domingo, 25 de febrero de 2018

Conservación del patrimonio



Publicado el 22 febrero, 201821 febrero, 2018 por AGN
[Mario Jaramillo Paredes]
Uno de los mejores actos de la celebración del aniversario de la creación del Ejército ecuatoriano, fue la entrega al Alcalde de Cuenca, del inmueble en donde por muchos años ha funcionado la Zona Militar, en la parte alta- en la acrópolis- de la ciudad.
El Municipio cuencano se comprometió a restaurar este bien patrimonial que fue construido en el primer cuarto del siglo XX. Una vez concluidas las obras, será destinado para Museo , con lo cual la ciudad ganará de una manera doble: primero, la ciudad gana un bien patrimonial y asegura su conservación una vez restaurado. Y, segundo, se crea un nuevo espacio cultural en una zona en donde no existen otros similares.
Cuenca ha dado importantes pasos para recuperar, restaurar y conservar su patrimonio arquitectónico, republicano en su mayor parte y colonial en menor medida. Varias instituciones públicas han tenido el acierto de adquirir inmuebles patrimoniales para restaurarlos y con ello darles un nuevo uso, acorde con las necesidades actuales. El inmueble en donde funciona la Superintendencia de Bancos fue uno de los casos iniciales en esa dirección. Se aseguró la conservación de una vieja casa solariega de la urbe, poniéndola al servicio de la ciudadanía y perennizando con ello su presencia en un lugar privilegiado de la antigua ciudad.
Luego vinieron otros casos notables. La utilización del edificio del antiguo Banco del Azuay para servir como sede de la Alcaldía de la ciudad. Casos como el del CIDAP, la denominada Casa de las Palomas, la antigua Escuela Central o la vieja cárcel, son otros tantos ejemplos que, sin agotar la lista, pueden mencionarse como parte de un rescate significativo de la memoria urbana.
Lo que hoy es el Museo Municipal de Arte Moderno está entre los casos notables de recuperacion de un viejo inmueble para devolverle dignidad y ponerle al servicio de la comunidad. Ya muchos no recuerdan y por eso es bueno refrescar la memoria de la gente a veces demasiado quejumbrosa y poco reconocedora de las muchas cosas buenas que se han hecho. El viejo edificio construido en 1876 por el obispo Miguel León, se encontraba en la segunda mitad del siglo XX en pleno proceso de degeneración y destrucción. Asdrúbal de la Torre como ministro de Salud hizo posible en 1978 que este bien sea transferido al municipio en la administración de Pedro Córdova Álvarez. Hernán Crespo Toral, un cuencano que trabajó con pasión y conocimientos, como director de los Museos del Banco Central, fue figura clave en el proceso de donación y restauración de la vieja casa, para convertirla en el Museo actual de Arte Moderno. Son tres nombres que debemos tener siempre presentes para reconocer lo que hicieron por Cuenca.
La Zona Militar-como conocemos los cuencanos al viejo edificio que acaba de ser donado por el Ejército al Municipio-ha sido y es parte de la historia y del paisaje de la ciudad. De la antigua ciudad que comenzaba, al norte, en la calle Rafael María Arízaga y terminaba, al sur, en la Calle Larga y el Barranco. (O)

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