no da más identidad. La historia incaica, colonial, republicana. Ahora estoy trabajando en un proyecto de 12 volúmenes, que espero Dios me de salud intelectual para poder continuar. Por ahora, ya están listo seis volúmenes, partiendo de la cultura aborigen hasta llegar al siglo XX, proyectando llegar al siglo XXI, para mirar cómo se irá desarrollando Cuenca en este siglo tan conflictivo. Desde 1988 estoy más dedicado que nunca a la investigación histórica.
Durante los últimos ocho años me he mantenido como Cronista Vitalicio, he dedicado muchas horas de cada día a la investigación, a la redacción de temas singulares o de volúmenes completos, relacionados con nuestra historia regional. Durante cuatro años (2009-2013), fue el primer cuencano que dirigió la Academia Nacional de Historia, en más de sus cien años de existencia, , puse muy en alto el prestigio cultural de la ciudad de Cuenca.
Por su parte, la Doctora Ana Luz Borrero, Historiadora, Catedrática en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Cuenca, respondió con una pregunta: ¿Qué hace un novelista en un cargo que corresponde a un historiador profesional?.
Si bien no es que hay muchos historiadores, pero sí los hay y destacados. Los cronistas que ha tenido la ciudad han sido vitalicios. No sé si ha cambiado la Ordenanza. Cronista Vitalicio es una persona dedicada solamente a la historia, nombrado por el Concejo Cantonal.
Permítame recordar a tres cronistas vitalicios: Víctor Manuel Albornoz, Antonio Lloret Bastidas y Juan Cordero Iñiguez, este último fue nombrado en la primera administración del Ingeniero Marcelo Cabrera Palacios. No entiendo el cambio, cuando todos sabemos que el doctor Cordero está vivo. Por eso tengo más preguntas que respuestas.
Cronistas es el que sigue la historia de una ciudad, cronológicamente, a través del tiempo. El Cronista Vitalicio . se preocupa de historiar la ciudad, de historiar los procesos, de analizar acontecimientos, de hacer historia, no de hacer literatura.

¿Entonces, la historia de una ciudad debe ser escrita por historiadores?.
Así es, porque los aficionados de la historia, nos han demostrado que cometen errores (¡muchos errores!). No nos desalienten a los historiadores, que se tomen con seriedad las cosas, la propia historia de la ciudad.
Ana Luz Borrero es Doctora en Historia, título obtenido en la Universidad Andina. Es miembro de número de la Academia Nacional de Historia. Licenciada en Historia y Geografía, en la Universidad de Cuenca. Tiene una Maestría en Historia en los Estados Unidos. Un Postgrado en Población y Desarrollo en la Universidad de Chile. Ha escrito varios libros sobre población, historia, migración. Tiene artículos publicados en México, Perú, España y en Ecuador.

Otro de los consultados sobre este asunto, fue el también Historiador Doctor Juan Chacón Zhapán. El dice: “Me parece que se ha dado una confusión en la concepción, sobre todo de lo humanístico, de las ciencias sociales, y particularmente de la historia. Atribuyo esto a la poca precaución que han tenido. En la prensa se ha visto, por ejemplo, que alguien hace un trabajo sobre la paja toquilla o la belleza del paisaje, y le ponen el título de historiador. ¿Cualquiera que opine merece que le pongan el epíteto de historiador?, me pregunto. Creo que eso confunde al lector. No quiero decir que la literatura no tenga nada que ver con la historia, con la realidad. Los literatos con la sensibilidad que tienen ayudan a destacar ciertos aspectos de la vida social, desde un enfoque especial, desde la estética, desde la imaginación. Los literatos crean, sacan obras de arte, una novela, poemas, cuentos, relatos, una conversación; en cambio, nosotros los historiadores, tenemos la obligación de mantener nuestra relación directa con los hechos, con los documentos, con los testimonio directos, interpretar la realidad nacional. El historiador tiene que saber comprender hacia dónde va el comportamiento humano.
Opinó Chacón que la administración municipal cayó en una práctica burocrática al nombrar un empleado, sin darle el alcance necesario para crear un amplio proyecto que implique fortalecer los procesos de investigación histórica de la vida de la ciudad.
El doctor Juan Chacón Zhapán, ha escrito varios libros sobre: “Historia del Corregimiento de Cuenca 1557-1777”. “La Historia de la Gobernación de Cuenca 1777-1820”. “Transcripciones de seis libros de cabildos, siglos XVI y XVIII”. Innumerables artículos sobre la historia colonial, la historia cañari. Escribió un folleto sobre la “Vigencia de la Calle Santa Ana”. Está por publicarse un Manual sobre Paleografía Diplomática (ciencia de la descifración de los documentos antiguos, siglos XVI y XVII. También ha participado en la elaboración del Inventario de Bienes Documentales, bajo la coordinación del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural. Durante 30 años dictó la cátedra de Historia Universal, en la Universidad de Cuenca, y en la UDA fue 13 años profesor de las materias: Teoría de la Historia, Historia del Ecuador, Metodología de la Historia, Historia Universal.
En conclusión: la trayectoria de los tres historiadores cuencanos ha sido sobresaliente.
Se nos ha comunicado que la obra también será distribuida en su versión de libro electrónico en los países hispanoparlantes.  

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