Como una señal de alerta para las autoridades califica Carolina Andrade, analista en temas de seguridad e inteligencia, el que Guayaquil haya pasado del puesto 50 al 24 en la lista de ciudades más violentas del mundo, un ranking realizado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal de México.

A la especialista le ha llamado la atención que Esmeraldas no haya sido considerada dentro del ranking dado que estaría como octava dentro de un top ten porque la tasa de homicidios estaría más o menos entre 70 y 77 por cada 100.000 habitantes.

La clasificación de la organización mexicana, sin embargo, toma en cuenta solo las ciudades de más de 300.000 habitantes con las tasas de homicidio más elevadas del mundo, aunque se aclara que no es 100 % exacto.

La población de la ciudad de Esmeraldas es de alrededor de 200.000 habitantes.

Dentro del reporte se indica que Guayaquil tuvo 1.537 homicidios. Con 3,21 millones de habitantes, su tasa de homicidios fue de 47,77 por cada 100.000 habitantes.


Con el nuevo censo que se lleva adelante en Ecuador, Andrade consideró que Esmeraldas podría ser incluida.

Recordó que en esa ciudad muchos locales comerciales se han visto obligados a cerrar sus puertas desde tempranas horas por miedo a las represalias y a las extorsiones.

“Esto es un indicador claro de cómo la violencia, la inseguridad, el delito, han crecido en nuestro país”, dijo. Consideró que podría afectar al turismo y a la inversión.

En Esmeraldas, al igual que Guayas y Santo Domingo de los Tsáchilas, se aplicó un estado de excepción en el 2022 debido a una serie de eventos violentos.


 

Operativos combinados de efectivos de la Policía y Fuerzas Armadas se realizan en siete cantones de la provincia de Esmeraldas. Foto: El Universo

Para la especialista, los estados de excepción no han sido efectivos, pues colocar más policías y militares no aborda los temas de fondo para recuperar zonas que están en manos de la delincuencia organizada.

Luis Córdova, director del programa de investigación sobre Orden, Conflicto y Violencia de la Universidad Central, mencionó que ese índice es un indicador aproximado, dado que la violencia criminal no solo son muertes letales, sino también climas de miedo y temor como la extorsión, secuestro, amedrentamiento.

Made with Flourish

Para Córdova, ha sido evidente que Esmeraldas en 2022 superó los 74 asesinatos por cada 100.000 habitantes, pero lo fundamental es discutir acerca de las políticas que se aplican para resolver el problema de la violencia.

El experto sugiere cinco sectores para ser atendidos: regeneración urbana para evitar que las estructuras criminales recluten jóvenes, control del lavado de activos en el sistema financiero, mapear la arquitectura empresarial vinculada a operaciones ilícitas, depuración en organismos de seguridad, y estrategia política a la presencia policial y militar en territorio.


 

“Mientras sigan trabajando bajo la teoría del éxito, que el éxito de la política es cuántas toneladas de droga se decomisan y cuántas organizaciones se desarticulan (...) es obvio que no va a cambiar nada”, opinó Córdova.

Andrade agregó que se requiere priorizar presupuestos para fortalecer las capacidades de la Policía y de Fuerzas Armadas, pero también mayor inversión social en sectores de más alta vulnerabilidad donde grupos del crimen organizado usan a esas poblaciones como parte de su base social. (I)