miércoles, 18 de julio de 2018

Quito, Junio 14 del año 2004
Arq. Fernando Cordero Cueva
Alcalde de Cuenca
Cuenca.
SEÑOR BURGOMAESTRE CUENCANO:
"Así como las bestias personifican al hombre en las ficciones de la fábula, el hombre representa a las bestias en las realidades de la vida."
Con esta maravillosa frase pretendo dar a entender que los buitres jamás han sido perseguidos por las palomitas, razón por la que - en mi calidad de ciudadana honesta, incorruptible y luchadora incansable en contra de las aberraciones morales que cometen quienes detentan el poder mañosamente amarrado y logrado a espaldas del pueblo, en contubernio con la troncha que a cada uno lo rodea- ¡no me cabe en la cabeza!, cómo un editor honesto, cuya única arma es la verdad, las ideas, la capacidad y entereza moral para hilvanarlas, (porque con seguridad carece de todas las artimañas que a ustedes los politiqueros les sobra) pueda perseguir a un ciudadano de sus agallas, su prepotencia, su influencia, etc.
Las verdades son amargas, duelen porque hincan en el pus, razón por la que Usted maquina que hablar con la verdad es perseguir. De ninguna manera; jamás el buen nombre de una persona, su integridad moral o su imagen, dependen de los comentarios de terceras personas. La deshonra parte de uno mismo, de sus actitudes, de su conducta y como hombre público, de su gestión; por consiguiente, no tiene que parecer o gritarlo, debe serlo a la luz del día porque es una característica que salta a la vista; hasta de espaldas nos reconocemos los honrados, honestos e incorruptibles.
De modo que la responsabilidad es enteramente suya a través de su conducta ética, de su comportamiento moral, de los actos tanto públicos como privados, tanto escondidos como conocidos. En este orden de cosas, su "imagen transparente" sólo puede ser mancillada por Usted mismo, a través de su accionar, de su comportamiento ético. En su calidad de ciudadano público y primer empleado municipal, siempre será observado, señalado, censurado y eso es lo correcto, lo legal, lo democrático. En la actualidad ya no pueden hacer lo que antes:. . . . tapar con tierra la corruptela. Hay un refrán que dice: "el que tiene rabo de paja que no se acerque a la candela". Para demostrar su moralidad, el buen nombre que dice tener, la única credencial que lo acredita como tal es siendo moral, ético en su proceder, honesto en su accionar, limpio en su gestión.
Este país de millones de mujeres y hombres honestos, honrados y dignos, desgraciadamente está plagado de politiqueros podridos, ladrones y corruptos, que son un cáncer, una lacra social. ¡Pues sepa Usted que ya nos cansamos! porque la mayoría del pueblo honrado estamos en una guerra a ultranza contra estos parias; de ahí que se hace imperiosa la necesidad de señalarlos, sancionarlos, estigmatizarlos y hacer por lo menos que sientan vergüenza y agachen la cabeza. De modo que le sugerimos; guarde sus amenazas y pretensiones de sacar tajada económica a cambio del silencio o la complicidad.
Le digo que los honestos y honrados no bajamos la guardia, no vendemos nuestra conciencia por un plato de lentejas, tampoco nos escondemos porque no es delito utilizar nuestra pluma para pregonar la verdad, haciendo uso del legítimo derecho de la libertad de expresión, opinión e información. "Cuando el río suena, acarrea molones", digo yo.
Observo una doble intencionalidad en su demanda en contra de la Revista "El Observador" y mire si no constituye una falta de ética y de moral, un afán de exigir soterradamente beneficios jurídicos, el hecho de que Usted demanda de manera personal a Diego Orellana y Jaime Cedillo, dos periodistas imparciales y objetivos. Mientras su posición en la demanda es por un lado personal, sin embargo, insinúa al "Juez" que tenga en cuenta su calidad de primer empleado del Municipio de Cuenca. Esa actitud no es digna, no es ética. Insisto, la única carta de solvencia moral es siendo moral a la luz pública, no a través de juicios amarrados, con la intervención de una Justicia que tiene fama internacional, por encontrarse a la vanguardia de la corrupción y la podredumbre.
Señor Fernando Cordero: Vemos con lástima que la dolarización bestializó a muchos con funestas consecuencias, razón por la cual fija su honra en la jugosa suma de 500.000 dólares. ¡¡¡Poquísimo!!! ciudadano burgomaestre, porque la honra y dignidad de las personas honestas y limpias, no tiene precio ni valor alguno.
Por otro lado, las referencias no son calumnias. Las opiniones e insinuaciones, aunque sean miserables por lo cortas o abundantes, no producen alteraciones psicológicas –como equívocamente dice Usted en la demanda en contra de El Observador- a menos que se sienta aludido y por consiguiente atemorizado. Dicen: "el que la debe la teme". En todo caso, Usted dice sentirse afectado en su parte psíquica, poderosa razón para no estar en condiciones de ejercer un cargo público y mucho menos, pretender candidatizarse otra vez para lo mismo. En mi calidad de profesional de la Psicología, le ofrezco mis servicios -de manera gratuita- para determinar el grado de afección psicointelectiva o el desajuste psicoemocional que dice Usted estar viviendo a causa de los escritos de la revista "El Observador".
Para finalizar, estoy recabando toda la información pertinente sobre esta persecución a la prensa libre e independiente de la ciudad de Cuenca, los dimes y diretes, los intríngulis de este delito "flagrante" contra su humanidad, para aprovechar mi próximo viaje a Costa Rica y someterlos al análisis y veredicto de jueces y árbitros internacionales, entendidos y actualizados en la materia y sobretodo, con PROBIDAD JURIDICA.
Atentamente,
Dra. NELLY Benavides C.
Coordinadora Alterna del Foro Permanente de la Mujer Ecuatoriana
Publicado en la Revista El Observador, Julio de 2004

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