jueves, 23 de noviembre de 2017

Los patrulleros ecuatorianos, entre los más caros de la región
La solución que el Gobierno correísta le dio al antiguo problema del parque automotor de la Policía Nacional deja algunas dudas. Aunque la garantía y el soporte para los patrulleros ahora tendría una solución de largo plazo, el correato optó por realizar una contratación directa de más de USD 196 millones con una empresa del grupo El Juri para adaptar vehículos civiles como patrulleros. Otros países de la región han conseguido vehículos con motores más potentes, blindajes y equipamiento tecnológico más baratos.
23 de octubre del 2017
REDACCIÓN PLAN V
El problema existía desde antes de la toma del poder por Rafael Correa y Alianza PAÍS. En uno de los pocos informes de la Contraloría General del Estado (CGE) sobre la cuestión del parque automotor de la Policía Nacional, que se encuentra en la página web de la entidad de control de los bienes y recursos de la nación, se precisa que en la Provincia del Guayas, entre el 1 de enero de 2009 y el 30 de septiembre de 2010, se encontraron una serie de dificultades en el mantenimiento de las patrullas de la Policía.

Este informe describe la situación de las patrullas en Guayas en 2009. 
En el informe de la CGE, en esa época, en el distrito policial que sirve a la ciudad de Guayaquil, "los vehiculos de estas Unidades Policiales ingresan a la mecánica del Comando Guayas, para el diagnóstico técnico, en donde determinan si es necesario el mantenimiento preventivo o correctivo de los vehículos para reparación que son direccionados a los talleres contratados de INDUAUTO, MECAMAX y, FASTECH, por cuanto la mecánica, no dispone de las herramientas necesarias para esta clase de reparaciones".
En el informe se precisa que "los técnicos de la mecánica del Comando Provincial de Policia Guayas No. 2, señalan que para efectuar el mantenimiento preventivo de un vehículo se requiere un tiempo aproximado de 2 horas; sin embargo, según los reportes de los archivos, este trabajo se lo realiza en un tiempo de 6 y 8 horas, situación que se produce por el elevado número de vehículos de todos los comandos sectoriales y unidades de vigilancia que se concentran en esta Mecánica, para el diagnóstico técnico, sin que éstas instalaciones cuenten con la logística necesaria, suficiente personal técnico, equipos, herramientas, entre otros". 
Aquello ocurría, precisa la CGE, porque una norma interna de la Policía obligaba a que el mantenimiento de los vehículos se realice en instalaciones y con personal propio de la institución de orden público. 
En 2009 una norma interna de la Policía obligaba a que el mantenimiento de los vehículos se realice en instalaciones y con personal propio de la institución de orden público.
La CGE encontró en esa época que no solamente todos los carros dañados de la Policía iban a parar a la misma mecánica, sino que las instalaciones de esta eran "inadecuadas y vetustas", y no ofrecían "las más mínimas seguridades", al tiempo que los repuestos estaban almacenados en forma inadecuada y no había ni siquiera un lavamanos para el personal. A eso había que sumar que quienes administraban los repuestos no habían presentado ninguna caución o garantía, lo que significaba que "los bienes del Estado no estaban debidamente protegidos". 
En la mecánica de la Policía de Guayaquil, la CGE encontró una gran cantidad de herramientas y repuestos de vehículos fuera de servicio, que también estaban apiladas sin ningún control. 
Además, la CGE observó que de 138 policías que manejaban las patrullas, apenas ocho tenían la licencia tipo C o D que les habilitaba para manejar vehículos del Estado. 
Para mayo de 2011, la Policía del Guayas no tenía actualizado el inventario de sus vehículos, en cuanto a modelo, improntas, estado, vida útil, ubicación y seguro de accidentes. Al desorden que encontró la CGE, se sumó que 212 patrullas de diversos tipos y modelos que fueron entregados a la Policía por la Corporación de Seguridad Ciudadana del Municipio de Guayaquil entre 2006 y 2007 no habían sido matriculados a nombre de la Policía. Además, otros 485 vehículos de diversos tipos servían en el Guayas sin matrícula, por la falta de "documentos originales" de su compra. 
También encontraron 21 vehículos en calidad de chatarra, por haber sufrido accidentes de tránsito o daños irreparables, que estaban abandonados en los patios del Cuartel Modelo. 
Solución correísta
No es exagerado decir que el mismo problema se presentaba en las instalaciones policiales tanto en la capital de la República cuanto en el interior del país, donde cada comando provincial tenía su propia mecánica y su manejo descentralizado del parque automotor, que en el caso de Guayaquil, incluía donaciones de vehículos de una marca que se usaban junto con otras marcas compradas antes por el Estado. 
La solución se produjo, como era habitual en la práctica del Estado correísta, aprovechando las declaratorias de emergencia y tomando éstas como atajos para evitar otros mecanismos de contratación pública más engorrosos.
La solución se produjo, como era habitual en la práctica del Estado correísta, aprovechando las declaratorias de emergencia y tomando éstas como atajos para evitar otros mecanismos de contratación pública más engorrosos. La emergencia la declaró el ex ministro José Serrano, con el Acuerdo Ministerial No. 3130 de 04 de enero de 2013, declarando la emergencia institucional al Ministerio del Interior y sus dependencias.
Otro decreto habilitante de este proceso fue el Decreto Ejecutivo, el No. 1515 del 15 de mayo de 2013, firmado por el ex presidente Rafael Correa Delgado,  y que incluye las “Disposiciones de contratación para la adquisición y arrendamiento de bienes y la prestación de servicios relacionados con el cumplimiento del principio de vigencia tecnológica”.
A partir de junio de 2013, se inició el proceso de contratación para la adquisición de vehículos conforme la solución integral homologada de movilidad para la Policía Nacional.
Así, el Ministerio del Interior firmó, el 28 de noviembre de 2013, un contrato con la empresa Aekia, con domicilio en la ciudad de Quito, para con una inversión de USD 196 millones, comprar por lo menos 4157 nuevas patrullas, entre sedanes y todo terrenos, de la marca coreana KIA. 

Las patrullas tipo Sportage tienen tracción 4 por 2, según la ficha técnica que se anexa al contrato. 
El ex ministro del Interior, José Serrano, manifestó que no solo se entrega el patrullero, sino también un completo sistema de mantenimiento permanente durante la vida útil del automotor. Esto permitirá mejorar el trabajo de los uniformados, todo esto en el marco del nuevo modelo de gestión y de transformación de la Policía Nacional, dijo. 
En el proceso, que se amparó en un decreto de emergencia que les permitió enviar invitaciones directas, se pidió participar a Omnibus BB Transportes S.A., Mazmotors y Aymesa (AEKIA). La única en presentar la oferta fue AEKIA S.A. El contrato se firmó el 28 de noviembre de 2013 y durará hasta el 31 de diciembre de 2017, por lo que está vigente. 
El 23 de mayo de 2016 se introdujo una modificación en el contrato original, incrementándose de 120 mil kilómetros a 250 mil la vida útil previa a la chatarrización (no la garantía) de los mismos vehículos policiales que habían sido contratados tres años antes. 
El 23 de mayo de 2016 se introdujo una modificación en el contrato original, incrementándose de 120 mil kilómetros a 250 mil la vida útil de los vehículos policiales.
En el contrato, AEKIA se comprometió a la entrega de  4157 unidades vehiculares homologadas como patrulleros, así como al servicio de mantenimiento preventivo y correctivo de los vehículos, los cuales estarán asegurados, como establece la Agencia Nacional de Tránsito.
En el acuerdo, que firmó en nombre del concesionario KIA Ricardo Rosales Salvador, y en nombre del ministerio del Interior Alfonso Sornoza Macías, se estableció que KIA entregaría 1256 unidades en el 2014. Para los años 2015, 2016 y 2017 se entregarán 967 unidades por año hasta completar las 4157 unidades previstas.
De estos vehículos, 2.100 unidades son un sedán de modelo CERATO y 2057 unidades son todo terrenos tipo SPORTAGE.
Los vehículos tienen desde el 24 % hasta el 31 % de componente nacional, esto por pedido del Ministerio del Interior a la concesionaria, conforme lo establecen las leyes de productividad del Ecuador, con el fin de proteger e impulsar a la industria nacional, dijo el Ministerio del Interior en su momento. 
El Modelo- SPORTAGE LX MT- Patrullero KIA-  fue adquirido a un costo de USD. 42.643,23, mientras el sedán-CERATO-MT-patrullero tiene un precio de USD. 36.537,75.
Los precios de los vehículos se deben, según se explica en el contrato, a que a cada auto se le debe adaptar con un "kit de patrullero" que el contrato no precisa de qué consta. En efecto, en el caso de los Sportage, el kit de patrullero costó USD 18.902,23 por cada uno, mientras que en el caso de los Cerato el mismo kit costó USD 17.350,25.
El Ministerio no dio mayores detalles sobre el kit de patrullero, pero precisó que las patrullas cuentan con "sirenas, cubre asientos con forros especiales de alta resistencia, balizas, protectores internos de vidrios, jaula de seguridad (separador de piloto y pasajeros). Dispondrán también de GPS con interacción de plataforma".
A estos valores hubo que sumar el costo de mantenimiento preventivo y correctivo de los vehículos, que es de 2.955,00 dólares para el modelo Sportage LX-MT, y para el sedán CERATO-MT de USD. 2.211,82. Así, el gran total del contrato fue de  USD.  196’190.014,84
A la firma del contrato se efectuó un anticipo de USD. 13´262.039,80. y se han hecho pagos parciales cada año hasta el 2017.
De 120 mil a 250 mil kilómetros 
Para evitar que los carros policiales se conviertan en chatarra, se incluyó un proceso de recompra de unidades. La recompra de los vehículos, originalmente, sería de hasta 4 años o 120 mil kilómetros de uso. No debe confundirse esto con una garantía, sino con el plazo acordado para dar de baja el automotor y entrar en el proceso de sustitución también acordado con la contratista. "La desinstalación del equipamiento del patrullero saliente que será instalado en la nueva unidad, será gratuito", dice el contrato. Luego, sin embargo, el ministerio del Interior aceptó que la recompra se realice a los 250 mil kilómetros, según documentos a los que tuvo acceso este portal. 
"Los valores que se generen por concepto de Plan de Recompra, serán acreditados a cuenta del Ministerio del Interior, para la adquisición de nuevos vehículos, para la provisión de una solución integral homologada de movilidad para la Policía Nacional. Una vez cumplido el kilometraje útil del carro, la propia empresa comprará estos patrulleros y entregará nuevos vehículos, según lo establece las cláusulas del contrato", explicó el Ministerio, que, sin embargo, no informó por qué se renegoció el contrato de manera que actualmente el tiempo para la recompra se duplicó. 
En un telegrama oficial al que tuvo acceso PLANV, la Policía notificó a sus unidades de este cambio contractual, y dispuso el retiro de algunos vehículos que ya habían sido entregados a AEKIA para su recambio, alegando que ahora habría que esperar que cumplan los 250 mil kilómetros. 
Pero a parte de accesorios como sirenas, luces o radios necesarios para el uso policial, el contrato no precisa que se haya hecho ninguna modificación al motor de los vehículos, que haga pensar en que durarán más de los 120 mil kilómetros acordados originalmente. 
El mantenimiento de las patrullas se realiza en los concesionarios de KIA a nivel nacional, con una ticketera de la que se responsabiliza a los policías que manejan. En caso de pérdida, los policías deben pagar una multa de USD 200. 
Patrullas caras
Pero la adquisición de las patrullas bajo el correato deja algunas dudas. En los países vecinos se han realizado proceso de compra de patrulleros cuyos costos en dólares resultan ser menores. Las patrullas adquiridas en Chile, México y Perú tienen equipamientos como cámaras, blindajes y lectores de placas de los que no se habla ni en el contrato con KIA ni en la información oficial del Ministerio del Interior.
Así, los Carabineros de Chile compraron varios nuevos patrulleros de la marca norteamericana Dodge, que son construidos como patrullas y no vehículos civiles modificados. "Vehículos con cámaras que graban hacia el exterior y que dejarán constancia de los operativos realizados, sensores en las balizas para lectura de patentes (placas) capaces de analizar los datos de 1.500 placas en una hora, GPS y puertas delanteras blindadas. Son algunas de las especificaciones que tendrán algunas de las nuevas patrullas de Carabineros, institución que en las próximas semanas llamará a licitación para adquirir 30 vehículos de la marca Dodge, modelo Charger Police, con un motor de 3.600 cc." reseñó el diario chileno La Tercera en 2014. 
La Tercera explicó también los costos de los nuevos patrulleros de la Policía chilena: "el costo de comprar y adaptar un vehículo a la labor policial es de 12 millones de pesos por unidad. El nuevo modelo es diseñado especialmente para el trabajo de la policía y cuesta poco más de 19 millones de pesos cada uno". Al cambio actual, eso significa que Chile compró las patrullas norteamericanas a USD 29900. Tanto los motores, cuanto el equipamiento de las patrullas de los Carabineros parecen a simple vista mayores que los de los sedanes de la Policía Nacional. 
Al cambio actual, eso significa que Chile compró las patrullas norteamericanas a USD 29900. Tanto los motores, cuanto el equipamiento de las patrullas de los Carabineros parecen a simple vista mayores que los de los de la Policía Nacional.
En 2016, tras probar las 30 primeras patrullas, Carabineros de Chile anunció que “la Dirección Logística de Carabineros de Chile ha otorgado a la empresa Comercial Automotriz S.A. de SKBergé un contrato de compra de 484 vehículos policiales Dodge por 25,1 millones de dólares”.
"La inversión complementará la compra de 30 modelos Charger Police Interceptor realizada en 2014 y se divide  en 229 radiopatrullas Dodge Charger Police (por US$11,6 millones); 187 SUV’s Durango 4×2 Police (US$ 9,8 millones); 58 Dodge Durango 4×4 Police (US$ 3,1 millones) y 10 camionetas Dodge Ram Police (530 mil dólares)", precisa una nota de prensa
Mientras tanto, en el Perú, una reciente compra de patrullas también provocó polémica. Según una nota de Radio Programas del Perú, la Policía del país vecino compró y adaptó "los Ssangyong Rexton W,  que cuentan con GPS, avanzados equipos de comunicaciones, ventanas a prueba de balas y un escáner para placas de auto. El Perú compró por 2108 unidades 82 millones de dólares, lo que pondría su precio individual en US$ 38,900. La Contraloría ha puesto la transacción en la lupa por considerar que no son ideales para ser usados en el Perú".
Según el contralor del Estado peruano, había dudas sobre la capacidad operativa de los vehículos coreanos, ya que no serían aptos para la geografía peruana, muy similar a la ecuatoriana, pues también consta de tres regiones muy similares a la Costa, la Sierra y el Oriente: "Para la Contraloría General, estas unidades policiales, adquiridas para reforzar la seguridad ciudadana, no son ideales para nuestras carreteras accidentadas y tendrían un periodo de vida muy corto, lo que ocasionaría un perjuicio millonario al estado. "Estas camionetas, con el mantenimiento que se le va a brindar, con las condiciones del terreno donde va a circular, nos deben durar como máximo 3 años”, dijo el contralor general peruano, Edgar Alarcón Tejada.
Al cambio actual, las patrullas mexicanas costaron USD 27.994,38 los sedanes, mientras que los jeeps también de fabricación norteamericana costaron USD 34.003,84.
Las patrullas peruanas, sin embargo, tienen tracción cuatro por cuatro y un motor más potente que los Sportage adquiridos por el Ecuador, que según el anexo que consta en el contrato, son solo cuatro por dos. A pesar de ello, los KIA que sirven en el Ecuador fueron adquiridos a un precio mayor que los todoterreno que operan en el Perú, a pesar de su menor cilindraje y tracción. 
En la Ciudad de México, en agosto de 2014, entre tanto, el Municipio hizo también una importante compra de patrullas provenientes de Estados Unidos. Según una nota de Excelsior,"Los vehículos adquiridos son 973 Charger sedán (patrullas del mismo modelo que las chilenas), las cuales tuvieron un precio unitario  de 534 mil 550.01 pesos; 146 pick up, con un precio unitario de 609 mil 700 pesos, así como 87 camionetas pick up con cámara de video instaladas, con un precio unitario de 629 mil 500 pesos y 40 Jeeps Wrangler, con un costo unitario de 649 mil 300 pesos".
Al cambio actual, las patrullas mexicanas costaron USD 27.994,38 los sedanes, mientras que los todo terrenos también de fabricación norteamericana costaron USD 34.003,84.
Una empresa de los Eljuri
Juan El Juri Veintimilla, vinculado al caso Odebrecht, es el hijo de Juan Eljuri Antón, quien es el presidente ejecutivo de AEKIA. 
Entre tanto, la empresa AEKIA forma parte del conglomerado económico, con base en Cuenca, del Grupo Eljuri. Según la Superintendencia de Compañias, las acciones de AEKIA, que tiene su domicilio en Quito, pertenecen a dos empresas con sede en las oficinas de Juan El Juri en Cuenca. Una parte es de la Constructora San Jorge, una inmobiliaria de la que son socios algunos prominentes miembros del clan El Juri, y otra parte pertenece a un holding llamado Moonhold, también domiciliado en las oficinas centrales de los El Juri en Cuenca. 

Como gerente general aparece Ricardo Rosales Salvador, quien firmó el contrato con el Ministerio del Interior, mientras que el presidente ejecutivo es Juan Gabriel El Juri Antón, quien también aparece como representante de una gran cantidad de empresas del grupo, y quien sido vinculado, al igual que su hijo, Juan Eljuri Veintimilla,  a la trama de lavado de dinero de Odebrecht. 

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