domingo, 25 de febrero de 2018

POR: Sonia Moreno

Publicado en la revista El Observador, edición 103, febrero del 2018 

Poeta y gestor de la cultura
“Desde 1940, fecha de su defunción en adelante varios críticos se han acercado a su obra empezando por Víctor Manuel Albornoz que por primera vez logró editar la poesía de Alfonso Moreno Mora en un libro publicado en 1951 y con un interesante prólogo en el que describe a su autor e interpreta su obra”.
En 1952 Agustín Cueva Tamariz escribió Abismos Humanos, donde expresa lo siguiente de Alfonso Moreno:

“Si en época de espiritualidad  viviera el mundo, hora sería ya de irradiar, a los cuatro vientos del espíritu, cuánto significó el aporte que este altísimo poeta dio a la lira americana.
Poeta de América…”  (pág. 22, 23)

Cuántas Antologías o textos reúnen poemas de diferentes autores pero no citan la obra de Alfonso Moreno y hasta se han dicho datos erróneos Por ejemplo que publicó novelitas cortas entre ellas Flores de una vida, editada por la Casa de la Cultura Ecuatoriana, núcleo del Guayas.

(Colección de poesía ecuatoriana)
Dato que también se repite en Diccionario de la Literatura Ecuatoriana de los hermanos Barriga López. Y lo reconocen como hermano de Miguel, refiriéndose en realidad a su tío Miguel Moreno, también poeta.
Según la opinión de Hernán Rodríguez Castelo, al hablar de Alfonso Moreno lo llama “menos artista que Fierro y aun que Borja”.
Otros Modernistas, pág. 28
(Clásicos Ariel)
Y además concluye “En suma qué cabía esperar de la voz cuencana de la generación.” Quince años después Efraín Jara Idrovo anota en la Nueva visión crítica de la obra de este autor que: “Alfonso Moreno Mora, es el poeta mayor del post modernismo ecuatoriano” y sin embargo, sus propios coterráneos desconocen aún su obra poética. A pesar del empeño de escritores que le conocieron como Vicente Moreno Mora, quien comentó en el mismo apesarado mes de abril de 1940, a los días de su muerte, y lo  llamó: “Hermano de la orden de la renunciación y la soledad”, de acuerdo a ese breve pero sentido y profundo análisis, observo algunos aspectos interesantes. Considerando que la mayor parte de su obra fue póstuma, que recién en 1951, la Casa de la Cultura Ecuatoriana, núcleo del Azuay, la publicó, once años después de su muerte; comparando lo escrito por Vicente Moreno Mora, 1940 y Víctor Manuel Albornoz, 1951, se observan cambios o añadidos a su poesía. En el conocido poema Visión Lírica, en la 3ra estrofa en todas las publicaciones o ediciones posteriores a 1951 se lee en el 2do verso de dicha estrofa:
Mancha el azul celeste la hulla de la mina
Mientras que en el escrito de Vicente Moreno Mora se lee:
Mancha el azul celeste el carbón de la mina
Como se ve la palabra carbón fue remplazada por hulla, ¿quién lo hizo luego de su muerte?, cuando el autor ya no podía decidir. Al cambiar dicha palabra se mermó su original expresividad.
Además otros poemas son cambiados los títulos como por ejemplo:
.”El abandono” pasa a llamarse “Ensueños” que puede confundirse con otro titulado “Ensueño”.
El poema “Elegía de los sueños frustrados”  se llama después: “Elegía de los sueños fustros.
Cambios pequeños quizás en lo grande de su obra que cada vez es más nombrada  dentro del círculo literario que ha profundizado en ella, pero ésta sigue marcada por el olvido y la indiferencia, por la costumbre de repetir siempre lo mismo sin haberse adentrado en su propio paisaje de versos y sonidos que es su poesía. Si leyéramos sus poesías, una a una con tiempo y calma se grabaran en nuestro espíritu ¿Cómo olvidar Jardines de Invierno, 1922,  poema  conformado por 154 estrofas con rima asonante en los versos pares; cuyo tema obsesivo es un amor que no se olvida?.

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